Mario Conde y el orgullo por el negocio de su hija Alejandra: lo que nos contó su socio

Corría el año 2016 cuando Mario Conde y su familia vivieron una de las etapas más duras y preocupantes de sus vidas. El exbanquero fue arrestado por delitos contra la Hacienda pública, blanqueo de capitales y organización criminal. Se sospechaba que había repatriado 13 millones de euros saqueados a Banesto, algo que el empresario siempre negó con rotundidad.

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Otros miembros de su familia, además de otras cuatro personas sin lazos familiares con Conde, también fueron puestos en el punto de mira de la Fiscalía Anticorrupción en el marco de la operación Fénix, entre ellos su hijo, Mario, y su yerno, Fernando Guasch Vega-Penichet. Según se ha publicado este martes, Conde prepara una reclamación millonaria contra el Estado de más de 50 millones de euros. Lo hace tras haber sido exculpado por la Audiencia Nacional en dicha operación.

La reclamación llega después de años complicados para la familia. Su hija Alejandra Conde Arroyo, por su parte, fue considerada 'codirectora de la trama' y sufrió arresto domiciliario dadas las difíciles y dramáticas circunstancias familiares que atravesaba en aquel momento y que el magistrado Santiago Pedraz tuvo en cuenta. Ese mismo año, la hija de Conde se enfrentaba a la grave enfermedad de su hijo. El pequeño comenzaba entonces a recibir tratamiento de radioterapia.

Antes de todo esto, Alejandra ya había comenzado a operar en el sector inmobiliario, pero todas estas circunstancias la obligaron a parar.

Pero en octubre de 2018, la pesadilla terminó para Alejandra y su familia. La causa de blanqueo por la que ella, su marido, su padre y su hermano habían sido acusados se archivó. El perito, designado a instancias de la Fiscalía, aseguró en su informe que el dinero movido por Conde no procedía de Banesto ni de actividades ilegales y consideró acreditado que provenía de dos negocios que el exbanquero realizó en los años 80 con Antibióticos S.A. y con Laboratorios Abelló.

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Ese mismo año, en el mes de diciembre, Alejandra reaparecía en sociedad y lo hacía para acudir a la boda de su amiga Alejandra de Rojas con Beltrán Cavero. Lo peor ya había pasado. Su hijo ya estaba muy recuperado y ella y los suyos, libres de toda culpa.

Durante los meses posteriores a la difícil situación familiar, los Conde permanecieron unidos, como siempre. Cuando las aguas comenzaron a calmarse, Alejandra, en concreto, fue nombrada en junio de 2018 consejera de la empresa Industrias Mecánicas de Precisión S.A., dedicada a la fabricación de piezas y accesorios para vehículos de motor, y continuó colaborando con su padre. Tras el archivo de la causa, también retomó su actividad en el sector inmobiliario.

Una nueva andadura profesional

Fue a principios de ese 2018 cuando Alejandra Conde comenzaba también una nueva andadura profesional de la mano del diseñador Miguel Palacio, un negocio en el sector del calzado con el que se ha vuelto a reinventar, tal y como ha contado orgulloso su padre en redes sociales.

El exbanquero publicó una fotografía de su hija en Instagram en la que aparece luciendo unas botas negras. "Mi hija Alejandra con botas de diseño Miguel Palacio, fabricadas por la empresa que han montado para penetrar en ese mundo (Miguel Palacio Oficial en Instagram. Y www.miguelpalacio.es) ¿Acaso no es legítimo que un padre se sienta orgulloso de una hija como la mía que siempre avanza, nunca retrocede ante las adversidades del vivir?".

Miguel Palacio es uno de los diseñadores más destacados de nuestro país. Durante los años 90 formó parte del famoso dúo Palacio & Lemoniez, habitual en la Pasarela Cibeles de Madrid y que tantos éxitos cosechó.

En el año 2000, presentó la primera colección bajo su propia marca, Miguel Palacio, y desde entonces sus colecciones han sido una constante en la pasarela madrileña, recibiendo multitud de premios y galardones. Desde el 2011 hasta el 2014 presentó sus colecciones para Hoss Intropia en la Fashion Week Madrid y en 2017 recibió la Medalla de Oro de la Asociación Española de Profesionales de la Imagen.

"Nunca se queja, nunca la he visto hundida"

Miguel y Alejandra son amigos desde hace muchos años. De él fue el diseño del vestido de novia que la hija de Conde lució el día de su boda en Los Carrizos, la finca familiar sevillana de los Conde, el 3 de julio de 2004.

Hace un año, ambos decidieron emprender juntos un camino hacia el mundo de la venta online y el calzado que hoy es una realidad. El propio Miguel Palacio ha comentado a Vanitatis la relación que él mantiene con Alejandra, en qué consiste este negocio y las cualidades que hacen de Alejandra Conde la colaboradora perfecta para él: "A Alejandra la conozco desde hace mucho años, pero la conocí aún más cuando se casó en 2004. Yo diseñé su vestido de novia y la ayudé en todo lo que pudo necesitar para su boda. Los dos tuvimos una afinidad y sintonía enormes, de tal manera que a día de hoy tengo una confianza plena en ella".

En cuanto a cómo surgió esta colaboración, Miguel Palacio aclara que no es que ambos hayan montado una empresa juntos, tal y como afirma Mario Conde. "Lo de Alejandra es más bien una colaboración. Ella está ayudando al desarrollo comercial de mi negocio, Miguel Palacio, orientado principalmente al calzado, pero también a los bolsos y cinturones, desde hace un año que surgió este proyecto. Yo soy el que tengo un acuerdo con un fabricante de Elche cuya empresa es Letón. Yo diseño y ellos fabrican. No son colecciones, sino diseños que se van sacando lo más rápido posible y a un nivel más artesanal. Solo se venden a través de la web y a un precio lo más ajustado posible. Me parecía lo más interesante tras un periodo de elaborar productos de mucha calidad pero más caros".

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Para Miguel Palacio, la colaboración de Alejandra está resultando fundamental: "Alejandra me ayuda muchísimo. Ella tiene una visión muy personal y responde a la mentalidad de la mujer a la que nos dirigimos. Alejandra me sirve de guía. Ella es la persona que tiene el criterio por el que podemos ir decidiendo el tipo de producto. "Fue idea de ella el colaborar juntos. El calzado es un mundo nuevo para mí. Yo nunca había comercializado zapatos y ella vio que en España hay una industria de calzado de calidad que se mantiene".

El diseñador destaca la fortaleza de Alejandra y su capacidad de seguir adelante a pesar de los momentos complicados con los que ha tenido que lidiar en su vida: "Alejandra tiene una energía y una fuerza que son admirables. Nunca la he visto mal. Es muy fuerte y positiva y nunca ve las dificultades, sino siempre las posibilidades. Es extraordinaria en ese sentido. Nunca se queja. Para mí es un orgullo tenerla cerca por su forma de llevar los problemas. Nunca le he escuchado una queja, nunca la he visto hundida. Aprendo mucho de ella".

Queda claro, a través de las palabras de Miguel Palacio, que Alejandra, como su padre, posee la capacidad de renacer de las cenizas, de no dejarse vencer por las circunstancias adversas.

Mario Conde jamás ha escondido el orgullo y la admiración que siente por su hija Alejandra, un sentimiento que es mutuo en ambos. Para ella, Conde ha sido siempre un apoyo y un guía. Siguiendo sus consejos, estudió Derecho y tras trabajar en el extranjero, montó la empresa de organización de eventos A-típica junto a las hermanas Marina y Paola de Herrera. En 2002, cuando su padre fue condenado a 20 años de cárcel, Alejandra no dudó en dejarlo todo para ponerse al frente de su defensa. También en el año 2011, Alejandra decidió aparcar sus negocios para dedicarse de pleno a los familiares y colaborar estrechamente con su progenitor.