Mario Conde tiene nueva novia, pintora y aristócrata: la marquesa de Casa Mendaro
La sevillana Adriana Torres Silva es, desde hace unos meses, pareja del que fuera presidente de Banesto y se une a las mujeres de Mario Conde: Lourdes, Alejandra, María y Pilar
Un rumor que es "totalmente cierto". Así confirma la revista 'Vanity Fair' la nueva relación de Mario Conde y Adriana Torres Silva, la marquesa de Casa Mendaro, de 52 años, conocida artista y miembro de una familia de aristócratas vinculados con la realeza. Según indica la publicación en exclusiva, su relación se habría iniciado tras el confinamiento y, desde entonces, la pareja ha sido vista en numerosas ocasiones.
Según se puede leer en su página web, Torres Silva está licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla en la especialidad de pintura y ha realizado cursos de posgrado en el Central Saint Martins, University of the Arts London. Igualmente ha ejercido como profesora de pintura durante más de 10 años y realizado numerosas exposiciones. En lo personal, la marquesa de Casa Mendaro está divorciada del empresario Felipe del Cuvillo, con el que tiene tres hijas. Además, hace tres décadas se le atribuyó un (falso) romance con el actual rey Felipe de Bélgica.
La última pareja del exbanquero era la también sevillana Pilar Marín, de 45 años, y de la que en su momento aseguró que no descartaba casarse con ella. A diferencia de su anterior relación con la abogada María Pérez-Ugena, que fue puro secretismo, esta vez no fue así. A Marín la describía como muy simpática, muy agradable y muy seria, calificativos un tanto fríos para definir a la que se suponía en aquellos momentos la mujer de su vida.
Conde se ha casado en dos ocasiones. La primera, con Lourdes Arroyo, el gran amor de su vida y para la que siempre tiene un recuerdo. El amor surgía de forma casi automática y ambos se casaban en el año 1973 en Illescas (Toledo). Ella entonces tenía 20 años y él 24, cuando Arroyo era entonces conocida en los círculos más pudientes de la capital por provenir de una familia acomodada asentada en Madrid. De hecho, la urbanización Los Arroyos, cercana a El Escorial, está edificada sobre los terrenos de la familia de Lourdes.
Fue esta misma la que siempre abanderó su discreción y anonimato, el cual quiso mantener con Conde durante su matrimonio. Una unión que duró casi 35 años y que se presuponía idílica, en la que tuvieron dos retoños: Mario y Alejandra, los únicos dos hijos del político. Por desgracia, Arroyo fallecía en 2007 a causa de un tumor cerebral poco después de que Conde hubiera vivido sus momentos más convulsos en frente de toda España. En el octavo aniversario del fallecimiento de Arroyo, era Conde quien compartía esta foto de la misma en sus redes sociales personales.
Así las cosas, dos años más tarde parecía que la suerte le sonreía una vez más al empresario. Este conocía en su gimnasio a María Pérez-Ugena Corominas, profesora de Derecho Constitucional en la Universidad Rey Juan Carlos y mucho más joven que él. Ambos se casaban por segunda vez (ella también contrajo matrimonio antes) en 2010, solo un año después de conocerse. Una boda íntima con solo 10 invitados en Chaguazoso (Orense), el refugio del exbanquero y hogar del matrimonio. Se separaron en 2016. Dos meses después, el hombre de moda de los 80 volvía a entrar en la cárcel. Esta vez la acusación era blanqueo de capitales. Una causa que archivó el juez Pedraz y que la Fiscalía Anticorrupción recurrió el pasado 5 de noviembre.
Ese día también se detuvo a sus dos hijos, Alejandra (su ojito derecho) y Mario, menos brillante que su hermana. Contaba hace años el periodista Julián Lago cómo en una cena organizada en el chalé de la calle Triana, donde vivía la familia Conde Arroyo, el poderoso banquero regañó a su hijo delante de todos los invitados porque las notas no eran lo suficientemente buenas. El periodista tuvo que mediar y Lourdes Arroyo se lo agradecería después con una llamada telefónica. Así lo narró el que en aquel momento era director de la revista 'Tiempo'. Alejandra no quiso casarse hasta que su padre saliera de la cárcel y retrasó su boda. Tampoco pudo visitarlo en prisión por mandato paterno. El tiburón de las finanzas nunca quiso que sus hijos y su mujer le vieran privado de libertad.
Al banquero siempre le rodeó la leyenda de hombre seductor que donde ponía el ojo, ponía la bala. Si hubo conquistas ajenas al matrimonio, nunca fueron públicas a diferencia de otros colegas como los Albertos (Cortina y Alcocer), casados con las hermanas Koplowitz, cuyos devaneos extraconyugales terminaron en divorcio. Ahora vuelve a estar enamorado, ¿habrá nueva boda?
Un rumor que es "totalmente cierto". Así confirma la revista 'Vanity Fair' la nueva relación de Mario Conde y Adriana Torres Silva, la marquesa de Casa Mendaro, de 52 años, conocida artista y miembro de una familia de aristócratas vinculados con la realeza. Según indica la publicación en exclusiva, su relación se habría iniciado tras el confinamiento y, desde entonces, la pareja ha sido vista en numerosas ocasiones.