Francisco Rivera cumple 47 años siendo el 'jefe' del clan familiar

Carmen Ordóñez decía que la llegada al mundo de Fran, su primogénito, era un gran regalo de Reyes adelantado. El bebé llegó al año y poco de la boda de sus padres. La feliz mamá había cumplido 18 primaveras y el torero 25. Después llegaría a la familia Rivera Ordoñez Cayetano. Nada hacía presagiar, en aquellos tiempos de felicidad, que el matrimonio no duraría mucho tiempo, como así fue.

Según declaraba el propio Fran en varias ocasiones “el divorcio de mis padres casi no lo viví. Yo era muy pequeño”.

Francisco, a quien solo le gusta que le llamen Fran la familia y los amigos, se encuentra en un momento de tranquilidad afectiva y laboral. Casado con Lourdes Montes, es padre de tres hijos: Cayetana, fruto de su relación con la duquesa de Montoro; y Carmen y Curro, con Lourdes Montes. La sevillana le ha dado ese equilibrio que aparentemente necesitaba y con el protagonismo justo para no desdibujar la figura del torero.

Durante un tiempo, Rivera Ordoñez parecía enfadado con el mundo, pero una vez que comenzó su trabajo en televisión con Susana Griso suavizó las relaciones con esa parte de la prensa con la que no congeniaba. En su día, tuvo razones para ese enfrentamiento con los 'paparazzi' que poco a poco desapareció. Sus apariciones en la prensa de entretenimiento, con reportajes familiares en los que contaba aspectos de su vida privada, cambiaron las cosas. Ahora no tiene problemas para tratar temas tan complicados como la relación de su hermano Kiko con Isabel Pantoja.

Protector con los suyos

Como hermano mayor, siempre Fran ejerció esa figura. Y no solo con Cayetano, que tiene un perfil público menos expuesto, sino también con Julián, el pequeño de los hijos de la ‘Divina’. Y por supuesto con su madre. Se sinceró con Risto Mejide y varios programas de televisión al recordar el sufrimiento que fue para él la relación de Carmen Ordoñez con las drogas. "En el fondo no quería recuperarse. Hubo un momento en que me dije ‘o salgo de aquí o me arrastra'".

También fue muy protector con respecto a Cayetano, que no tuvo que vivir el drama de su madre tan directamente como el primogénito. Ni en la parte emocional ni en la económica. El torero subvencionó y ayudó a sus tres hermanos y, por supuesto, a Carmen, a la que adoraba.

Cuentan los que le trataban que le encantaba la frase de su madre cuando decía “a mi plín, yo soy Ordoñez Dominguín” al recibir criticas que no le gustaban. A diferencia de su hermano Cayetano, que estudió en un internado suizo y después en Estados Unidos, Francisco Rivera tuvo una postadolescencia dedicada exclusivamente al mundo que le gustaba, el del toro, heredado de la saga que le precedía.

Con 16 años se fue a vivir al campo con su abuelo Ordóñez, que fue su apoderado y le enseñó lo que tenía que hacer para ser cabeza de cartel. Y lo fue hasta que se cortó la coleta en septiembre de 2017, en la plaza de Ronda. La misma que había gestionado el abuelo y, después, él y su hermano Cayetano.

Fue precisamente un desacuerdo con la manera de celebrar la Goyesca hace dos años el que causó un distanciamiento entre ellos que duró lo justo, porque ya no hubo más corridas en Ronda.

Francisco cumple 47 años en un momento en que la guerra contra Isabel Pantoja es un recorrido sin retorno. La devolución de los enseres personales que les correspondían a él y a su hermano por un acuerdo entre todos los herederos (y representantes legales) que firmaron el testamento de Paquirri le ha convertido otra vez en el jefe del clan.

Apoya a Kiko Rivera, con el que prácticamente no tuvo relación íntima hasta que el dj decidió enfrentarse a su madre. Estas navidades, Francisco ha sido el encargado de reunir a los tres hermanos con sus respectivas parejas para esa foto de familia que hasta ahora no era posible. Faltaba Julián, pero eso ya es otro capítulo. Desde que murió Carmen Ordoñez, Francisco se erigió en jefe del clan Rivera, al que se ha unido Kiko como nuevo miembro activo contra Isabel Pantoja.