Sandra Gago y Ana Boyer, dos amigas que se ponen al día en el paraíso

Reencontrarse con amigos es toda una suerte, hacerlo en el paraíso es una bendición. Seguro que algo similar han pensado Ana Boyer y Sandra Gago cuando se han reencontrado en Tenerife, escenario perfecto para ponerse al día, pero también para disfrutar de reconfortantes paseos, tardes cargadas de encanto y mágicos atardeceres, algo de lo que ambas han querido dar cuenta en sus redes sociales.

“Disfrutando de esta maravilla en la mejor compañía”, escribía Sandra junto a una imagen de ambas mujeres sonriendo encantadas de haberse encontrado en un lugar tan bello y que les permite sacarse instantáneas tan impresionantes como la que ha publicado en su cuenta de Instagram. Poco más que decir, no hay duda de que lo mejor es compartir los momentos de nerviosismo con alguien que entiende por lo que estás pasando, pues está experimentando algo similar.

El motivo que les ha llevado a Canarias no es otro que el trabajo de sus respectivos maridos, ambos tenistas de profesión y ambos dispuestos a dar lo mejor de sí mismos en el torneo Challenger, en el que los dos han participado. Verdasco caía el sábado día 6 en semifinales al perder su enfrentamiento con el holandés Tallon Griekspoor, el favorito del torneo y quien lo ganaba definitivamente tras su duelo en la final con Feliciano López, que ha tenido que conformarse con un segundo puesto.

Unos días cargados de nervios y concentración, pero en los que también han tenido un poco de tiempo para disfrutar del paraíso que les rodeaba, como se ha podido ver en sus redes sociales, donde han ido reflejando sus días allí. La propia Ana era la encargada de ponerles los dientes largos a todos sus seguidores con una imagen en la que se podía ver cómo disfrutaba del buen tiempo con un alegre bikini y gafas de sol. “La suerte de empezar noviembre así”, escribía al comienzo de su aventura.

Estas citas son una excusa maravillosa para poder pasar tiempo juntas, gracias a estos momentos puntuales es más sencillo para Ana y Sandra coincidir y compartir anécdotas, experiencias y vivencias. No es la primera vez que somos testigos de la buena sintonía entre ellas; sin embargo, no es tan habitual verlas presumir de conexión en redes sociales, donde ambas prefieren ser discretas con sus vidas y sus amistades.

Ana siempre está junto a su marido, con quien se casó en una romántica ceremonia en 2017, en los buenos momentos y también en los más complicados, como los que ha tenido que atravesar el deportista en estos últimos meses. No ha pasado por su mejor momento físico, lo que podría precipitar el final de su carrera, pues Verdasco ha tenido que ser intervenido en dos ocasiones en el último año, la segunda a causa de una lesión en el codo, por lo que esta cita suponía para él un importante paso y, aunque seguramente el resultado no ha sido el esperado, él juega para ganar. Seguro que la experiencia que se lleva de estos días en Tenerife es estupenda, junto a su mujer y sus grandes amigos, Feliciano López y Sandra Gago.

Siendo ambos tenistas de profesión, no es raro que coincidan, forjando con el tiempo una estupenda relación de amistad entre las dos parejas que se afianza rápidamente. Feliciano y Sandra se comprometieron tan solo un año después de comenzar su relación, seguros de que lo suyo era para siempre. La boda se celebró en septiembre de 2019 y desde entonces han sido inseparables. Hace pocos días celebraban juntos sus cumpleaños, que son cercanos en el tiempo, dedicándose bellas palabras de amor.

Mientras que Feliciano cumplió 40 años el 20 de septiembre, Sandra soplaba 26 velas el 3 de octubre. “Si no existieras, ¡te inventaría! Feliz cumpleaños mi amor, 26 mil razones para compartir la vida contigo”, escribía entonces el tenista, mostrando su amor por su pareja. Ella tampoco escatimaba en elogios, y le dedicaba unas bonitas palabras: “Por otros 40 como mínimo a tu lado. Te adoramos”. No hay duda de que la pareja atraviesa un gran momento de felicidad, que se multiplica al compartirla con amigos como Ana Boyer y Fernando Verdasco.