Es noticia
Menú
Pilar Eyre: "Me ofende el juego sucio de compañeros que solo intentan desmentirme"
  1. Famosos
ENTREVISTA

Pilar Eyre: "Me ofende el juego sucio de compañeros que solo intentan desmentirme"

"Me siento una impostora en todo, porque todos me han hecho sentir siempre que ese no era mi sitio", nos dice en la presentación de su última novela, 'Cuando éramos ayer'

Foto: Pilar Eyre, en la presentación de su nueva novela. (EFE/Marta Pérez)
Pilar Eyre, en la presentación de su nueva novela. (EFE/Marta Pérez)

Las estrellas del rock y del cine suelen dar las entrevistas en serie, un periodista tras otro hasta agotar existencias. Y así se organiza el equipo de Pilar Eyre, quien pasa las horas y los días hablando de su nueva novela, ‘Cuando éramos ayer’ (Planeta). El pistoletazo de salida de esta gira que la llevará hasta donde Cristo perdió la sandalia empezó el martes 22, jornada que amaneció gallega, como la escritora (su padre), y que terminó soleada y luminosa, también como la escritora. Cuando Vanitatis logra al fin entrevistar a Eyre, entramos en un reservado del estupendo restaurante Dos Torres y nos encontramos a una periodista joven que llora a moco tendido por estar ante el mito. Y el mito es Pilar Eyre, que busca una mirada cómplice sorprendida más que nadie ante la reportera-fan.

¿No sabe que es adorada por sus lectores? Claro que lo sabe, aun así, siempre la perseguirá esa alma de becaria que la atormenta con inseguridades que la hacen sufrir antes de cada libro, antes de cada artículo, incluso antes de cada tuit. Pilar Eyre es de espíritu joven -aunque ella no se cansa de llamarse vieja- y esa juventud la puede comprobar uno en su mirada chispeante y llena de ilusión, tanto al hablar de ‘Cuando éramos ayer’ como al hacerlo de su próxima exclusiva.

placeholder La escritora y periodista Pilar Eyre, que acaba de publicar la novela 'Cuando éramos ayer'. (EFE/Marta Pérez)
La escritora y periodista Pilar Eyre, que acaba de publicar la novela 'Cuando éramos ayer'. (EFE/Marta Pérez)

Hay mucho que comentar: literatura, periodismo, feminismo, personajes famosos…, así que iremos por partes. Lo primero es lo primero y queremos saber detalles de esa faceta de escritora que tantos éxitos le ha reportado: fue finalista del Premio Planeta en 2014 y algunos de los asistentes a la presentación ya reclamaban que le dieran el premio gordo (sí, el Planeta) con su próxima novela.

En ‘Un perfecto caballero' retratabas la Barcelona franquista, ‘Cuando éramos ayer’ va del 68 al 92. Nos falta la última etapa, ¿estamos ante una trilogía?

Bueno, en parte sí, quiero escribir un tercer libro sobre Barcelona, pero no me atrae que sea de la época moderna. De momento tengo una historia en la cabeza, pero es de una época anterior; tengo una opinión demasiado sesgada de la actualidad. Y también volveré a explicarme a mí misma.

Foto: Pilar Eyre. (EFE)

Da la sensación de que escribir una novela es desnudarse un poco.

Yo lo hago sin darme cuenta, me pongo a escribir un libro y salgo yo, estoy en todos los personajes. A la misma edad de la protagonista entré en la universidad, estuve en la lucha antifranquista, me rebelé contra mi familia, contra mi clase social, contra todo, fui una rebelde. Aunque luego a ella le pasan cosas que a mí no me han pasado. También estoy en el personaje de la madre y en muchos personajes de la novela. Eso sí, no he pedido permiso a nadie para contar sus historias porque no salen con su nombre.

Hay personajes que sí salen con su nombre, como Macià Alavedra y Doris Malfeito, por ejemplo. En ‘Mi color favorito es verte’ sale Oriol Maspons…

Los que salen con su nombre real son personajes secundarios que en ningún caso se pueden sentir ofendidos. En este libro también sale Luis Claramunt, un compañero mío de universidad que luego se hizo un pintor muy conocido, murió joven y como lo nombro de una manera simpática pues la verdad es que no creo que se vaya a ofender nadie. Creo que también tengo derecho a contar mi historia, me sale sin querer. Yo empiezo a crear una novela y me doy cuenta de que empiezan a salir mis vivencias. Yo en principio también estaba en esta novela y fueron mis editoras que me dijeron que no, que ya no hace falta que esté.

El libro es el retrato de una generación.

Es una generación que ha quedado allí emparedada entre la Movida, la posguerra… Es una generación de hombres y mujeres que lucharon mucho. Las mujeres, por ejemplo, tuvimos que luchar un montón porque los que tenían que ser nuestros compañeros de lucha eran más machistas que la generación anterior. El feminismo era una cosa que quedaba para el futuro, a nadie se le ocurría hablar de feminismo. Nos decían: "Es una guerra que haremos cuando llegue el momento, ahora tenemos la dictadura del proletariado, tenemos la lucha contra el fascismo…". Siempre había cosas más urgentes que el feminismo. Y mi libro es feminista; bueno, no sé si es feminista o no.

"Los que tenían que ser nuestros compañeros de lucha eran más machistas que la generación anterior"

En tu libro defiendes a las mujeres, los personajes femeninos acaban redimidos de alguna forma, no en cambio los masculinos.

A las mujeres las perdono porque tienen su explicación, tienen su justificación. Los hombres, en este caso no, porque son hombres que por muy liberales que sean pecan de ser muy machistas y sentirse muy superiores. Enrique [Enrique Badía, su pareja] siempre me dice: "Solo retratas hijos de puta". Es que en el fondo a lo mejor es que todos han sido así de alguna manera.

¿Tus novelas son feministas?

Soy feminista y supongo que eso se refleja en los libros que escribo. De todas formas, la mayoría de cosas que se han escrito en esa época las han escrito hombres. Yo creo modestamente que he venido a llenar un hueco porque, como he dicho antes, yo no me he sentido nunca reflejada en nada de lo que ha salido de esa época.

Incluso el sida se ha masculinizado, la tuya es una de las pocas protagonistas que padece sida.

Claro, el sida era una cosa de hombres también, todo. Y las mujeres lo padecieron. También entro en el concepto madre e hija, que a mí me parece capital para explicar la vida; esa relación que las madres clásicas de mi época, las del moño a lo Grace Kelly, señoras bien, que a través de las hijas tuvieron que descender a los infiernos. Tuvieron que darse cuenta de lo que era la vida por los hijos.

Foto: La periodista y escritora Pilar Eyre. (EFE)

¿Puede servir la literatura para expiar algún tipo de rencilla personal?

Conscientemente no, pero supongo que inconscientemente sí. Yo siempre me he sentido una impostora en todas partes, una desplazada. No me sentía a gusto con mi origen familiar y tampoco con los grupos antifranquistas. Ni en la literatura ni en el periodismo. Y eso te convierte en una persona con unas cuentas que saldar.

¿Te sientes en la obligación de justificarte ante según qué crítica? Por ser de buena familia, mujer, periodista de crónica social…

Por todo eso me siento una impostora en todo, porque todos me han hecho sentir siempre que ese no era mi sitio, desde que era muy pequeña. Fíjate en los años que tengo y siempre he tenido la misma sensación. Mis motores son la literatura y el periodismo, las ganas de ir a la contra, de luchar, de desafiar. Si hasta me pongo enferma, he estado a 40 de fiebre por los nervios de la presentación de la novela.

"Mis motores son la literatura y el periodismo, las ganas de ir a la contra, de luchar, de desafiar"

Estabas preocupada porque pensabas que no iba a ir nadie…

Exacto, llamé a Luis [Luis Pliego, director de ‘Lecturas’] y le pedí que por favor viniera. Y él aquí, con la pierna rota. Soy una persona muy atormentada.

Pero luego en tus crónicas te ríes de ti misma.

Me afecta todo mucho, soy muy suspicaz. Cuando me hablan de la felicidad me parece una película burguesa, porque la felicidad yo no la comprendo. Tengo momentos de euforia, cuando consigo una exclusiva, porque me sigue funcionando la adrenalina.

¿Qué exclusivas preparáis?

Bueno, mañana [el pasado miércoles] publico una cosa sobre la niña Marichalar, pero no es exclusiva. Sé que la infanta Elena se oponía a que su hija entrara en el mundo de la moda y las influencers, y hasta que no dijo que adelante, no hablaron con la agencia que la representa.

Foto: Iñaki Urdangarin. (Cordon Press)

¿Y el abuelo?

Juan Carlos se emocionó mucho con lo que dijo ella de él, estuvo llorando.

¿En ningún momento has sentido un poco de lástima por el Rey emérito?

Ni por él ni por su familia. Está fenomenal, viviendo como un jeque árabe, tiene responsabilidades desde que era niño y ahora vive sin obligaciones. Juan Carlos está llevando una vida privada que no la ha llevado nunca, hace lo que le da la gana, van a verlo todos sus amigos… y sus amigas. Lo único, lo que yo intuyo después de conocerlo más que a mi padre, más que sus hijas, es que sigue enamorado de Corinna.

"Intuyo, después de conocerlo más que a mi padre, que Juan Carlos sigue enamorado de Corinna"

Dices que intuyes, ¿cuesta separarse de los personajes a los conoces tanto? Seguramente tú intuyes lo que va a hacer el rey Juan Carlos antes de que él lo anuncie, ¿cómo te frenas?, ¿cómo equilibras esa situación?

A ver, yo creo que ellos también nos leen, Silvia, cuando decimos cosas en los periódicos o donde sea, podemos influir en ellos, no viven en una burbuja y tampoco somos tantos los periodistas que escribimos sobre estos temas. En cierta manera también les puede influir lo que decimos, pero sí, al Rey lo conozco muchísimo. Yo sabía perfectamente desde que se fue de España que no iba a volver. Me ha costado mucho, mucha gente me desmentía y yo llamaba a mi fuente y me repetía: "Que no te engañen, que no va a volver". Esta frase me la deben haber dicho 30 veces.

¿Cómo encaras esos desmentidos, esas críticas de compañeros?

Pues muy mal, claro, muy mal porque yo sé que estoy contando la verdad, sé que no estoy mintiendo. Cuando sabes que es verdad y ves a compañeros que lo único que hacen es intentar desmentirte, me ofende mucho el juego sucio que hay y los compañeros que se dedican a intentar desmentir mis informaciones. Si tú tienes una información y la publicas, y luego cualquier perroflauta sale diciendo que no es verdad, que se lo ha dicho no sé quién, o el entorno, o lo que sea, eso me molesta mucho, lo llevo muy mal. Y sé que me puedo equivocar, porque me he equivocado, y a veces me han pasado información contaminada, o yo misma, por el afán de la exclusiva, he dado por hecho cosas que no estaban confirmadas. Todos lo hemos hecho, pero porque damos información.

Foto:

Eres de las pocas periodistas de este país que admite que se puede haber equivocado, y además informando de algo tan sensible como lo es la Casa Real, que una de las cosas clásicas que tiene es que no desmienten nunca… o prácticamente nunca.

A mí sí… Aparecieron unos tíos que no se manifiestan jamás, hicieron mandar una foto… Queda claro, si a una pobre periodista le hacen esto, lo que puede llegar a hacer la maquinaria de la Casa Real. Y ojalá no me hubiera equivocado nunca, pero si das información, alguna vez te vas a equivocar. Si lo único que haces es desmentir a los demás, como no te arriesgas, pues entonces claro que no te vas a equivocar nunca. Puede que tus informaciones siempre sean buenas, pero eso es porque no tienen ni verdad ni mentira, porque no dices nada. Si tienes información, claro que alguna vez te la cuelan.

Tras vuestra exclusiva de la infidelidad de Iñaki Urdangarin a la infanta Cristina, ¿qué queda?

Es que me emociono con esta historia, porque recuerda que después hablamos con la infanta Cristina. Son dos grandes exclusivas, pero yo me emociono con cualquiera.

Como una becaria.

Pues sí, mira, cuando un compañero tiene una noticia que podía haber sacado yo, le envidio. Nos pasa a todos y quien no lo reconozca no dice la verdad.

Las estrellas del rock y del cine suelen dar las entrevistas en serie, un periodista tras otro hasta agotar existencias. Y así se organiza el equipo de Pilar Eyre, quien pasa las horas y los días hablando de su nueva novela, ‘Cuando éramos ayer’ (Planeta). El pistoletazo de salida de esta gira que la llevará hasta donde Cristo perdió la sandalia empezó el martes 22, jornada que amaneció gallega, como la escritora (su padre), y que terminó soleada y luminosa, también como la escritora. Cuando Vanitatis logra al fin entrevistar a Eyre, entramos en un reservado del estupendo restaurante Dos Torres y nos encontramos a una periodista joven que llora a moco tendido por estar ante el mito. Y el mito es Pilar Eyre, que busca una mirada cómplice sorprendida más que nadie ante la reportera-fan.

Casa Real
El redactor recomienda