Samantha Vallejo-Nájera, Sara Baras y otros vips comparten el recuerdo más especial con su madre

En un día diseñado para homenajear a nuestras madres, les proponemos a ocho personalidades famosas que rebobinen su memoria y rescaten los momentos más especiales compartidos con ellas, ese gesto de cariño que resulta imposible olvidar, sus lecciones de vida y hasta la nostalgia por esos platos cinco estrellas con los que nos conquistaban cada domingo.

Samantha Vallejo-Nágera (Chef)

"Recuerdo cuando me llevaba los viernes por la mañana al Mercado de la Paz, en la calle Ayala de Madrid, para ayudarle a hacer la compra. Para mí era el planazo total. Pasábamos por la pescadería, la quesería... Ella me explicaba cómo comprar bien, cómo distinguir el producto fresco, cómo pensaba cocinarlo en casa... Y yo, que era muy curiosa, muy disfrutona y muy comilona, me lo pasaba bomba. Lo mejor era que muchas veces me daban a probar unas veces una fresa riquísima de primavera en Frutas Vázquez, otras un trozo de queso, un albaricoque de temporada... ¡Era como tomar el aperitivo desde las diez de la mañana!".

Antonio Carmona (Cantante)

"Lo que más recuerdo es cómo nos crio, ella sola (mi padre siempre estaba viajando por el mundo tocando la guitarra), a mí y a mi hermano Juan José, cómo nos cuidaba, con cuanto cariño... Es y era guapísima, con unos ojos claros muy llamativos, una madre gitana moderna con carnet de conducir; todavía me acuerdo lo mucho que me impresionó cuando se compró su primer coche. Nos cuidaba con mucho mimo, me vestía en la cama dormido antes de llevarme al colegio, y era tan entregada, siempre tan pendiente de sus hijos que hasta en una ocasión llegó a llevarme un Cola Cao con galletas a la garita mientras hacía una guardia en la mili".

Ana García-Siñeriz (Periodista)

"Uno de los momentos que recuerdo con más cariño es cuando mi madre nos llevaba a mis hermanas y a mí a la Plaza Mayor de Madrid a comprar 'figuritas' para el Belén y el árbol de Navidad. Cada vez que veo la película 'La gran familia' me acuerdo de la emoción de los días previos a ir a ese mercado, del frío en la cara y en las manos, de los puestos y de la vuelta a casa en el Seat 600, con todas las hermanas apretadas en el asiento trasero acaloradas bajo los jerséis caseros, que en esa época picaban muchísimo, entre ramas punzantes, risas y empujones (aunque éramos pequeñas, había que defender el espacio)".

Sara Baras (Bailaora)

"Mi madre no es solo mi maestra de profesión, sino también de la vida. Tengo un recuerdo muy especial de cuando era pequeña y empecé a hacer mis primeras actuaciones y a compartir mil aventuras artísticas con ella. En aquella época actuábamos mucho en las residencias de ancianos. A mi madre Concha, que era profesora de baile, le gustaba mucho organizar espectáculos solidarios y recuerdo ir con ella y con los grupos de su academia de baile de San Fernando por muchos pueblos de Andalucía, actuando aquí y allá. Ella siempre supo dosificar mis pasos. Viajábamos en autobús durante horas, pero para nosotros era muy divertido y creo que fue ahí cuando empecé a ser consciente de lo bonito que era hacer felices a los demás con nuestro arte".

Cayetana Guillé- Cuervo (Actriz)

"Mi madre... no la puedo querer más. Es mi gran apoyo, la persona que mejor me entiende, la que me lee el cansancio y la decepción, aunque esté riéndome a carcajadas. Amo sus canelones a la catalana. Recuerdo mi infancia en la cocina, alrededor de la sartén con bechamel. Ella se daba la vuelta y yo me zampaba la cuchara de madera. Ahora voy a comer con ella a menudo, y me trae la bandeja de canelones gratinados con brillo en los ojos y un temblor de emoción. Espera mi sonrisa como la respuesta a todas las preguntas. Los canelones de mi madre son una de esas cosas por las que merece la pena vivir".

Javier Muñoz Calero (Chef)

"Debía tener unos seis años cuando descubrieron que tenía dislexia. En el colegio pensaban que era un niño raro (poca gente estudiaba la dislexia en esa época), iba el último de la clase, era inseguro... hasta que mi madre, Paloma, me llevó a una psicóloga. No se me olvidan todas las veces que vino conmigo a visitarla y cómo, con toda la paciencia y el cariño del mundo, me enseñó a escribir y a leer con aquellas cartillas Rubio de la época, a unir las letras correctamente (yo escribía al revés), a sumar... Recuerdo sus palabras: "No te preocupes hijo, que lo vas a conseguir". Tuve que repetir Primero de EGB (lo pasé fatal) pero mi madre siempre confió en mí y me ayudó a desterrar aquel miedo a mí mismo. A cambio, desarrollé una gran memoria fotográfica y una creatividad que, después, ha sido fundamental en mi oficio".

Marta Carriedo (Influencer)

"De niña iba de vacaciones a Benidorm (mis abuelos tenían casa allí) y como mi madre y yo somos tan playeras y nos gusta tanto el mar, los recuerdos más especiales con ella me llevan directamente al Mediterráneo. Nos bañábamos juntas, me enseñaba a nadar, me daba un yogur, que tardaba dos horas en comérmelo, de un lado a otro del paseo marítimo (yo comía fatal)... Por la tarde nos llevaba a Polop de la Marina, un pueblo próximo, a ver sus famosas fuentes con 200 chorros de agua, llenábamos las tinajas de agua y lo pasábamos pipa. Todo era una fiesta gracias a mi madre, tan alegre, vitalista, cariñosa y siempre pendiente de mí".

Carla Goyanes (Empresaria)

"De niña pasaba muchos fines de semana en la finca de mis abuelos de Extremadura y me acuerdo de aquellos paseos interminables que daba con mi madre hasta el río o cómo recogíamos huevos de las gallinas, me llevaba a coger bellotas para dárselas a los cerdos... Luego hacíamos postres juntas, sobre todo una mousse de chocolate que nos encantaba a todos. Mi madre, siempre tan detallista, nos organizaba además las mejores fiestas de cumpleaños que una niña pueda soñar, con todo lo que nos gustaba a mi hermana y a mí, avisaba a todas nuestras amigas... y nos hacía las niñas más felices. Aunque lo mejor era cuando alguna vez me llevaba a su trabajo, que era lo que más me divertía, verla trabajar... ¡e imitarla!"