La cabezada de Patricia, la reveladora respuesta del emérito... Los detalles no vistos
Mario Vargas Llosa ingresa en la Academia Francesa y lo hace bajo la atenta mirada de toda su familia y su gran amigo, el rey Juan Carlos, que ha viajado a París
En una realidad paralela, el día de hoy habría sido muy diferente para Mario Vargas Llosa. Junto a él habría estado Isabel Preysler, la mujer con la que ha compartido su día a día en los últimos años, pero la vida da muchas vueltas y el final de esta relación lo ha cambiado todo.
El escritor ha estado acompañado por su familia, pero el lugar que antaño ocupara Isabel ha estado ocupado por la mujer que lo hizo antes que ella. Patricia Llosa ha regresado a la vida del premio Nobel y junto a sus hijos -Gonzalo, Álvaro y Morgana- y sus nietos ha acompañado al escritor en la ceremonia de ingreso en la Academia Francesa. A partir de ahora ocupará el sillón 18.
Un discurso en francés
El abuelo haciendo la prueba de sonido y atril esta mañana bajo la atenta mirada de su nieto Leandro, horas antes de colocar el segundo y definitivo pie en la inmortalidad. pic.twitter.com/OLZ4Zll4Zw
— Álvaro Vargas Llosa (@AlvaroVargasLl) February 9, 2023
Este es un gran honor, pues ha sido admitido a los 86 años (en teoría solo aceptan candidatos hasta los 75 años) y además es el primero en acceder a la institución sin haber escrito en lengua francesa. Sí ha sido en esta lengua su discurso, unas palabras en las que no ha querido dejar nada al azar y esta misma mañana ensayaba para que todo saliera perfecto.
* Si no ves correctamente este formulario, haz clic aquí
Lo hacía bajo la atenta mirada de su hijo Álvaro, quien no solo le ha acompañado en estos momentos clave en su vida, también ha querido recoger estos instantes, que ya forman parte de la historia. “El abuelo haciendo la prueba de sonido y atril esta mañana bajo la atenta mirada de su nieto Leandro, horas antes de colocar el segundo y definitivo pie en la inmortalidad”, escribía en sus redes sociales.
Los inmortales y su célebre uniforme
Tal y como decía su hijo, Mario se acerca a la inmortalidad con este nombramiento, pues así se conoce a los miembros de la Academia Francesa fundada en 1635 por el cardenal Richelieu, gracias a su lema ‘A la inmortalidad’, que, en realidad, hace referencia a la lengua francesa. Vargas Llosa se ha vestido con su célebre traje verde, el uniforme de gala de la Academia con casaca oscura y hojas de olivo bordadas en dorado.
Además de este traje, los académicos también llevan una espada -se dice que la propia Isabel (o Tamara) le ayudó a escoger antes del fin de la relación-, complemento que le fue entregado el día anterior de manos de la secretaria permanente de la Academia, Hélène Carrère d'Encausse. “Es la primera vez que poseo una espada”, decía Vargas Llosa al recogerla. Hecha en Toledo por Antonio Arellano, es de estilo medieval y tiene sus iniciales grabadas.
Emoción y cabezadas
Estos están siendo unos días cargados de nervios y emoción para el escritor y su familia, desde que viajaron todos juntos a París para compartir este nuevo hito en la historia. Nerviosismo, excitación y cierto desasosiego que ha pasado factura a Patricia, quien no podía evitar bajar la mirada durante algunos momentos de la ceremonia, dando la impresión de estar dando una cabezada.
Un dardo en Twitter para Preysler (o no)
Atención al mensaje que colgó en la citada red social Álvaro Vargas Llosa a las 20:16 horas de este jueves: "Nadie merecía estar en primera fila más que ella". Lo dice en referencia a su madre, Patricia Llosa. Eso queda meridianamente claro en el texto adjunto. Lo que no queda tan claro es si se trata (lo parece) de una indirecta muy directa a Isabel Preysler, la ex pareja de su padre.
A nadie deben mi padre y su obra tanto como a ella. Mi padre lo ha proclamado muchas veces en público, nos lo repite a menudo en privado. Nadie merecía estar en primera fila más que ella. La mujer de su vida, dicen los cursis. No sólo los cursis. Los inmortales también. pic.twitter.com/VGKjtYECDb
— Álvaro Vargas Llosa (@AlvaroVargasLl) February 9, 2023
Invitados personales de Mario
Humor y alegría antes de la gran sesión solemne "sous la Coupole". pic.twitter.com/Ow2yU75Glx
— Álvaro Vargas Llosa (@AlvaroVargasLl) February 9, 2023
Además de con su familia, Mario ha querido compartir este momento con algunos de sus más allegados, como es el caso de don Juan Carlos, invitado personal del escritor y que no ha dudado en acudir a la Academia para ver en primera persona este nuevo éxito en la vida de su amigo.
Hacía acto de presencia con un traje azul al que ponía una nota de color gracias a su corbata de color burdeos. Un protagonismo que compartía con su hija, la infanta Cristina, quien tampoco ha querido perderse la ceremonia, escogiendo una chaqueta de lentejuelas en color marrón, una nota de color para un atuendo en el que negro era predominante.
Ambos acudían unos minutos antes de que comenzara la ceremonia. Don Juan Carlos llegaba el Anfiteatro del Instituto Francés utilizando un bastón como apoyo y allí era recibido con todos los honores. Un recibimiento “de acuerdo a su rango”, tal y como ya anunció Hélène Carrère d’Encausse que sucedería en una entrevista para ‘El País’.
Don Juan Carlos y su hija ocupaban los asientos de las primeras filas, destinadas a los íntimos -también en estas primeras filas se sentaron los hijos y la exmujer del artista-. Muy cerca también de estos primeros puestos se podía ver al ex primer ministro Manuel Valls y a Susana Gallardo, amigos del escritor, quien acudió a su boda (por aquel entonces en compañía de Isabel Preysler).
Las declaraciones de los protagonistas
A su salida del mítico anfiteatro de la capital francesa, ambos amigos han querido atender con amabilidad a la prensa allí presente. En primer lugar, el nobel de Literatura quiso echar un capote a favor de su amigo para allanarle el terreno, intuyendo las preguntas posteriores. "Yo creo que tendría que haber un poco más de comprensión y de agradecimiento con un Rey del que depende en gran parte la libertad de la que gozamos hoy en España. El rey emérito Juan Carlos ha hecho un gesto muy simpático viniendo”, pronunciaba el peruano ante los micrófonos.
Tan solo un instante después, se planteaba la cuestión clave del acto. “¿Don Juan Carlos, regresará usted a España?”, sonaba entre la muchedumbre. “Seguramente”, ha sido la respuesta del emérito.
Una sesión llena de sorpresas
Los guiños y reconocimientos al escritor no han faltado durante la ceremonia, como el que el académico Daniel Rondeau ha querido tener. Mostraba un banderín del Colegio Militar Leoncio Prado, donde estudió Vargas Llosa en los años 1950 y 1951 y que quedó retratado en su primera novela, ‘La ciudad y los perros’, un recuerdo de su visita a Lima, ciudad que quiso conocer tras leerla.
La ceremonia ha finalizado con un gran aplauso para el escritor, que ha recibido una cálida bienvenida a la Academia Francesa.
En una realidad paralela, el día de hoy habría sido muy diferente para Mario Vargas Llosa. Junto a él habría estado Isabel Preysler, la mujer con la que ha compartido su día a día en los últimos años, pero la vida da muchas vueltas y el final de esta relación lo ha cambiado todo.