Exclusiva | Morante de la Puebla celebra la comunión de su hija en la intimidad de su pueblo

José Antonio Morante de la Puebla y su esposa, Elisabeth Garrido, celebraron en la intimidad familiar la comunión de su hija menor, Lola, de diez años. La pareja, a pesar de la enorme popularidad del torero, que consiguió un hito histórico la pasada Feria de Abril al cortar un rabo en la plaza y abrir la Puerta del Príncipe, siempre es muy discreta en su vida familiar.

Pocas son las ocasiones en las que son fotografiados en público y esta fue una de ellas. Lola recibió su primera comunión junto con sus compañeros en la iglesia de la Granada en La Puebla del Río. El matrimonio tiene otra hija de 12 años, María, pero además forman familia numerosa con José Antonio, el mayor de los tres hijos del torero, de 16 años, y fruto de su primer matrimonio con Cynthia Antúnez.

La familia vive en el pueblo natal del diestro, La Puebla, en una bonita finca que cuenta con vivienda, plaza de tientas y un campo de fútbol. Este deporte es otras de las grandes pasiones de Morante, que siempre se ha confesado bético. Se llama La Huerta de San Antonio. Este año, el 2 de noviembre, la pareja celebrará 13 años de matrimonio, aunque ambos se conocen de toda la vida.

Eli es una de las pocas mujeres de torero que acude siempre a ver a su marido a la plaza. De hecho, el día que salió en la Maestranza por la Puerta del Príncipe estaba allí acompañada de una amiga: "Estoy más tranquila viéndolo torear", comenta a Vanitatis. "Me gusta disfrutar de su arte y vivir en tiempo real lo que está pasando en la plaza". Su discreción hace que pase desapercibida, pero es conocida por todos los seguidores del diestro.

Nuria González y su hermana Yolanda, grandes aficionadas taurinas, tuvieron oportunidad de saludarla en Sevilla. Eli es una mujer que también se interesa por la moda y entre sus diseñadoras favoritas se encuentra Inés Domecq, con la que tiene muy buena relación. Sin embargo, su círculo de amistades lo conforman sus amigas de toda la vida.

Un torero artista

José Antonio tiene una personalidad muy peculiar: se considera artista en muchas facetas y es además un gran amante de la pintura y coleccionista. Esta es una de las pocas ocasiones en la que hemos podido fotografiarle en la intimidad familiar, rodeado de sus tres hijos y con su mujer. El torero ha empezado ya a recoger trofeos tras su triunfo absoluto en la Feria de Abril. Hace solo unos días, por ejemplo, recibía en los Reales Alcázares de Sevilla y en presencia de Curro Romero dos trofeos taurinos de El Corte Inglés y de gran tradición denominados Puerta del Príncipe: uno como triunfador de la feria y otro a la mejor faena.

Los asistentes al acto pudieron disfrutar también de la presencia de Juan Antonio Ruiz, Espartaco, que acaba de estrenarse como abuelo. Juan forma parte del jurado encargado de conceder los galardones, y este año, en su XXVII edición, le hizo entrega a su propio hermano, Manuel Jesús Ruiz, de un premio, protagonizando uno de los momentos más emotivos de la noche. Curro, Espartaco y Morante, tres toreros sevillanos que forman parte de la leyenda, juntos.

José Antonio es conocido también por sus peculiaridades. Por ejemplo, le gusta salir a pasear por la ciudad horas antes de la corrida "para estirar las piernas y despejarme", según comenta en privado. Algunos aficionados no dan crédito cuando se cruzan con él cerca de la plaza, paseando tranquilamente. También es un gran amante del flamenco y en privado se "pega su pataíta" bailando por bulerías. Tiene una gran amistad con Rafael de Paula, que, a pesar de su delicado estado de salud, este año acudió a verlo a torear a la Maestranza las tres tardes. La afición taurina lo considera el relevo generacional de toreo de arte, y hasta en los bordados y el color de sus trajes de torear tiene un sello personal. Incluso en su capote, que combina el rosa con el verde, y no el amarillo.