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Tamara Falcó ya estaba en detox antes de nacer
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OPINIÓN

Tamara Falcó ya estaba en detox antes de nacer

En el verano de 1981 (Tamara nació en noviembre de ese mismo año), Isabel Preysler disfrutó junto a Carlos Falcó de una conocida clínica dedicada a los tratamientos de belleza y ayuno

Foto: Posado de Isabel Preysler y Tamara Falcó. (Instagram/ @tamara_falco)
Posado de Isabel Preysler y Tamara Falcó. (Instagram/ @tamara_falco)

Hasta que no apareció Vargas Llosa en la vida de Isabel Preysler y se convirtieron en pareja, Ia socialité no era clienta fija de la clínica Buchinger. Para el nobel, en cambio, era una costumbre. Definía esos 21 días como "sagrados" en su agenda personal. Cada verano, durante más de treinta años, acudía con Patricia, con la que ha vuelto a reencontrarse y han compartido con sus hijos la villa de Punta Cana. Cumplían con lo que ahora se llama dieta detox y antes ayuno. Este tratamiento de limpieza integral es la joya de la corona de este centro de salud y belleza de la Costa del Sol. Una vez cumplida la misión saludable, no participaban de la vida social marbellí. Para los paparazzi, seguir al matrimonio Vargas Llosa no era rentable. Las imágenes no se cotizaban.

A este plan se unió Isabel Preysler cuando hicieron público su romance. Ese primer verano ya cumplió con los “días sagrados” de su novio. Era el plan al que se acoplaba sin problemas. Después desaparecían, como hacen los reyes Felipe, Letizia y sus hijas en sus vacaciones privadas y secretas.

placeholder Isabel Preysler. (EFE/Antonio Terrón)
Isabel Preysler. (EFE/Antonio Terrón)

En los últimos ingresos en la Buchinger, también se apuntaba Tamara con un régimen mucho menos estricto que Vargas Llosa. Isabel Preysler centraba esos días saludables más en tratamientos de belleza, yoga y gimnasia que en dietas para desintoxicarse. En su caso, no era ni es necesario.

Si hacemos caso a las explicaciones que ha dado Tamara sobre las costumbres nutricionales en la mansión familiar, Preysler comienza todas las mañanas con un zumo verde a base de frutas y verduras. En este sentido, la marquesa de Griñón está más en el núcleo Falcó, de buen comer y beber, que en el de su madre.

Foto: Tamara Falcó, durante el programa. (Instagram/@elhormiguero)

La 'dama de corazones' siempre se ha cuidado y hubo un tiempo, antes de que naciera Tamara, en el que acudía con el marqués de Griñón a la clínica Incosol. Este establecimiento no era estrictamente hospitalario, como Buchinger, sino más bien una mezcla entre hotel de lujo y centro de belleza que inauguró Carmen Polo en 1973.

placeholder Isabel Preysler, en la clínica Incosol. (Revista Tiempo)
Isabel Preysler, en la clínica Incosol. (Revista Tiempo)

Fue durante años el feudo de Cristóbal Martínez-Bordiú y al que acudían las fuerzas vivas y sociales de España. Y por supuesto, parte de la familia Franco. Una de ellas era Carmen Martínez-Bordiú con su marido Alfonso de Borbón cuando el matrimonio funcionaba como duques de Cádiz. Isabel Preysler aún no se había apuntado al plan de su amiga, pero sí lo hizo años después cuando se casó con Carlos Falcó. El verano en que estaba embarazada de cinco meses, Isabel pasó unos días cuidándose en Incosol. Por lo tanto, ya en el vientre de su madre, Tamara disfrutaba en aquellas fechas de los cuidados antes de nacer.

placeholder Reportaje de Isabel Preysler embarazada en la clínica Incosol. (Revista Tiempo)
Reportaje de Isabel Preysler embarazada en la clínica Incosol. (Revista Tiempo)

La revista 'Tiempo' publicaba en julio de 1981 unas imágenes de los marqueses de Griñón descansando en la zona de la piscina. El reportaje daba datos completos de esa estancia en la habitación 314. Una de las peticiones que hizo la pareja a la dirección del centro era que se mantuviera en secreto su ingreso. No pudo ser, como demostraron las fotos de la revista. En el reportaje se explicaba cómo los paparazzi se enteraron de la noticia y enseguida establecieron un plan de trabajo que dio como resultado el éxito esperado para los profesionales. Por primera vez se veía a Isabel Presyler embarazada y en traje de baño y, como guinda, el complemento del marqués de Griñón.

Cuatro meses después, el 20 de noviembre de 1981, llegaba al mundo Tamara tras un verano donde su madre había recibido cuidados saludables en Incosol. La que se convertiría con el tiempo en la actual marquesa de Griñón ya había probado indirectamente los beneficios de los tratamientos saludables. La protagonista de la boda del próximo 8 de julio en el Rincón ha elegido la Buchinger para preparase ante lo que será el día más importante de su vida. Como ella misma declaraba a Vanitatis hace unos días, no era cierto que quisiera adelgazar diez kilos en tan poco tiempo. Ni tampoco encerrarse. Ni cuarenta días, como hizo Abraham en el desierto, ni treinta ni quince. “Lo que haré será lo mismo que hago en verano. La diferencia es que voy a cambiar el timing. El vestido me lo hacen a medida y, por lo tanto, está hecho a mi cuerpo. Menuda tontería y falta de respeto. Yo estoy en mi 'normopeso'”.

Hará unos días de dieta detox y tratamientos de belleza igual que hacen muchas novias y novios. Nada más. Está muy molesta con las afirmaciones que se han hecho de que tenía previsto adelgazar diez kilos en muy poco tiempo: "Para bajar esos kilos tendría que estar un año. ¿Que podría estar más delgada? Pues sí, pero vamos, que lo encuentro todo un poco indignante. Como ya he dicho varias veces, para mí lo importante es el sacramento del matrimonio".

Hasta que no apareció Vargas Llosa en la vida de Isabel Preysler y se convirtieron en pareja, Ia socialité no era clienta fija de la clínica Buchinger. Para el nobel, en cambio, era una costumbre. Definía esos 21 días como "sagrados" en su agenda personal. Cada verano, durante más de treinta años, acudía con Patricia, con la que ha vuelto a reencontrarse y han compartido con sus hijos la villa de Punta Cana. Cumplían con lo que ahora se llama dieta detox y antes ayuno. Este tratamiento de limpieza integral es la joya de la corona de este centro de salud y belleza de la Costa del Sol. Una vez cumplida la misión saludable, no participaban de la vida social marbellí. Para los paparazzi, seguir al matrimonio Vargas Llosa no era rentable. Las imágenes no se cotizaban.

Tamara Falcó