Su adicción a las drogas, su infancia y el robo que sufrió el pasado mes: Miguel Bosé se sincera en 'El hormiguero'

La salud del cantante Miguel Bosé parece haber mejorado y, tras aplazar la entrevista que tenía fijada para el pasado día 6 de septiembre, ha visitado hoy el plató de 'El hormiguero'.

El motivo de esta esperada visita ha sido presentar la docuserie 'Bosé renacido', donde el cantante narra las etapas más importantes de su vida. Aunque, a lo largo de la entrevista ha terminado contando diferentes anécdotas y hechos desconocidos de su trayectoria profesional.

Miguel Bosé ha llegado pidiendo perdón por no haber acudido al programa en la anterior ocasión debido a sus problemas de salud. Pablo Motos ha explicado que el cantante sufrió un robo hace un mes mientras estaban sus hijos dentro de casa y esto pudo ser la causa de que no se encontrara bien.

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El cantante ha querido explicar la situación que vivió. "De repente me despierta alguien y veo unas caras que no reconozco y que tenían un silenciador, no sabía qué me pasaba y ya vi a mis hijos a pie de cama rodeados por unos encapuchados con máscaras con muchas armas", ha comentado el cantante. Decían que eran profesionales, pero no lo eran porque nos ataron con los cordones de las zapatillas, ha añadido el artista. "Un profesional te echa un espray y tú no te enteras, no se enfrentan con las personas", ha continuado, aunque ha aclarado que "no hubo violencia, pero había empujones entre ellos e insultos hacia mí", ha concluido.

"Les llevé a las cajas fuertes que son como de hotel, ellos querían separar a los niños y les dije que no, que los metieran en una habitación con la señora de la casa y yo me doy una vuelta con vosotros. Los ataron con los lazos y los taparon, y se quedaron durante más de dos horas sin moverse. Uno de los que se quedó con ellos les tranquilizó y antes de irse cogió a uno de los pequeños y le desató, y le dijo que en media hora desatara a los demás y que no dijera nada, algo que Miguel ha agradecido.

"No sabían dónde iban, de repente uno dice: 'Chavos, este es Miguel Bosé' y dije sí, y se quitó la máscara y me dijo que era fan", ha comentado ya entre risas. "Vamos a llevar las cosas por buen camino o se acabaron los conciertos", dijo uno de los atracadores y otro pidió un selfi, algo que calmó al cantante. "En ese momento tuve la sensación de que no iba a pasar nada y cuando vi entrar a mis hijos, vi que en sus ojos no había miedo". Además, uno de sus hijos había preparado una lista mental con las armas que llevaban.

"Quiero agradecerles una cosa. Tengo dos amigas californianas que cada Navidad, cada cumpleaños me han ido regalando objetos que las apasionan y yo detesto, una gama muy alta de maletas y monederos, y se las llevaron todas, gracias", ha concluido el cantante zanjando el tema del robo, que le impidió tocar nada en su casa durante tres días para que se cogieran huellas. "Fue una experiencia horrible y terrorífica, pero tuvimos suerte gracias a mis ángeles de que no nos pasó nada ni a mis hijos, ni a mí, ni a nadie de la casa. Estoy en la época de entregarlo todo con el libro, el documental y todavía no había entregado las cosas materiales", ha finalizado el artista.

Después ha continuado hablando de la relación con su padre. Le ha definido como la persona que cumplía con todo lo que el régimen quería, puesto que era conquistador y muy macho, además de un gran cazador. "Franco lo llamaba 'mi niño', le concedía todo, hasta que su hermano Domingo, que fue uno de los fundadores del partido comunista, se muriera por España", ha explicado el cantante.

El presentador ha querido comentar la fama de ligón que tenía el torero. "Había una actriz, serbia y guapísima, que se suicidó el día que mi padre se iba a casar con mi madre y la encontraron con una foto de mi padre en la mano", ha explicado el cantante para poner un ejemplo del gran éxito de su padre.

También ha explicado cómo era la relación de Luis Miguel Dominguín con su madre, Lucía Bosé. "Mi madre era la mujer que mi padre se merecía. Eran dos egos, con trastorno narcisista y mucha personalidad", ha relatado el cantante, que nunca ha sentido que sus padres se pusieran en un segundo lugar y pensaran en sus hijos por encima de ellos mismos. Para poner orden en la casa estaba la tata, que se encarga de trasmitir valores a los pequeños y de mantener a raya a los progenitores. El músico ha explicado que cuando se separaron, la tata le mandó cambiarse a su madre porque no podía salir tan preparada estando recién separada. Aunque la tata también tenía para el torero, y un día que llegó borracho le dio un manotazo y le dijo que en esa casa así no entraba delante de sus hijos.

De su infancia ha narrado, entre risas, cómo intercambiaba dibujos con Pablo Picasso. "Mi hermana le decía que no sabía pintar, que yo lo hacía mejor", ha añadido. Además, ha comentado cómo todo eran excusas para hablar de su orientación sexual. "Un día, tu padre le dijo a tu madre que le había contado que el niño leía mucho", ha dicho el presentador, a lo que Miguel ha respondido con un contundente "maricón". En otra de las anécdotas su padre dijo: "Me han dicho que el niño tiene peceras en casa con animales, si le gustan tanto por qué no caza".

"Así era mi padre", ha añadido. "Me llevó de safari y me entró malaria porque mi padre no me quería dar las pastillas. Estábamos una cacería de hipopótamos y me picó. Fue un infierno, llegué a Madrid pesando 14 kilos y el médico le dijo que le admiraba como torero, pero que como persona era una mierda", ha concluido el cantante. También ha explicado que esta fue una de las causas del divorcio de sus padres, que se produjo un año después de este hecho. Además, ha contado que en casa tenían un mono y que tiene una cicatriz provocada por el mordisco que le dio el animal en la cara.

Una Navidad, su madre pidió a la tata que se llevara las escopetas a la finca de Villapaz, a la que iban porque en su casa se solucionaban las cosas a tiros. "No sé qué pasó, pero mi padre salió con mi madre colgando del brazo y mi madre le pidió el divorcio. Cuando nos íbamos, fui a despedirme de la casa y vi que el torreón estaba en llamas. Mi infancia se había quemado", ha relatado visiblemente emocionado el cantante al hablar de una casa a la que no ha vuelto hasta el rodaje del documental.

"No hay rencor con mi pasado", ha aclarado, aunque reconoce que cuando sus padres se separaron vivió una etapa muy dura. "Mi padre dejó a mi madre la casa de Somosaguas, pero no tenía recursos porque tardó poco en volver al cine, pero no era bien pagada. Sus amigos le dijeron a mi padre que nos pasara algo, nos pasaba 30.000 pesetas y lo que hicimos fue cerrar la planta de abajo, cortar el agua caliente y la calefacción", ha explicado el compositor. "Para bañarnos, la tata preparaba una bañera a cazuelas. Te acostumbras, a veces nos dormíamos los tres en la misma cama para calentarnos, pero la tata tenía mucha alegría y decía que eran lecciones de la vida de las que hay que aprender y nos daba actividades para que la ayudáramos y no pensáramos. Nos unimos", ha relatado el cantante.

Lo más duro de esta etapa para Miguel Bosé y sus hermanos fue fingir y hacer como si nada hubiese pasado. "Un día, un alumno de mi clase me señaló y me dijo: 'Te he descubierto mentiroso, traidor', y yo, que era un niño tranquilo, le estampé la cabeza contra la pared", ha continuado el artista.

El éxito le llegó al cantante en tan solo unas horas tras actuar en un conocido bar. "Dejé de ser el Miguelito o el hijo de... a ser Miguel Bosé", ha explicado el artista, que hacía en aquel momento lo que nadie se atrevía a hacer. "Encima baila", decía la gente, cuando le describían.

Durante esa etapa desató muchas envidias y rumores. "Estaba rodando una película y me fotografiaron", ha explicado el artista, pero no era una situación real. Así se retomó una cosa que había pasado hace años cuando en el programa de Encarna Sánchez se dijo que tenía esa enfermedad tan de moda. Así ha relatado el artista la época en la que se decía que tenía sida. En aquel momento ganó un pleito, pero cuando los rumores volvieron, él no actuó a tiempo. "Los periodistas me buscaban por los hospitales disfrazados de ancianos", ha comentado. El día que dijeron que había muerto, Mercedes Milá le invitó a su programa para desmentirlo.

El presentador ha cuestionado si este acoso le llevó al mundo de las drogas, algo que el cantante ha desmentido. "Seamos sinceros, tenía una afición que pasó a cosas mayores. Estuve durante 30 años hasta que empezó el consumo diario y estaban mis hijos por llegar y dije que hasta aquí", ha explicado. De todo menos heroína porque las agujas le dan miedo, ha bromeado el artista, que confiesa que lo más duro de dejar, pese a ser legal, es el alcohol.

Por último, ha querido dedicar unas palabras a sus hijos y recordar que no tiene intención de abandonar México. "Los vi a los dos en sus mantitas y sabía cómo se llamaban. Llegó el amor y nunca es tan fuerte como el que se tiene por los hijos y para los hijos, pasas de decir mataría por... a moriría por...", ha dicho el padre sobre sus mellizos. "De México no me voy a ir, mis hijos van a acabar los estudios allí, lo que ha pasado de alguna manera te blinda. Es mi segunda patria y quiero que paren esas maldades. México cuida a sus artistas y los integran en su paisaje", ha concluido el artista español dejando claros sus planes de futuro.

No es la primera vez que el cantante visita el programa. De hecho, se ha convertido en uno de los rostros que no pueden faltar en cada temporada de 'El hormiguero'. El artista mantiene una buena relación con el presentador del espacio y en sus entrevistas ha desvelado grandes titulares como el motivo por el que perdía la voz o la complicada relación que tenía con su padre.