Sol Daurella dispara su fortuna y su carrera hípica

A Sol Daurella la vida le sonríe. Su fortuna se ha incrementado considerablemente gracias a Coca-Cola Europacific Partners, de la que es presidenta. Además, ha retomado su pasión por la hípica, concretamente por el salto de obstáculos, participando en varias competiciones desde verano.

Su fortuna crece

La archipoderosa Sol Daurella es, según Forbes, la 16ª mujer más rica de España, con un patrimonio cercano a los 2.000 millones de euros, además de estar considerada la más adinerada de Cataluña. El año pasado, la familia Daurella se embolsó unos 300 millones de euros gracias a su más del 56% de control sobre el capital de Olive Partners, el mayor accionista de Coca-Cola Europacific Partners. Esta cantidad es un triunfo para Sol Daurella, ya que supone un beneficio de más del doble que el obtenido el año anterior.

Este resultado hace además historia, pues solo se superó en 2016 cuando ganaron 2.000 millones de euros al integrarse al gigante Coca-Cola European Partners, que más tarde se transformaría en su homóloga Europacific. Para entender el origen de semejante fortuna familiar hay que remontarse al abuelo de Sol, Santiago Daurella, quien creó una empresa para embotellar y comercializar los productos Coca-Cola en Cataluña.

Regreso a los circuitos hípicos

Pero los dividendos no han sido la única alegría de Sol Daurella estos últimos meses. Desde que en julio retomara los concursos de saltos en la Ruta de la Cerdanya, tal y como informó Vanitatis, la empresaria no ha dejado de competir. A principios del mes de octubre estuvo en el Campeonato de España Absoluto de Jóvenes Jinetes y Clásicos con su caballo Bangkok de Mars, logrando un significativo tercer puesto en la final. A finales de octubre se la pudo volver a ver competir en la Second Week Andalucia October Tour con sus caballos Bangkok de Mars y con Dipfly de Landette, con los que salta en la actualidad. Con el primero volvió a quedar en tercer lugar.

TE PUEDE INTERESAR

El verano ecuestre de Sol Daurella: vuelve a la competición en la Ruta de la Cerdanya

Silvia Taulés

El fin de semana pasado participó en el Campeonato de España de Veteranos, celebrado en el Real Club Pineda de Sevilla, donde tal y como este medio informó, concursó la infanta Elena. Sol lo ha hecho respaldada por gran parte de su familia, quienes también son grandes aficionados al salto y participaron en el circuito. La empresaria saltó los tres días que duró la competición. Sus resultados más reseñables se produjeron el día 10, cuando ganó la prueba 3 con su caballo Bangkok de Mars, y el día 12, cuando quedó tercera en un concurso de dos mangas con el mismo caballo.

Bien acompañada

En la competición por equipos, Sol Daurella participó en el de Club de Polo Barcelona-Antonio Aixerch junto a Xavier Bernat Serra, quien fuera dueño de la empresa Chupa Chups, Tomas Irigoyen y Nuria Guinovart. El Club de Polo de Barcelona es donde ella y su familia han tenido tradicionalmente las cuadras que albergan a sus caballos. De hecho, la hípica fue una de las cosas que unieron a Sol y su marido, Carles Vilarubí. Juntos crearon la Cuadra Viladrau y gran parte de ella se la vendieron al jinete Jesús Garmendia, exmarido de Ainhoa Arteta. El jinete era el entrenador de Sol hasta 2013, cuando supuestamente se retiraba de la competición.

En el concurso hispalense coincidieron varios miembros del clan Daurella. De los sobrinos de Sol, hijos de su hermana Eva, participaron Jorge y Blanca Bidón Daurella. Eva Daurella es propietaria de la Yeguada Cantalobos, en Sevilla, que gestiona junto a sus cuatro hijos, todos ellos aficionados a la hípica, como lo era su padre, el desaparecido Jorge Bidón. En alguna de las pruebas, Sol coincidió con Beatriz Llanza Daurella, hija de su prima, Alicia Daurella de Aguilera, quien es propietaria de la Yeguada Lomas de Fuensauco. Alicia está casada con el jinete Alfredo Pérez Durán y son íntimos amigos de la infanta Elena.

En la actualidad, la presidenta de Coca-Cola Europacific Partners monta a dos caballos en competición. Su favorito es Bangkok de Mars, un silla francés castaño de 12 años en el que más deposita su confianza y el que más alegrías le ha dado como amazona. Dipfly de Landette es, por su parte, de la misma raza, silla francés, pero algo más joven, ya que cuenta con 10 años. De momento ambos le están dando grandes satisfacciones a la empresaria y un motivo por el que volver a calzarse las botas regresando a los circuitos hípicos por la puerta grande.