La lista de invitados, el vestido de novia... los detalles de la boda de Javier García-Obregón y Eugenia Gil

Miércoles 1 de mayo. Tras un total de siete años de noviazgo, Javier García-Obregón y Eugenia Gil se darán el ‘sí, quiero’ en una ceremonia religiosa que tendrá lugar a mediodía en la iglesia de San Fermín de los Navarros, ubicada en el madrileño barrio de Chamberí. Una vez finalizada la ceremonia, los invitados y los novios se desplazarán, en su mayoría en autobuses, hasta una de las fincas propiedad del grupo Mónico para continuar con las celebraciones, sin hora de finalización marcada, pero sí con un cóctel, almuerzo y una gran fiesta repleta de sorpresas.

La hora de cierre no será una preocupación. Esta fecha, que, tal y como pudo conocer en primicia Vanitatis, en principio resultó un tanto extraña para algunos de los invitados, ha sido estratégicamente seleccionada. ¿El motivo? Hoy, Día del Trabajador, es festivo nacional y mañana, 2 de mayo, tampoco es una jornada laborable en Madrid, ya que se celebra su día de la Comunidad. Así, todos tendrán tiempo para recuperarse con calma y celebrar, sin medidas, junto a los grandes protagonistas su historia de amor.

El vestido de novia

Según ha desvelado en exclusiva la revista Hola, Eugenia Gil se preparará para el gran momento en la habitación de un hotel, acompañada por su madre, su suegra y sus cuatro mejores amigas, testigos del enlace. Además, lo hará de la mano de la firma de belleza Sisley.

Por otro lado, la trabajadora del departamento de Recursos Humanos de la consultora McKinsey & Company, después de su llegada en un coche clásico, caminará hacia el altar enfundada en un vestido de novia hecho a medida por la firma Anmargo. Esta pieza aún secreta, descrita como “clásica, pero con un toque personal”, estará complementada por joyas de Rabat, casa, que, a su vez, cederá a la pareja las alianzas que intercambiaran durante la ceremonia.

Los looks de las madrinas

Precisamente, este enlace cambiará ligeramente las normas de la iglesia católica al contar con dos madrinas. Un cariñoso gesto que Javier y Eugenia han querido tener con sus madres, las cuales son la debilidad de cada uno de los jóvenes y, por lo tanto, han querido que les acompañen hasta el altar, decorado, al igual que el resto del recinto, por Mercedes de Rada, al frente de MDR Studio Floral.

Además, según ha confirmado la propia Paloma Lago, ambas estarán vestidas por la misma firma que la novia, caracterizada por el desenfado y la elegancia de lo contemporáneo, el color, la distinción y la alegría de la fiesta.

La lista de invitados

Como es obvio, esta boda supondrá el reencuentro del clan de los García Obregón después del bautizo de la pequeña Anita el pasado 17 de diciembre, quien, por otro lado, tendrá un rol protagónico en la ceremonia. Así, más allá de los padres de Javier y sus hermanos Juan, Nico y Laura, podremos ver a sus tías y sus primos, entre los que, por supuesto, destacará la presencia de Ana Obregón.

A ella, se sumarán otros rostros conocidos, amigos de la familia, del nivel de la periodista Marta Robles y su marido, Luis Martín de Bustamante, o la empresaria Nuria March junto a Don Johnston, casi dos años después de su romántico enlace en Londres.

Una conexión con Tamara Falcó y Martínez-Almeida

Si algo tienen en común dichos nombres, más allá de la fama en las revistas de papel couché, es que podrán disfrutar de la actuación del grupo Alborada en la finca donde se celebrará la fiesta posterior a la boda religiosa. De esta manera, los novios han seguido la estela de Tamara Falcó e Iñigo Onieva o José Luis Martínez-Almeida y Teresa Urquijo, quienes también contaron con la banda para amenizar su día más especial.

La distribución de tareas de los novios

Una decisión que, según los propios Javier García-Obregón y Eugenia Gil confesaban ante las cámaras de Europa Press, durante un desfile de la MBFWM, fue tomada por la novia. "Yo tengo control sobre lo que cuesta, el presupuesto (...) Yo soy los números, yo soy los números. Luego yo a ella le dejo todo lo que es la organización, lo bonito que va a quedar todo... Porque si por mí fuera, es que vamos, yo creo que quedaría horrible", explicaban a cerca de la distribución de tareas.

Ahora, todo está preparado y la pareja calma sus nervios a escasas horas de celebrar uno de sus días más especiales y emocionantes. Si ambos logran replicar lo vivido en su fiesta de pedida el pasado 4 de febrero en un restaurante cercano a la urbanización de La Moraleja, todo será un éxito rotundo