El director del documental definitivo sobre Lina Morgan: “Por ser mujer y tener éxito pensaban que debía tener algo oscuro”
El 17 de junio llega a la plataforma un documental de tres capítulos que homenajea y celebra a la protagonista de 'La tonta del bote', uno de los grandes iconos populares de nuestro país
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No era alta, no tenía un físico normativo ni encajaba en el molde clásico de una estrella. Sin embargo, fue y será, durante muchos años, la reina de la comedia popular española. O mucho más: durante décadas, Lina Morgan fue una reina del humor pero también una empresaria de éxito, adelantada a su tiempo.
‘Lina’ es el documental de Movistar Plus que desmenuza la vida y milagros de María de los Ángeles López Segovia, nombre real de una madrileña que, sin descender de personas relacionadas con el mundo del artisteo, llegó a convertirse en un icono popular con una seña de identidad única. A veces, a costa de su propia vida personal. Trabajadora infatigable, Lina Morgan sigue representando un humor que a algunos les parece trasnochado; personas que obvian su enorme talento gestual o la capacidad innata para conectar con un público entregado.
Eso es lo que valoran los más de 50 artistas (de María León a Samantha Hudson pasando por Silvia Abril o Joaquín Reyes) que participan en este documental de tres capítulos que podremos ver a partir del 17 de junio. Vanitatis ha hablado con el director de esta serie, Israel del Santo, para que nos cuente hasta qué punto ‘Lina’ es un producto blanco sobre la artista, qué saben de ella los miembros de la generación Z o cómo se manejaban las personas (como el nonagenario Manolo Zarzo) que empezaron su andadura profesional con ella.
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¿Qué significa para ti Lina Morgan a nivel personal?
A nivel personal me une una cosa muy divertida y es que yo trabajé con ella.
Cuando empecé en esta profesión me tocó trabajar en 'La noche de Lina' (1994). Yo era muy chiquitito. Una casualidad muy divertida, porque quién me iba a decir a mí que el que tenía menos cargo en esa producción, iba a terminar contando la vida de la gran estrella. Me parece curioso. Y mi madre, además, fue una de las realizadoras de 'Hostal Royal Manzanares'. Aunque esto no ha tenido nada que ver con que yo tenga que retratar la vida de Lina Morgan en esta serie. Ha sido pura casualidad, la verdad.
¿Qué te une a ella a nivel profesional?
Pasas un año viéndola y terminas creyendo que la conoces perfectamente. Hasta cuando ves un fragmento de una entrevista, sabes si está cómoda o no. A nivel profesional yo me quedo con su capacidad de trabajo. Era una mujer y una artista con una capacidad de trabajo fuera de lo normal. No sé cuánto talento tenía o dejaba de tener, pero lo que le dedicaba al teatro y a su profesión es algo que hoy en día no sé si seríamos capaces de dedicar los que nos dedicamos a esta profesión. Sacrificó prácticamente toda su vida privada.
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Ella hablaba mucho de Giulieta Massina, del trabajo que ella hizo en 'La Strada' o en 'Las noches de Cabiria'. Se veía un poco reflejada en ella y dicen que echó de menos que le diesen la oportunidad de salirse un poco de su personaje más cómico. ¿Crees que nos perdimos a una Lina Morgan más dramática?
Yo creo que no. Además, no creo que estuviese tremendamente cómoda en la televisión. Creo que ella necesitaba esas pausas que hace el público en el teatro, cuando se empiezan a reír y ella se queda parada en mitad del escenario. Ponía atención, si miraba directamente a un espectador en concreto, y así sabía que el chiste había funcionado. Otros los repetía, cambiaba de tercio de repente... Hacía como que improvisaba, pero no... El cine y la televisión están muy alejados de eso. De hecho, en la televisión triunfa con 'Hostal Royal Manzanares', que era un teatro llevado a plató e incluso tenía público. Algo que, creo recordar, se hacía por primera vez: grabar en falso directo y del tirón, imitando lo que sería una producción teatral de Lina Morgan.
Algún registro dramático también tenía, ¿no?
Hay unos cuantos títulos, sí, pero no destacó excesivamente en ellos. Tenemos que ser honestos. Hay un prejuicio sobre que eres actor de verdad solo si haces drama. Le pasa lo mismo que a Robert DeNiro en eso de construirse un personaje. En el caso de ella, ese personaje es el de la tonta del bote, de la catetita que va a la capital y vive aventuras.
¿Era el público, en cierto modo, el que le pedía repetir esa fórmula?
El espectador le pedía a gritos que volviese a ser esa patética, claro, que fuese la Reme, o la tonta del bote. Si ella aparece en el teatro o en la televisión interpretando otro papel, el público no se lo iba a permitir. En esta serie, por ejemplo, aparece José Mota, al que le pasa igual. Es algo que pasa en nuestros días y también en los tiempos que a ella le tocó hacerlo.
Podríamos decir que era como las estrellas del Hollywood clásico, que encarnaban un arquetipo y a veces era muy difícil sacarlos de ahí, ¿no?
Sí, era una especie de jaula de oro…
En el documental se recrean, por ejemplo, algunos castings imitándola con gente como Silvia Abril. ¿Ha sido un intento de traerla a la actualidad? Porque a veces se tacha al humor de Lina Morgan de trasnochado
Bueno, decir que está trasnochado tiene todo el sentido del mundo porque es una artista que hizo humor durante cuatro décadas en las que pasaron muchas cosas. Los artistas no duran tanto. Las tendencias van pasando. Unas sí y otras no. De hecho, antes de hacer nosotros esta serie, yo veía a diario reels de ella en Instagram, cosa que hace dos o tres años no era ni mucho menos tendencia. Nadie se acordaba de Lina Morgan.
¿Y por qué esa recreación de los castings?
Porque no siempre fue la mujer del abrigo de pieles y del éxito empresarial y en la televisión. En esas cuatro décadas, la mayor parte del tiempo las pasaba bregando y trabajando muchísimo. Yendo a castings, pasando mucho tiempo en casa esperando, interpretando papeles que no quería interpretar… Seguramente, eso no lo sepa el espectador. Es algo que también le ha tocado pasar a María León, a Joaquín Reyes… a todos los que participaron en el documental.
¿A ellos les diste alguna indicación especial?
No tenían que copiar ni imitar a Lina Morgan. Tenían que reinterpretar la misma escena que le tocó interpretar ella hace 20 ó 30 años atrás. A día de hoy, con el humor y con las cualidades artísticas de cada uno de ellos, haciendo algo totalmente distinto. Intentaba que hubiese representantes de todos los tipos de humor: del gestual, del que tiene más baile...
Da la sensación de que todo el mundo conoce a Lina Morgan, pero que nadie conoce a Lina Morgan. Es una paradoja, ¿no?
Por algo hay estrellas que no tienen Instagram. Yo creo que a ella le pasaba un poco lo mismo. Quería ser reconocida como artista, pero su vida personal entendía que no tiene nada que ver con esto.
¿Hay alguna anécdota al respecto?
Al principio del documental, hablábamos de cómo era su padre. Muere y ella retrasa la función media hora y no la cancela. Dice que qué culpa tiene el público que ha pagado su entrada.
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¿Y por qué crees que nunca hablaba de su vida más privada?
Creo que simplemente ella era tímida y que no tenía ninguna intención ni ganas de compartir su vida privada. Si tienes éxito en algún tipo de arte y además a la vez, tienes que dar a conocer lo que haces cada media hora y poner una foto de lo que has desayunado. ¿Pero estamos seguros de que ese es el camino correcto?
Me imagino que Lina Morgan también tiene su lado oscuro. ¿Había algún tipo de voluntad de hacer un documental blanco?
Ninguna. Primero, quería ser respetuoso con ella.Y tampoco me interesa su vida personal. Creo que lo que debe ser recordado es su faceta como artista. Además, creo que no tiene una vida personal llena de secretos. Es una mujer muy sencilla que, cuando acaba de actuar, agotada, se va a casa. Se come un plato de lentejas por la noche con su hermana y su hermano.
¿Se la juzgó injustamente?
Claro. Por ser mujer, por vivir en la época que le tocó vivir, por no tener pareja, por llevar el pelo corto, vestir pantalones y además tener éxito empresarial y éxito. Eso no se lo permitió dentro de la sociedad. Entonces la coletilla es que debía tener algo oscuro o algún secretito. Alguna cosa debía tiene que tener. Mi teoría es que no lo tenía.
A veces hablamos de ‘españolada’ o del cine que hacía Lina Morgan por encima del hombro, por debajo de Berlanga, Bardem o Buñuel. ¿Qué piensas tú de eso?
Creo que si comparamos el cine de Berlanga con la españolada, una cosa necesita de la otra. Las dos son fotos de su época y son cine de su época. La españolada es muy divertida y tiene una cosa que yo siempre remarco y es que no es pretenciosa. Mariano Ozores, antes de empezar un rodaje, solía reunir al equipo y darles una pequeña charla y siempre les decía lo mismo. Les decía: ‘ señores, vamos a pasárnoslo bien,y si de paso sale una película, mejor’. En un momento en el que el cine se empieza a industrializar en España empieza a ser una industria y estaba haciendo cine sin más pretensión que la de pasar un buen rato y encima consiguen momentos que son un reflejo de la España de ese momento.
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¿Cuál crees que es la joya de la corona como actriz de Lina Morgan? Saliéndonos un poco de 'Vaya par de gemelas' o de los éxitos que tuvo en el teatro…
‘Una pareja distinta’ de José María Forqué. Una película en la que hace de mujer barbuda y José Luis López Vázquez, de travesti de la época. Es tremendamente rompedora y tienes frases que si las escuchas ahora te sorprenden muchísimo. Por ejemplo, el momento en que López Vázquez le dice a ella: ‘Hombre, mujer, ¿qué diferencia hay? Al final no son nada más que palabras’.
Ahora que la fama se ha democratizado y todo es tan efímero, ¿tiene fecha de caducidad el recuerdo de Lina Morgan?
Pues te diría que sí. Creo que Lina Morgan ha entrado en nuestras vidas y se ha ido ya. Las nuevas generaciones quizá dentro de 30 o 40 años, no saben quién era o a lo mejor de un año y medio ya no saben quién era o se les habrá olvidado que había una serie documental, pero dentro de seis años la volverán a rescatar ellos mismos. La sobreinformación que vivimos no significa variedad de información. Por lo general está muy estandarizada y muy repetitiva. Los chicos, las chicas, sobre todo jóvenes, necesitan buscar referencias donde no las habían buscado hasta ahora.
¿Con qué esperas que se quede alguien joven de este documental?
Pues si eres un chico o una chica joven y te estás planteando subir a hacer un stand up, un monólogo o presentarte a castings para ser actriz, que te inspire la vida y el camino de una chica que no tenía muchas posibilidades al principio porque era bajita, y no era muy agraciada. Quería ser una superviviente y la supervivencia, en ese mundo de artistas de entonces, era para mujeres muy despampanantes. Lina Morgan consiguió lo que ningún algoritmo se habría atrevido a prever. Se convirtió en una de las artistas más importantes que hemos tenido. Me parece muy inspirador y muy revelador.
No era alta, no tenía un físico normativo ni encajaba en el molde clásico de una estrella. Sin embargo, fue y será, durante muchos años, la reina de la comedia popular española. O mucho más: durante décadas, Lina Morgan fue una reina del humor pero también una empresaria de éxito, adelantada a su tiempo.