Ensalada de jamón, queso y membrillo: una receta (detox) a todo color
Excesos, atracones... Toca hacer una cura saludable en tu alimentación. Aquí tienes una combinación perfecta para recuperar tu silueta sin pasar ni pizca de hambre. Toma nota
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Durante estos días, en los que nos hemos visto expuestos a todo tipo de excesos culinarios, cenas de empresa, reuniones familiares, salidas con los amigos, etc., el cuerpo nos pide a gritos platos ligeros y digestivos. Y como resulta fundamental escuchar a nuestro organismo, nada como darle una pequeña tregua con una ensalada cargada de contrastes.
Aprovecha la variedad de verduras de temporada como la escarola o la granada con propiedades digestivas y antioxidantes, dale un punto goloso con un poco de dulce de membrillo y añade unos taquitos de queso curado. Alegra la ensalada con unas lascas de buen jamón y termínalo con unos crujientes frutos secos. Una opción ligera, colorida y fresca que animará tu mesa.
Preparación: 15 minutos. Dificultad: fácil Coste: medio Comensales: cuatro
Ingredientes
- 1 escarola
- 50 g de jamón serrano
- 50 g de dulce de membrillo
- 50 g de queso manchego
- 2 cucharadas soperas de frutos secos variados (avellanas, anacardos, nueces…)
- El zumo de media naranja
- 1 cucharada de mostaza de Dijon
- 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
Elaboración
- Para la vinagreta, en un bol pon una cucharadita de sal, otra de mostaza, el zumo de naranja y emulsiona con el aceite de oliva.
- Corta el queso manchego en cuadraditos pequeños
- Haz lo mismo con el dulce de membrillo.
- Pica los frutos secos a cuchillo para trocearlos y que den textura a la ensalada.
- Corta unas hojas de escarola con tijeras, ponlas en la ensaladera de servicio.
- Espolvorea por encima los frutos secos y añade los cubitos de queso y de membrillo.
- Añade entonces el jamón en lonchas muy finas enroscadas sobre sí mismas formando niditos.
- Por último, incorpora el aliño de naranja sobre la ensalada justo antes de servir para que no se mustie la escarola.
El truco final
Puedes hacer esta ensalada con antelación y añadirle la vinagreta en el último momento. Añádele quicos o cebolla frita si quieres que quede aún más crujiente.
Durante estos días, en los que nos hemos visto expuestos a todo tipo de excesos culinarios, cenas de empresa, reuniones familiares, salidas con los amigos, etc., el cuerpo nos pide a gritos platos ligeros y digestivos. Y como resulta fundamental escuchar a nuestro organismo, nada como darle una pequeña tregua con una ensalada cargada de contrastes.