Cómo se fraguó la contra medalla de Rivera

“¿Cómo se fraguó la contra medalla?” se preguntan muchos. Pues fue en un tentadero. Entre los presentes, el maestro Paco Camino y no muy lejos la figura del momento José Tomás. Días antes la polémica ya estaba servida con las declaraciones de Morante de la Puebla criticando la elección de Francisco Rivera para recibir la medalla de Bellas Artes del Ministerio de Cultura.

Tomás se acerca a Camino, le saluda y le expresa la admiración que siempre ha sentido por él. No se conocen, pero sí se admiran. Camino, complacido, le agradece el gesto. Alguien comenta el lío de la medalla y Camino dice que es una vergüenza. José Tomás le escucha y sigue. En ese encuentro el veterano sopesa la posibilidad de devolver su medalla como gesto de crítica al ministro. Tomás le contesta que seguirá sus pasos si así lo decide. No hay más acuerdo que un apretón de manos, pero suficiente para dos hombres de palabra que no se andan con tonterías.

Al día siguiente alguien redacta la carta que firman cada uno. Desde entonces la polémica ha coleado y aún lo hace en las tertulias taurinas y las tardes de toros. Rivera Ordóñez no critica a los maestros, pero pide respeto, el mismo que él siente hacia todos los toreros. Lo último que ha hecho es vanagloriarse porque en su familia ya hay dos medallas de Bellas Artes, la de su abuelo Antonio Ordóñez y la suya.

A todo esto el ministro César Antonio Molina evita cualquier comentario sobre su elección. A sus íntimos les cuenta que fue Esperanza Aguirre, en su mandato como ministra de Cultura, quien decidió elegir a un torero para estas medallas como gran aficionada que es de la Fiesta. Molina no ha hecho más que seguir con esa costumbre pero sin tener la afición y el entendimiento de Aguirre. Por cierto, la ceremonia de entrega será el próximo septiembre en Santander con la asistencia de los Reyes y resto de premiados entre los que figuran el editor José Manuel de Lara y la diseñadora Agatha Ruiz de la Prada, entre otros.