Los duques de Palma siguen una ‘hoja de ruta’ minutada por expertos

Los duques de Palma han decido emprender una nueva estrategia de cara a mejorar su imagen ante los medios de comunicación y la opinión pública. Como adelantó Vanitatis, es la primera vez que un miembro de Casa Real española contrata un servicio privado para este tipo de trabajo. Hasta ahora toda la comunicación se llevaba desde el gabinete interno de Zarzuela, pero según aseguran algunos expertos a este portal “no sería lógico ni de recibo que si la infanta Doña Cristina e Iñaki Urdangarin buscan limpiar su imagen, lo hagan utilizando los recursos internos de la Casa”. Se habría optado por esa opción para evitar críticas a la Institución.

Según Gerardo Correas, vicepresidente de la Escuela Internacional de Protocolo que conoce bien los entresijos de la Casa Real, “este grupo de expertos se encarga de trazar todo un plan de comunicación en el que hay que diseñar al milímetro cada aparición pública y el contenido del mensaje que se quiere enviar a los medios”. Para ello los duques de Palma cuentan con un equipo mínimo de diez personas expertas en diferentes ámbitos que van desde estilistas y maquilladores, a asesores especializados en materia jurídica e incluso periodistas. “En el caso de Urdangarin no solo se mira con lupa lo que hace, sino lo que dice, su proceso judicial es muy complejo y sus declaraciones deben ser entendidas. Hay que estudiar al detalle qué es lo que se quiere manifestar y de qué manera. Es un plan similar al que utilizan los políticos en campaña”, afirma Correas.

Diversas fuentes aseguran a este portal que Casa Real está informada al detalle de cada uno de los pasos que se están dando y todo se está haciendo con su conocimiento, puesto que afecta a un miembro de la Institución, aunque los duques de Palma estén apartados de la agenda oficial. De hecho, la visita que efectuaron al hospital junto a la Reina formaría parte, según las mismas fuentes, de este nuevo plan. Los asesores aconsejaron al Rey recibir al duque y la visita contó con el beneplácito de Rafael Spottorno, Jefe de la Casa del Rey, que les recibía a las puertas de la clínica.

Las mismas fuentes aseguran que detrás de esta decisión podría haber otra de mayor envergadura: la idea de la renuncia. En estos momentos se podría estar estudiando el cómo y el cuándo. La infanta llevaría de hecho un año negociando con el Rey su rechazo al título de duquesa, a sus derechos dinásticos y a la asignación económica que percibía.

Un grave error

Todas las semanas el matrimonio se da cita con el equipo que ha contratado en lo que se denomina ‘reuniones de inmersión’. “Para que el proyecto salga bien es necesario una cercanía y una confianza absoluta a la hora de marcar una estrategia en la que se controla su trabajo, las técnicas de comunicación de los abogados y las decisiones para marcar en el calendario la siguiente aparición”, afirma Correas.

La vida de los duques sigue desde hace tiempo una ‘hoja de ruta’ minutada por expertos. Sin embargo, y a pesar de estar en manos de especialistas, ha cometido un error gravísimo a ojos de vicepresidente de la Escuela Internacional de Protocolo: “El primer requisito es la confidencialidad y el secretismo y el hecho de que se haya conocido que han contratado una agencia provoca que todo lo que hagan a partir de ahora se convierta en artificial”, afirma.

Por el momento, y a la espera del juicio que determinará la condena de Urdangarin por los delitos de los que se le acusan, los duques siguen viviendo de acuerdo a lo que les dictan un grupo de gestores de imagen. Según informan fuentes de su entorno a Vanitatis, tienen preparada alguna estrategia más para fortalecer la imagen de Urdangarin antes de que el juez Castro dicte sentencia.