Todos los detalles de la reforma del ático de lujo de Marta Ortega en Madrid

Hace apenas unos meses, Marta Ortega adquiría en el centro de Madrid uno de los áticos más exclusivos del barrio de Salamanca. Un apartamento de casi 500 metros cuadrados que habría decidido reformar por completo para convertirlo en su base de operaciones en la capital. Un objeto de deseo para la familia, que habría estado buscando durante los últimos meses sin éxito.

Según ha podido saber Vanitatis de fuentes del entorno, encontrar un apartamento en esta zona se había convertido en una verdadera obsesión para el clan Ortega, poco habituado a no conseguir lo que se propone empresarialmente hablando.

La casa, de 432 metros cuadrados más una buhardilla de 16, fue adquirida por las mujeres de la familia (Marta y su madre, Flora Pérez) en febrero de 2016 por algo más de dos millones de euros, según fuentes del sector. Está situada en la cuarta calle más cara de España, a 2.880 euros el m2, según Idealista.

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Una obsesión ‘reciente’, ya que según apuntan las fuentes consultadas, la capital no entraba en un primer momento en los planes de la familia. Y eso que siempre ha sido uno de los epicentros comerciales de la marca gallega.

En 2011 Marta Ortega se mudaba a vivir a Barcelona. El ambiente cosmopolita de la ciudad animaba a la hija de Amancio a dar el salto y trasladarse fuera de Arteixo, sede del imperio Inditex.

Los deseos de Marta eran órdenes para su padre, que se hacía con un ático en pleno Paseo de Gracia. Mismo esquema que ahora. Sin embargo, la experiencia no cuajó y tras un breve período la joven volvía a casa.

Ahora, su futuro en común con Carlos Torretta anima por segunda vez a Marta a una nueva mudanza, esta vez a Madrid.

Las obras se han intensificado

Las obras del ático comenzaron en agosto para gran disgusto de los vecinos de la finca, a quienes no agradó que comenzase una reforma de esas características en un mes en el que el descanso pesa más que el resto del año. Ahora, se han intensificado: el contenedor instalado en la puerta delata que el ritmo de las mismas se ha acelerado en los últimos días.

Vecinos de la Milla de Oro apuntan a que un buen número de operarios se afanan en conseguir cumplir con los deseos de la ilustre propietaria. Desde la calle se ve a través de las ventanas el ladrillo que delimita las nuevas divisiones de las habitaciones, los tubos en el techo indican que los electricistas se preparan para meter los hilos de la nueva instalación mientras otros operarios retiran las contraventanas que dejarán sitio a las nuevas y más modernas.

Antes de la reforma, según fuentes consultadas por esta publicación en el momento de la compra, el piso estaba distribuido en cuatro habitaciones, cuatro baños y una zona de servicio.

‘Madrileña’ a principios de año

El ajetreo de las obras convive con el ritmo frenético y el trasiego de gente de la zona comercial más exclusiva de la ciudad, donde pasa desapercibida de momento la que será nueva casa de la primera fortuna del país y la cuarta del mundo (tras bajar dos puestos en la lista Forbes de este año).

Aunque la envergadura de la obra es mayúscula (la reforma es total), la idea es que la casa esté acabada a finales de año. Marta quiere trasladarse a su nueva residencia en esa fecha y aún habría que decorarla entera.

La idea, según informan a Vanitatis personas del entorno de los Ortega, es que la familia se mude a Madrid durante el próximo invierno. Marta, además, no solo disfrutará de las posibilidades de ocio y vida de la capital, sino que podrá conciliar sin problemas la vida laboral y familiar.

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Pero este no es el primer intento de encontrar casa en la capital. La primera fortuna del país lo había intentado con anterioridad al menos en otra ocasión y curiosamente en el mismo edificio donde finalmente se ha hecho propietario. A través de Pontegadea, la inmobiliaria con la que Amancio Ortega gestiona su patrimonio inmobiliario, el gallego ya intentó hace un año comprar el inmueble que ocupa la primera planta.

Los 10 millones de euros que se dice ofreció, sin embargo, no fueron suficientes para los propietarios del inmueble, que tras votar en asamblea decidieron declinar la oferta del empresario gallego.