La infanta Elena prefiere Baqueira a Palma de Mallorca

Mientras la reina Sofía ya disfruta de sus vacaciones de Semana Santa en Palma de Mallorca y aún se espera la presencia -confirmada- de don Juan Carlos y de los príncipes de Asturias, el paradero de la infanta Elena y su posible viaje a la isla balear eran aún una incógnita. Finalmente, la primogénita de los reyes se ha dejado ver en la estación de esquí de Baqueira-Beret junto a sus hijos, Froilán y Victoria Federica.

Los tres aprovecharon el inicio de las vacaciones escolares de Semana Santa para viajar al que, durante décadas, fue el destino vacacional de la Familia Real en época invernal, un lugar al que prácticamente ya sólo acude la duquesa de Lugo pese a que la Primera Familia dispone de una residencia en la que cada miembro real cuenta con su propia ala. Una actitud que, sumada a lo beneficioso de la presencia de la Familia Real para el turismo del pirineo leridano, ha generado no pocas críticas.

En cualquier caso, la infanta Elena, tal y como revelan esta semana las revistas Hola y Semana, ha aprovechado de los días que le corresponden con sus dos hijos -después los pequeños se reunirán con su padre, Jaime de Marichalar-. Allí compartieron risas mientras esquiaban y confidencias mientras tomaban varios refrescos en una de las cafeterías del Valle de Arán hasta media mañana. Ya por la tarde, la duquesa de Lugo aprovechaba para hacer planes con los amigos de sus hijos o bien optaba por relajarse en el spa del hotel Chalet Bassibe.

Con todo, la imagen que ofrecía estos días la infanta Elena -sobre la que aún no está confirmada su presencia en Marivent para la tradicional misa del domingo de Pascual en la catedral de Palma-, distaba enormemente de la que ofreció la última vez que acudió a unas pistas de esquí, hace tan sólo unos meses. En aquel momento, no salió a esquiar ni un sólo día y se recluyó en la estación de La Pleta, donde le acompañaron, además de sus hijos, su secretario personal, Carlos García Revenga.