Ingrid de Noruega prepara su confirmación (a la que debería ir el rey Felipe)

En enero, la Casa Real de Noruega anunciaba la próxima confirmación de Ingrid Alexandra, la hija mayor de los príncipes Haakon y Mette-Marit y futura heredera al trono. Una paso importante para fortalecer sus vínculos religiosos de cara a su futuro como reina. Y como aperitivo al gran día, que será el 31 de agosto, la joven princesa ha realizado una peregrinación hasta la catedral de Nidaros, el templo cristiano de más tamaño e importancia del país. Sin llegar a ser tan concurrida como el Camino de Santiago, la ruta de San Olav se está convirtiendo en una opción vacacional que cada vez gana más adeptos.

Y una de ellas ha sido la princesa Ingrid, que ha querido cubrir la última parte del camino junto a su padre hasta llegar a la catedral. Precisamente, el príncipe Haakon era el encargado de inaugurar en 1997 esta ruta de 600 kilómetros, con punto de partida en Oslo, la capital. Padre e hija caminaron bajo una constante lluvia de verano, que se convirtió en acompañante incómodo e inesperado para las cinco horas de recorrido, a pesar de que ambos iban bien preparados, con calzado muy cómodo, chubasqueros y mochilas.

Mette-Marit, a la que los problemas de salud le impiden hacer grandes esfuerzos físicos, se unió a ellos en los últimos metros, ya llegando a la iglesia, donde fueron recibidos por sus responsables. Y algo más tarde, era Sverre Magnus, el hijo pequeño de la pareja, el que hacía su aparición estelar, justo a tiempo para asistir a la misa dentro de la catedral, dando así por finalizada la visita familiar. Tanto la princesa Ingrid como sus padres se cambiaron de ropa para el oficio religioso y vimos que la joven optó por uno de los outfits que más le gusta, vestido con cómodas zapatillas blancas.

Quedan menos de dos meses para que tenga lugar el gran día de Ingrid y se espera que acudan todos sus padrinos de bautismo, como es tradición. Se da por hecha la presencia del rey Harald y la princesa Marta Luisa por el lógico vínculo familiar, así como la de Victoria de Suecia y Federico de Dinamarca por la estrecha relación que les une a la familia real noruega. Pero hay una gran duda en el aire y que nos toca muy de cerca, la del rey Felipe. Se da la circunstancia de que no pudo asistir al bautizo de su ahijada, por lo que sería la mejor ocasión para resarcirse de aquella ausencia, que excusó con problemas de agenda.