La gran tragedia que marcó la vida de Haya de Jordania y su relación con su padre
Cuando apenas contaba con tres años, su madre falleció en un accidente aéreo y el monarca se volcó en suplir su ausencia
Ahora que la princesa Haya de Jordania está viviendo uno de los momentos más complicados de su vida, después de haberse fugado con sus dos hijos a Londres y unos 40 millones de dólares, conviene recordar que no todo en su vida ha sido tan fácil como parece en algunos perfiles que están proliferando en estos días.
En efecto, la hermana de padre del actual rey Abdalá e hija del recordado Hussein de Jordania pasó una infancia marcada por la ausencia de su madre, Alia Al-Hussein, que falleció en un accidente cuando se estrelló el helicóptero en el que viajaba el 9 de febrero de 1977, a los 28 años.
En aquel momento, Haya tenía tan solo tres años y su hermano Ali aún no había cumplido dos. Además, tenían una hermana palestina, Abir, a quienes sus padres habían adoptado después de que, casualidades de la vida, también su madre muriera en otro accidente aéreo en un campo de refugiados cerca del aeropuerto de Amán, capital de Jordania, en 1976.
El rey Hussein se volcó a partir de ese momento en sus hijos y Haya de Jordania sigue recordándole con mucho cariño en las redes sociales veinte años después de su muerte, a consecuencia de un cáncer que no logró superar y del que recibió tratamiento en la prestigiosa clínica Mayo de Rochester, en Minnesota.
El recordado monarca hachemita despertó, quizás sin pretenderlo, una de las grandes pasiones de su vida: la equitación. Le regaló un potro, que recibió el nombre de Daughter of the Wind (Hija del Viento), del que ella misma se responsabilizó, lo que la ayudó a madurar de una manera más rápida.
La equitación sería ya en su edad adulta la faceta que le daría mayor notoriedad y una afición que comparte con el que todavía es su marido. Así, defendió los colores de su país en los Juegos Olímpicos de Sídney en el año 2000, dos años antes de que se enamorara del jeque Mohamed bin Rashid Al Maktum, emir de Dubái, con quien coincidió en los World Equestrian Games, que se celebraron en Jerez de la Frontera en 2002.
La madre de Haya de Jordania, pese a su juventud, demostró ser una mujer de gran compromiso social e inquietudes. Era habitual que hiciera visitas sorpresa a hospitales e instituciones nacionales con la clara intención de mejorar las condiciones de vida de los jordanos. Además, luchó para que las mujeres pudieran votar en las elecciones y pudieran optar a cargos políticos.
En 1983 se construyó el Aeropuerto Internacional Reina Alia en su honor. A 32 kilómetros de la capital jordana, se convirtió en la mayor entrada a la ciudad y mantiene vigente su recuerdo de una manera simbólica. Su hija Haya sigue conservando viva su memoria en las redes sociales, que a día de hoy tiene abandonadas, hasta que, suponemos, se clarifique su complicada situación actual.
Ahora que la princesa Haya de Jordania está viviendo uno de los momentos más complicados de su vida, después de haberse fugado con sus dos hijos a Londres y unos 40 millones de dólares, conviene recordar que no todo en su vida ha sido tan fácil como parece en algunos perfiles que están proliferando en estos días.