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La ajetreada agenda de los mellizos de Mónaco y ¡Gabriella como primera dama!
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MINIPRÍNCIPES

La ajetreada agenda de los mellizos de Mónaco y ¡Gabriella como primera dama!

La actividad institucional de los hijos de Alberto y Charlène es frenética. Y en ausencia de la princesa… es su 'miniyo' quien ocupa su puesto, con bastante maestría, por cierto

Foto: Jacques y Gabriella, en las celebraciones del Día Nacional. (Reuters)
Jacques y Gabriella, en las celebraciones del Día Nacional. (Reuters)

Solo tienen 6 años, pero cumplen con su papel institucional a la perfección y sin una sola queja (al menos pública). Desde que Charlène de Mónaco se fue a Sudáfrica, el príncipe Alberto atiende sus obligaciones acompañado de sus mellizos, Jacques y Gabriella, que últimamente tienen que cumplir con una agenda de lo más ajetreada. Su última cita ha sido la celebración del Corpus Christi el pasado 3 de junio. Los niños siguieron la procesión desde el balcón del palacio y no dudaron en saludar como dos verdaderos profesionales agitando suavemente sus manitas. ¿No son para comérselos?

De nuevo, Gabriella se puso sus mejores galas para la ocasión: un vestido de flores y, cómo no, una diadema a juego. Su hermano, con traje negro, como su padre. El soberano monegasco y su hijo suelen ir vestidos iguales, como hemos comprobado en su reciente visita al Museo Oceanográfico… Hasta que Charlène pueda regresar al principado, su hija ejerce de mini primera dama y, atención, porque se gana todo el protagonismo en cada aparición. ¡Tiene madera de royal!

La princesa Charlène, que contrajo una infección ORL en su país de origen, ha tenido que alargar la visita para poder recuperarse totalmente antes de realizar el viaje de vuelta. Ha sido para ella una experiencia emocionante poder aportar su granito de arena en la lucha contra la caza furtiva de rinocerontes, aunque no contaba con estar tanto tiempo fuera de casa, alejada de su familia. Su inoportuna enfermedad le ha hecho perderse varias citas importantes del principado, como esta última de la tradicional procesión de penitentes de la festividad del Corpus.

Tampoco pudo acompañar a su marido y a sus mellizos al Oceanográfico, ni estar presente en el Gran Premio de Fórmula 1 de Mónaco, uno de sus eventos preferidos… Y de los nuestros porque siempre nos regala lookazos perfectos. ¿Recordáis el mono verde militar de Ralph Lauren que llevó en la edición del año 2019? Cómo olvidarlo… Por cierto que lo metió en la maleta para ir a Sudáfrica y se lo hemos vuelto a ver en su posado con los rinocerontes.

placeholder La princesa Charlène de Mónaco, durante su viaje a Sudáfrica. (Instagram: @hshprincessecharlene)
La princesa Charlène de Mónaco, durante su viaje a Sudáfrica. (Instagram: @hshprincessecharlene)

Los que sí estuvieron en las carreras fueron Jacques y Gabriella, acompañados de su prima Kaia Rose y de Pierre Casiraghi. ¡Y se lo pasaron en grande! No solo vieron las carreras y tocaron las copas de los ganadores, también estuvieron con los pilotos haciéndose fotos y recibieron algunos regalos. Privilegios de ser royal… y poder divertirse desde una posición privilegiada como la suya.

Como la fecha de vuelta de la esposa de Alberto de Mónaco aún no está confirmada, parece que su ‘miniyo’ seguirá ejerciendo de princesa hasta que vuelva… Pero no es la única que ha tenido que asumir responsabilidades. El pasado 31 de mayo, Estefanía de Mónaco acudía a la maternidad del Hospital Princesa Grace para felicitar a las pacientes y conocer a sus recién nacidos. Generalmente, este tipo de actos los realiza su cuñada, aunque la hija de menor de Rainiero estuvo encantada de sustituirla y se enterneció al ver a los bebés.

Solo tienen 6 años, pero cumplen con su papel institucional a la perfección y sin una sola queja (al menos pública). Desde que Charlène de Mónaco se fue a Sudáfrica, el príncipe Alberto atiende sus obligaciones acompañado de sus mellizos, Jacques y Gabriella, que últimamente tienen que cumplir con una agenda de lo más ajetreada. Su última cita ha sido la celebración del Corpus Christi el pasado 3 de junio. Los niños siguieron la procesión desde el balcón del palacio y no dudaron en saludar como dos verdaderos profesionales agitando suavemente sus manitas. ¿No son para comérselos?

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