La noche musical de la reina Sofía: volantes, aplausos y la vuelta de su hermana Irene

La Reina emérita ha vuelto al Teatro Real, aunque esta vez no como 'suplente' de los reyes Felipe y Letizia, como sucedió hace un par de semanas, sino como titular. Y no podía ser de otra forma. El emblemático teatro acogía el concierto de inauguración del curso de la Escuela Superior de Música Reina Sofía. Si tenemos en cuenta que es una enamorada de la música clásica y que la escuela no solo lleva su nombre, sino que es la presidenta de honor, está claro que no podía faltar a esta velada en la que hemos tenido volantes, muchos aplausos y la vuelta de su hermana, la princesa Irene de Grecia.

Y es que llevábamos mucho tiempo sin ver a la escudera fiel y compañera inseparable de doña Sofía, desde que las dos se unieran a una cena de los Reyes y sus hijas el pasado agosto en Mallorca. De hecho, este verano salió tan poco del palacio de Marivent que incluso se llegó a apuntar que no se encontraba muy bien de salud. Los rumores se zanjaron con su siguiente aparición y este martes ha demostrado que lo único que le pasa son los achaques propios de su edad. A pesar de que la agenda de la reina Sofía ha sido bastante intensa en el último mes, ella ha preferido no unírsele hasta este jueves para disfrutar de la que es su gran pasión, la música, compartida con su hermana.

Por supuesto, silencio absoluto a su llegada, donde ha sido recibida por Ana Patricia Botín y Paloma O´Shea, directora de la Escuela Superior de Música. Curiosamente, estos días tan intensos en su agenda han coincidido con la publicación de 'Mon Roi déchu' ('Mi rey venido a menos'), el libro sobre el rey Juan Carlos, escrito por la periodista francesa Laurence Debray. Pero, tal y como se esperaba, la actitud de la reina Sofía ha sido de estar completamente ajena a todo lo que contiene en sus páginas.

No ha pasado desapercibido el look de la Reina emérita, quizá uno de los más originales que hemos visto hasta la fecha. Y es que doña Sofía ha cogido la costumbre de sorprendernos en sus últimas apariciones. Lo hizo con la chaqueta de flores de Escada que lució en los Premios Fundación Mapfre, con el abrigo en rojo y dorado que llevó en la inauguración de la temporada del Teatro Real y lo ha hecho esta misma noche, con una camisa que no le habíamos visto nunca y a la que no le faltaba detalle: chorreras en la zona de los botones, volantes en los puños, cuellos semitransparentes y una cenefa negra de encaje en la zona de la cintura, a juego con los botones y los lazos que tenía atados a sus muñecas.

Por si pasaba frío, doña Sofía decidía ponerse una chaqueta de punto negro completamente calada, abierta en el centro y con el largo de las mangas lo suficientemente corto como para dejar ver los puños de esta blusa tan original. Pero no era el único toque distinto en un look al que estamos poco acostumbrados. Para esa noche musical, la Reina emérita ha prescindido del broche que siempre adorna todos sus atuendos. A cambio, se ha colocado un cinturón con cierre en forma de girasol, que se llevaba toda la atención.

Al acceder al interior del Teatro Real, hemos visto la escena que se repite tantas veces, cada vez que doña Sofía pisa el palco. Un prolongado aplauso de público y artistas que le ha mostrado el cariño que se le sigue teniendo. Como siempre, lo ha agradecido emocionada y llevándose la mano al corazón, antes de que diera comienzo la velada. La Reina finiquitaba así una jornada intensa y de lo más musical, ya que por la mañana también asistía a la reunión del Círculo de la Escuela Superior de Música Reina Sofía, siempre mostrando con su presencia las cosas que para ella siguen siendo importantes, a pesar de no tener tanto peso en la Casa Real.