El rey Felipe, en la capilla ardiente de Manolo Santana para apoyar a su familia

Han sido dos días de despedidas, de homenajes y de lágrimas por el fallecimiento de Manolo Santana. Desde que se conociera la noticia de su muerte, el pasado sábado, han sido numerosos los nombres que se han unido al dolor de la familia y que han lamentado sinceramente la pérdida del tenista, que escribió una página de oro en la historia del deporte español. Y entre esos nombres, también está el de la Casa Real. De ahí que el rey Felipe haya querido acercarse a la capilla ardiente de Manolo Santana para así apoyar a su familia y su viuda.

Tras la despedida en Marbella, donde vivía, los restos del deportista fueron trasladados a Madrid, donde este lunes se ha celebrado la capilla ardiente en la Caja Mágica, símbolo del tenis en la capital. Hasta allí se han acercado numerosas personalidades a lo largo del día tanto del mundo del deporte como de la política. Y una de ellas ha sido don Felipe, que llegaba al recinto sobre las 19:30 de la tarde, solo media hora antes de que se cerrara la capilla ardiente, para dar el pésame tanto a sus hijos como a su viuda, Claudia, aunque lo ha tenido que hacer por separado.

Y es que la relación entre Claudia y los hijos del tenista no era la más estrecha, tal y como hemos sabido a lo largo de los últimos años gracias a los medios de comunicación. Una distancia que se ha escenificado en esta despedida a Manolo Santana, en la que su viuda se encontraba en un lugar y el resto de familiares y amigos en otro. Al parecer, y según se ha contado en el programa 'Sálvame' en directo, Alba Santana y sus hermanos habían solicitado a los responsables de Casa Real, al saber que el rey Felipe iba a acercarse hasta la Caja Mágica, que querían ser los primeros en hablar con él y así ha sucedido.

Tras hablar unos minutos con ellos y trasladarles sus condolencias, don Felipe se dirigía al lugar donde se encontraba Claudia Rodríguez, con la que también se ha mostrado muy cariñoso. Junto a ella, el monarca se acercaba al féretro, cubierto con la bandera de España y rodeado de coronas y centros de flores. Frente a los restos de Santana, don Felipe se santiguaba hasta en dos ocasiones mientras compartía unas palabras con la viuda, dedicándole varios gestos de cariño. Era el último adiós del monarca a un tenista que hizo historia y con el que la Casa Real tenía un vínculo más allá del estrictamente deportivo.

De hecho, la Casa Real no tardaba en expresar su pesar por su fallecimiento nada más conocer la noticia el pasado sábado. "Hay personas que se convierten en leyenda y que hacen grande a un país. Manolo Santana ha sido y será siempre una de ellas", eran las palabras del homenaje que llegaba desde Zarzuela, al que seguía un "gracias, Manolo", que indicaba la cercanía del tenista con los miembros de la Corona, especialmente con don Juan Carlos, con quien incluso compartió algún que otro partido que estrechó aún más su relación.

Compartieron muchos momentos en el palacio de la Zarzuela e incluso Manolo Santana enseñó a coger la raqueta a don Felipe y a las infantas Elena y Cristina. Y esa buena relación se ha visto reflejada en los últimos años, cuando en sus apariciones públicas no se molestaban en ocultar la complicidad que había entre ellos. La última demostración ha sido, precisamente, la presencia del rey Felipe en esta capilla ardiente, a la que no ha querido faltar para mostrar sus condolencias a los hijos y la viuda de Santana, unidos por primera vez por el dolor.

Los otros amigos que le han dicho adiós

El rey Felipe llegaba a la capilla ardiente solo media hora antes de que se cerrase, por lo que hasta su visita, numerosos amigos del tenista pasaban por la Caja Mágica para darle su último adiós. Desde Feliciano López, quien precisamente sustituyó a Manolo como director del Mutua Madrileña Madrid Open de Tenis, junto a su mujer, Sandra Gago, hasta José María García o el Padre Ángel, pasando por personalidades políticas como Begoña Villacís, Isabel Díaz Ayuso o José Luis Martínez-Almeida.