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El gran año de Leonor como heredera: acto en solitario y estudios fuera de España
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PRINCESA DE ASTURIAS

El gran año de Leonor como heredera: acto en solitario y estudios fuera de España

Este 2021 ha sido el año en el que la Princesa de Asturias ha tomado un papel más activo como futura reina, con su propia agenda en solitario y el inicio de su Bachillerato Internacional

Foto: La princesa Leonor, el pasado octubre. (José P. Gegúndez/Limited Pictures)
La princesa Leonor, el pasado octubre. (José P. Gegúndez/Limited Pictures)

Si este 2021 ha sido importante para un miembro de la realeza, ha sido para la Princesa de Asturias. Sin duda, el año en que Leonor ha emprendido su camino definitivo como heredera del trono, con cuatro grandes gestos de Casa Real que dejan claro que su papel institucional ya ha empezado. Estos 12 meses se han revelado como una especie de preparativos para el que será el año de su confirmación institucional, el 2023, cuando jure la Constitución al cumplir la mayoría de edad, y en los que se han establecido algunos de los pilares de la formación que va a tener de cara a su futuro, como actos en solitario o estudios internacionales.

Nos tenemos que ir hasta febrero para situarnos en el primero de esos cuatro grandes gestos. Fue entonces cuando desde Zarzuela se anunció cuál iba a ser el siguiente paso académico de Leonor al terminar la secundaria en el colegio de Los Rosales. Se respondía entonces a una de las grandes preguntas sobre la tan comentada formación de la Princesa: la hija mayor de los Reyes cursaría el Bachillerato Internacional en Gales, concretamente en el UWC Atlantic College, lo que lógicamente la obligaría a estar lejos de su familia durante la mayor parte del curso, como así está siendo.

placeholder La princesa Leonor, en Gales. (EFE/Casa de S. M. El Rey)
La princesa Leonor, en Gales. (EFE/Casa de S. M. El Rey)

Una de las bases de este prestigioso centro es que alumnos de todas las nacionalidades y condiciones sociales estudian juntos. Todos pasan el mismo proceso de selección -sí, incluyendo la princesa Leonor- y no hay distinciones. Una buena forma de adentrarse tanto en las relaciones sociales como en las internacionales, tan importantes en su papel institucional. El régimen de internado y el sistema académico hacen que los alumnos tengan que aprender a desenvolverse solos y puedan enfrentarse desde muy jóvenes a diferentes situaciones, algo importante para un futuro monarca.

Pero quizá lo más destacable de esta decisión de Leonor -como así se reflejó en su momento en el comunicado oficial-, es que la Princesa de Asturias seguía así los pasos de su padre, que con 16 años también abandonó Zarzuela para irse a estudiar al extranjero, concretamente al Lakefield College de Ontario, Canáda. Es decir, que la heredera se miraba en el espejo del Rey, o la hacían mirarse en él, para tener una formación adecuada a un futuro trono.

Foto: La princesa Leonor, en el UWC.

Con esta pregunta resuelta -aunque no tardaremos mucho en hacernos la relacionada con los estudios universitarios-, llegaba la siguiente cuestión, esta vez relacionada con su vida institucional. Y la respuesta llegaba muy poco después: Leonor se estrenaría a finales de marzo en solitario, con un primer acto oficial en el que no estaría acompañada de ningún miembro de la familia real. Ese gran momento, que suponía un -o, mejor dicho, otro- antes y después en su vida pública, llegaba el 24 de marzo. Leonor celebraba el 30º aniversario del Instituto Cervantes y la Casa Real delegaba en ella la representación del estrecho vínculo que siempre ha tenido con esta institución.

Hubo nervios, hubo emoción y hubo un gran apoyo popular, además de un muy buen sabor de boca tras verla ejerciendo de heredera. Sin el colchón de sus padres y el apoyo inseparable de su hermana, la infanta Sofía, se desenvolvió bien. En teoría iba a ser el primero de varios actos en solitario, pero finalmente no se han dado, nada más que una cita en julio relacionada con el medioambiente -tema muy recurrente para los debuts de los otros príncipes europeos de su generación- y con las dos hermanas Borbón Ortiz como representantes de la Corona.

placeholder Leonor y Sofía, durante la campaña 'Un árbol por Europa'. (Limited Pictures)
Leonor y Sofía, durante la campaña 'Un árbol por Europa'. (Limited Pictures)

No habría que esperar mucho para tener otro de esos grandes gestos con los que Casa Real marcaba su camino institucional. En abril y, esta vez sí, acompañada de sus padres y la infanta Sofía, la Princesa de Asturias ejercía por primera vez de madrina en la ceremonia de puesta a flote del submarino S81 Isaac Peral, en los astilleros de Navantia en Cartagena. A sus 15 años, fue la encargada de bautizar este buque, el primero construido íntegramente en España, estrenándose en este tipo de 'encargos' como protagonista absoluta, pero respaldada por don Felipe, siempre atento.

Llegando el mes de mayo, fue otra pregunta la que surgió, esta concerniente a su educación religiosa. Era un absoluto misterio si la princesa Leonor se confirmaría en el catolicismo o no, puesto que hasta entonces desde Casa Real no se había dado ninguna pista. Las únicas que se tenían para pensar que sí lo haría eran, por un lado, que formaba parte del ideario del colegio donde estudiaba y, por otra, que el rey Felipe sí celebró su confirmación en su momento. Y aunque para ser jefe de Estado no es necesario haber recibido este sacramento, Leonor sí quiso hacerlo con sus compañeros de colegio, como reafirmación de sus creencias religiosas.

Así que allí la vimos, con un vestido azul -muy Borbón-, tacones y su sempiterna sonrisa, oculta por la mascarilla pero reflejada en el resto del rostro. No fue, seguramente, la celebración familiar y de amigos que hubiera esperado, pero la situación sanitaria mandaba.

placeholder La princesa Leonor, en su confirmación junto al Rey. (EFE)
La princesa Leonor, en su confirmación junto al Rey. (EFE)

Por supuesto, además de estos grandes gestos que establecen este camino a su formación y su futuro, no ha faltado su asistencia a los Premios Princesa de Asturias o a los de la Fundación Princesa de Girona, además de participar en la audiencia a los becados del UWC Atlantic College que se celebró en verano en Zarzuela, participando en el mismo acto como heredera primero y como alumna después.

La gran ausencia, eso sí, fue durante las celebraciones del Día de la Fiesta Nacional, para las que no pudo viajar por tener clases. Pero hubo aún otro golpe de efecto: además de esas citas más institucionales, la Casa Real nos mostró su imagen más familiar, durante la despedida en el aeropuerto Adolfo Suárez cuando emprendía su viaje a Gales.

Así, aunque será en 2023 cuando jure la Constitución como heredera de la Corona, en cumplimento de las leyes, no se puede negar que este ha sido el gran año de Leonor. Un 2021 en el que ha tenido su primer acto en solitario y ha iniciado sus estudios internacionales, convirtiéndose en un activo muy importante tanto para la monarquía como para su imagen. Y tanto para su presente como para su futuro.

Si este 2021 ha sido importante para un miembro de la realeza, ha sido para la Princesa de Asturias. Sin duda, el año en que Leonor ha emprendido su camino definitivo como heredera del trono, con cuatro grandes gestos de Casa Real que dejan claro que su papel institucional ya ha empezado. Estos 12 meses se han revelado como una especie de preparativos para el que será el año de su confirmación institucional, el 2023, cuando jure la Constitución al cumplir la mayoría de edad, y en los que se han establecido algunos de los pilares de la formación que va a tener de cara a su futuro, como actos en solitario o estudios internacionales.

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