Doña Sofía estrena su agenda oficial del año de concierto y acompañada de su hermana Irene

No ha sido un comienzo de año precisamente tranquilo para la madre de don Felipe, especialmente por esas imágenes de su hasta ahora yerno, Iñaki Urdangarin, acompañado de otra mujer y el posterior anuncio de la 'interrupción de su relación matrimonial'. Y aunque la veíamos poco después de ese comunicado en el Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas y asistió a un recital de Plácido Domingo a principios de año, no ha sido hasta este lunes cuando doña Sofía ha estrenado su agenda oficial del año, aquella que depende de los Reyes y está organizada por los responsables del Palacio de la Zarzuela. Lo ha hecho con una de las cosas que más le gustan, disfrutando de un concierto, y con una de sus compañías favoritas, la de su hermana Irene.

La implicación que la reina Sofía tiene con la educación musical es muy grande, de ahí que ejerza de madrina de numerosos conciertos de música clásica. El de este lunes ha tenido lugar en el Auditorio Nacional y se trataba del concierto extraordinario a beneficio de las becas anuales de ampliación de estudios en el extranjero de Juventudes Musicales de Madrid, una entidad implantada en nuestro país en 1951 y que se dedica a difundir la afición por la música entre los jóvenes, algo de lo que doña Sofía sabe mucho.

Y como es habitual en este tipo de citas, la reina Sofía no ha querido asistir sin la compañía de su hermana Irene, que disfruta como ella de la música clásica y de estos conciertos, aunque en un discreto segundo plano y con alguna que otra reticencia a posar en la foto de grupo, en la que lógicamente sí participó la reina Sofía, muy atenta con los medios que se encontraban en el exterior del Auditorio Nacional, donde cada año la vemos en varias ocasiones. Las dos hermanas han podido disfrutar de las interpretaciones de la violinista Anne-Sophie Mutter y el pianista Lambert Orkis, con varias piezas de Beethoven, Mozart y Franck.

Pero antes de que empezaran los primeros acordes, se ha repetido la imagen habitual en este tipo de citas presididas por la reina Sofía. Al ocupar su palco, doña Sofía ha recibido una inmensa ovación del público, que como siempre ella ha agradecido llevándose la mano al corazón.

Para esta noche musical, la reina Sofía ha elegido un look de lo más discreto. En sus últimas apariciones públicas, habíamos visto cómo la madre del Rey daba paso a estampados imposibles, colores llamativos y originales prendas. Pero en esta ocasión ha preferido llevar un sencillo traje de chaqueta en color negro, aunque dándole un toque de color con un fular en color blanco con rosas estampadas que ocultaba las solapas de la chaqueta, tras la que sí se adivinaba una camisa de las que tanto le gustan para dar originalidad a la sobriedad del conjunto.

Eso sí, aunque la reina Sofía ha sido la gran protagonista de la noche, ha tenido que compartir focos con caras muy conocidas que también han disfrutado de este concierto. Porque la pareja formada por Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa no se ha querido perder la cita musical.

Por supuesto, la reina Sofía mostró su sempiterna sonrisa, oculta tras la mascarilla, pero que se transmitía a través de los ojos. Y también como es habitual en cada una de sus apariciones oficiales, no hubo declaraciones, ni sobre la separación -o 'interrupción de la relación matrimonial'- de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin ni sobre el coronavirus que contrajo el rey Juan Carlos el pasado mes de noviembre y del que no se ha sabido nada hasta esta misma semana.