El silencio de Buckingham sobre la reina Isabel tras el positivo del príncipe Carlos

Este miercóles amanecíamos con la noticia de que la reina Margarita de Dinamarca había dado positivo en coronavirus. Y solo unas horas después, nos enterábamos de que el rey Felipe también. Y, como no hay dos sin tres, este jueves sabíamos de otro royal contagiado, el príncipe Carlos. Lo que se ha conocido más tarde es que esta misma semana había estado con su madre, Isabel II, con la consiguiente alarma, que además era mayor por el silencio que está manteniendo Buckingham sobre la situación de la reina Isabel tras el positivo de su heredero.

Al parecer, el príncipe Carlos se había hecho una prueba rutinaria, como siempre cuando tiene que asistir a un compromiso público. El resultado ha sido totalmente inesperado, puesto que en estos días anteriores se ha encontrado bien. Es más, el mismo miércoles por la noche, asistía junto a Camila, duquesa de Cornualles, a una gala. Así, el heredero británico, tendrá que permanecer unos días aislado, mientras su esposa puede seguir manteniendo su agenda pública, ya que tiene la pauta de vacunación completa y no está obligada a hacer cuarentena, a pesar de convivir con él.

Y ahora viene la parte que más ha preocupado a la prensa británica. Según se ha informado desde Buckingham, la reina y el príncipe Carlos habían estado juntos hace apenas un par de días. Desde Palacio se ha informado de que la monarca no presenta ningún síntoma, aunque estará siendo vigilada desde los próximos días. Y lo que hace sospechar a los medios es que no se ha especificado si Isabel II se ha sometido a alguna prueba para detectar si se ha contagiado, por lo que muchos creen que ha dado positivo pero prefieren no informar al respecto y destacar solo el dato más tranquilizador, que es que no tiene ningún síntoma.

Ahora, el protocolo es claro. Se entiende que la monarca tiene las tres vacunas -habría recibido, según la prensa, la tercera en el mes de octubre-, por lo que no necesita aislarse a pesar de haber estado en contacto estrecho con un positivo. Pero la edad hace que sus médicos quieran tenerla especialmente vigilada, por lo que, según indican varias cabeceras británicas, se someterá a las pruebas de forma diaria durante una semana. Una medida que se toma aunque no haya previstos compromisos públicos de la reina Isabel -ni siquiera entre los muros de Windsor- en los próximos días.

Y aunque lógicamente la preocupación es por su salud, también hay un punto que afectaría al funcionamiento del país si ella diera positivo y tuviera que estar aislada. Hay que tener en cuenta que los miembros de alto rango de la familia real británica son también consejeros de Estado. Es decir, que pueden asumir el papel de la reina Isabel en caso de incapacidad. Actualmente, los consejeros de Estado son el príncipe Carlos, el príncipe Guillermo, el príncipe Harry y el príncipe Andrés, estos dos últimos a pesar de no tener ya funciones institucionales.

Pues bien, si pasara algo que requiriera de la presencia de la reina Isabel y ella diera positivo en estos días, la situación sería muy complicada, puesto que el príncipe Carlos está actualmente aislado y el príncipe Guillermo en la Exposición Internacional de Dubái. Con el príncipe Harry en Estados Unidos, toda la responsabilidad recaería sobre el duque de York, una auténtica paradoja teniendo en cuenta que está a un mes de tener que declarar en los tribunales por supuesto abuso sexual de menores. Otro de los motivos por los que el silencio de Buckingham está resultando tan curioso para la prensa.