Delphine de Bélgica, por primera vez en un acto público con su padre y la reina Paola

Han transcurrido más de dos años desde que Alberto II reconoció como hija biológica a Delphine Boël, tras una larga lucha de esta en los juzgados. Fue en enero de 2020 cuando el rey emérito de los belgas aceptaba públicamente su paternidad y la artista se convertía en princesa por derecho propio. A partir de entonces, se llevaron a cabo varias reuniones para demostrar que Delphine ya era una más de la familia. El primero en mover ficha fue el rey Felipe, quien la invitó al palacio de Laeken para un encuentro; unos meses después se publicaba la foto más esperada, la de la nueva princesa con su padre biológico, además, ante la presencia de la reina Paola.

La familia real belga ha intentado que Delphine se sienta aceptada desde que fue reconocida por Alberto, por eso, el año pasado, durante la Fiesta Nacional de Bélgica, ella acudió como hicieron sus hermanos al desfile militar, siendo ese su primer acto oficial como princesa. Sin embargo, han tenido que pasar unos meses más para verla por primera vez compartiendo un compromiso público con su padre. Ha ocurrido este jueves, durante la tradicional misa que se celebra en honor a los miembros fallecidos de la familia en la iglesia de Laeken.

La primera en llegar al templo ha sido la princesa Lea, viuda del príncipe Alexander, hermanastro de Alberto II, y acto seguido hacía su aparición Delphine acompañada por su marido, James O'Hare, quien ha sido el mayor de sus apoyos durante el proceso judicial. Vestida de luto, con un abrigo de piel y tocado, la princesa ha recibido gritos de apoyo del público que se había acercado hasta allí para ver en primera persona a la familia real. Delphine y James, quienes son padres de dos hijos, Josephine y Oscar, han ocupado la segunda fila dentro de la iglesia, sentándose al lado de Laurent.

El polémico príncipe ha estado en esta ocasión acompañado por su esposa. Desde que entró a formar parte de la familia real, Claire no ha protagonizado demasiadas apariciones públicas, ya que es muy discreta; pero hace unos años estas se redujeron a cero después de que le detectaran una enfermedad contra la que ha estado luchando, aunque nunca se ha querido revelar la naturaleza de la dolencia. No obstante, de un tiempo a esta parte parece que Claire ya está mejor, pues cada vez son más las ocasiones en las que se deja ver públicamente. Sin duda, una buena noticia.

Tras la llegada de Laurent y Claire, lo hacían la princesa Astrid y su marido, el archiduque Lorenzo de Austria Este, quien hace apenas un mes perdía a su madre, la princesa Margarita. Ellos sí tenían un sitio en la primera fila, junto a las dos parejas de reyes. La primera en llegar ha sido la formada por Alberto y Paola. Todos los ojos estaban puestos en ellos, siendo esta la primera vez que compartían acto con Delphine. Al antiguo monarca se le ha visto muy frágil, caminando con una muleta y con una venda en la frente, mientras se apoyaba en su esposa.

Y por último, y como marca el protocolo, llegaban Felipe y Matilde, momento tras el cual ha dado comienzo la misa por las almas de los difuntos de la familia. La reina lucía un abrigo negro, un tocado y un choker de perlas en el cuello. Un look muy regio para un acto muy simbólico.

Justo esta semana se emitirá en Bélgica un documental dedicado a la reina Paola en el que esta habla sin tapujos sobre su matrimonio con Alberto, y aunque no menciona a Delphine, sí aborda ese periodo en el que el rey estuvo con la madre de su otra hija. "No fui feliz durante diez años. Definitivamente no estaba bien. No sabía a dónde ir. Y existía el peligro del divorcio, pero en aquellos días la gente no se divorciaba. Me distancié de todo durante diez años, desde aproximadamente 1970 hasta 1980", asegura Paola.