Charlène de Mónaco, protagonista del front row de Louis Vuitton en la Semana de la Moda de París

La Semana de la Moda de París está dando lugar a estampas extraordinarias. Una de ellas la hemos podido presenciar hoy mismo cuando el desfile de Louis Vuitton ha reunido a numerosas personalidades del ámbito de la moda y la sociedad en un mismo espacio, convirtiendo en centro de todas las miradas a Charlène de Mónaco. La esposa del príncipe Alberto, que desde hace unos días se encuentra en la 'ciudad del amor', ha sido una de las grandes protagonistas del front row.

Lo cierto es que la prolongada ausencia pública motivada por los problemas de salud que sufrió durante mucho tiempo hace que todos sus seguidores se alegren de manera especial cada vez que se deja ver y más todavía en este tipo de eventos de carácter más informal. No en vano, tuvimos oportunidad de verla junto a varios miembros de la familia Grimaldi hace unos días, en un acto en el que coincidió con Carolina de Mónaco, y más recientemente en el desfile de Akris, otra de sus marcas fetiche.

Esta vez, ha decidido apoyar a una de las firmas que elige con frecuencia para sus estilismos y conocer de primera mano las propuestas que la maison ha creado para la próxima temporada. Así, para la cita ha elegido un atuendo acorde a la temática del desfile, pero mucho más comedido que el de algunos de los presentes, entre los que se encontraban Naomi Campbell, Janet Jackson o la actriz Léa Seydoux, que apostaban por los brillos y el acabado metalizado.

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Sentada a la derecha de Bernard Arnault, propietario del grupo LVMH, al que pertenece Louis Vuitton, Charlène ha posado ante los medios con un look acorde a su estética habitual, pero con pequeños detalles que marcan la diferencia. Su outfit se componía de un pantalón negro ajustado, camisa blanca básica abotonada en el cuello y el elemento más importante: una americana de cuadros con solapas, que desprendía un sutil efecto brillante.

Las joyas también han sido clave en el resultado final porque tanto los pendientes, algo más largos que los que pudimos verle en su última aparición pública, como el collar ejercían de perfecto broche de oro a un maquillaje muy natural. Una prueba más de que Charlène de Mónaco sabe adaptarse a las últimas tendencias, manteniéndose fiel a su personalidad.

En el desfile de Akris, la cuñada de Carolina de Mónaco eligió una propuesta algo más arriesgada, al apostar por un estilismo de la firma, luciendo un elegante traje de chaqueta con un toque vanguardista en tonos oscuros. Remarcando su cintura con la chaqueta entallada de cuello mao y destacadas hombreras, combinada con un pantalón de pinzas, unos zapatos de salón y un clutch, todo en color negro, la princesa volvía a dar una lección de estilo.

Estos días en la Semana de la Moda de París no hacen más que confirmar el buen estado físico y anímico que tiene Charlène, tras haber dejado atrás los complicados momentos que la obligaron a retirarse temporalmente. Recuperada, parece estar dispuesta a participar en todos aquellos eventos que le sea posible, ya sean de índole constitucional o social.

A la vista está, Charlène se ha convertido en una más de las royals monegascas que se apuntan a esta cita en París. Antes, su sobrina, la princesa Alexandra de Hannover, también se dejó ver en la ciudad. La hija de Carolina de Mónaco y Ernesto de Hannover acudió a ver el desfile de Dior y de Gianbattista Balli. Por su parte, a Carlota Casiraghi hemos podido verla en el front row de Chanel, firma en la que desde hace años ejerce como musa y embajadora.