Un vestido de 5.000€ y la tiara de Lady Di: Kate Middleton, en su puesta de largo como princesa de Gales

El palacio de Buckingham se ha engalanado esta noche de martes para la primera cena de Estado de Carlos III. Dos meses después de la muerte de Isabel II, la familia real ha vuelto a convertirse en anfitriona de un mandatario extranjero, en este caso el presidente de Sudáfrica. Existía mucha expectación por conocer qué tiara elegiría Kate Middleton para su puesta de largo como princesa de Gales. Los expertos apuntaban a que podría lucir una nueva diadema, pero ha sido fiel a su favorita: la Cambridge Lover's Knot.

Esta joya fue un encargo de María de Teck, abuela de Isabel II, a la joyería Garrard en 1913. No es una pieza completamente original, se trata de una tiara inspirada en otra similar que le fascinó y que pertenecía a su abuela, la princesa Augusta, esposa del duque de Cambridge. Ese es el motivo por el que esta tiara se conoce con el nombre de Cambridge Lover’s Knot, algo que seguro influyó también en Kate, antes duquesa de Cambridge.

En 1981, como regalo de bodas, Isabel II cedía esta joya a Diana de Gales, quien no la usó junto a su vestido de novia para su gran día, optando por la Spencer en honor a su familia, pero sí que llevó varias veces esta tiara con 19 arcos abiertos con diamantes talla brillante y 38 perlas en forma de gota. A pesar de ser bastante pesada, pues Diana llegó a asegurar que le producía dolores de cabeza, esta pieza se convirtió en una de sus preferidas. Tras su divorcio, Lady Di tuvo que devolver la tiara, que regresó de nuevo al joyero real. La siguiente en lucirla sería Kate.

Los pendientes, de perlas, pertenecieron a su difunta suegra, Lady Di. Eso sí, la esposa del príncipe Guillermo ha cambiado las perlas que solía llevar la princesa Diana por otras más pequeñas. La pulsera, un brazalete de perlas diseñado en 1988 por Nigel Milne, era propiedad de Isabel II.

Lo que sí ha estrenado la princesa de Gales ha sido vestido. Se trata de una creación de Jenny Packham -su diseñadora favorita cuando tiene que vestir de largo-, valorada en más de 5.000 euros. El diseño, realizado en crepé elástico, presenta escote barco, mangas largas abiertas, detalle de joyería en la zona de los hombros. El modelo original tiene una abertura en la espalda, que Kate ha cerrado para hacerlo más clásico.

De su vestido, Kate llevaba colgada la banda de la Real Orden Victoriana. La entonces duquesa de Cambridge la recibió de manos de Isabel II en 2017. Con este honor, la princesa pasó a formar parte de los miembros de la Corona que integran la orden como la ahora reina Camila, a quien su suegra se la concedió siete años después de su enlace con el príncipe Carlos. Su hija Ana es la gran maestre, Carlos no forma parte de ella porque es miembro de la Orden de la Jarretera -de mayor categoría-, mientras que Andrés de York y Eduardo de Wessex fueron nombrados en 2011. Cabe destacar que la soberana decidió condecorar primero a su nuera Sofía de Wessex, en 2010, antes que a su propio hijo.

Sujetando la banda estaba el broche que Kate estrenó recientemente, en el Día del Recuerdo, y que fue adquirido en una subasta en enero, por lo que se cree que puede ser un regalo del príncipe Guillermo a su esposa con motivo de su 40 cumpleaños. Se trata de un diseño calado que incluye un diamante central, redondo y brillante, que tiene un peso estimado de 0,35 quilates. Además, tiene dos diamantes en talla baguette, uno en la parte superior y otro en la inferior, con un peso total estimado de 4,5 quilates. Todos estos diamantes están montados sobre platino y fueron engarzados alrededor de 1920. El peso bruto de este broche es de 11,4 gramos y las medidas son de 4,4 centímetros de largo por 2,2 centímetros de ancho.

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Sara Castellanos

Kate llevaba, asimismo, la insignia de la Orden de la Familia Real o Royal Family Order, que le otorgó Isabel II en diciembre de 2017. Se concede solamente a miembros femeninos de la familia real por sus labores a favor de la Corona. La distinción está formada por una imagen de la reina en su juventud con vidrio y diamantes sobre una tela amarilla. Se esperaba que en esta cena las damas llevaran, además, la nueva Family Order de Carlos III, con su fotografía, pero parece que de momento el nuevo monarca no se ha dedicado a ello.