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La salud de Harald y el recuerdo de Ari Behn marcan la misa de Navidad de la familia real noruega
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TRES AÑOS DESPUÉS

La salud de Harald y el recuerdo de Ari Behn marcan la misa de Navidad de la familia real noruega

Es toda una tradición, aunque la situación de pandemia hizo que no se pudiera celebrarse ni en 2020 ni en 2021, por lo que el recuerdo del escritor estuvo muy presente

Foto: Harald y Sonia de Noruega, llegando al servicio religioso. (Gtres)
Harald y Sonia de Noruega, llegando al servicio religioso. (Gtres)

Es complicado no relacionar la tradicional misa de Navidad a la que cada año asiste la familia real de Noruega con la muerte del exmarido de la princesa Marta Luisa. Especialmente este año, cuando por fin la situación sanitaria ha facilitado que el servicio religioso en la capilla de Holmenkollen se celebrase. La última vez fue en 2019 y se hacía con una novedad importante: era la primera vez que veíamos a Durek Verret, el actual novio de la princesa, en un acto público y familiar. Nada hacía presagiar en ese momento que, escasas horas después, nos llegaría la noticia de la muerte del escritor.

Así, tres años después, la familia real de Noruega ha podido retomar esa importante tradición que es la misma de la Navidad, aunque claro está, marcada por el recuerdo de Ari Behn, así como por la salud del rey Harald, ya que eran las primeras imágenes del monarca tras recibir el alta médica del hospital, el pasado jueves. Precisamente, ese ingreso ha roto algunas de las tradiciones familiares, como la publicación de la fotografía de los reyes, junto a los príncipes herederos y sus hijos, Ingrid y Marius, que sirve para felicitar la Navidad. Este año ha tenido que distribuirse esa imagen sin la presencia del monarca y su esposa.

El alta de Harald llegaba justo a tiempo de que pudiera unirse a las celebraciones festivas, que este año han tenido lugar en la conocida como 'Villa del Rey', una propiedad privada de Harald y Sonia situada en la colina de Voksenkollen. Se trata de una pequeña cabaña de madera que protagoniza cada año imágenes de cuento, al estar siempre nevada por estas fechas. La casita, donde cenaron los Reyes con Haakon y Mette-Marit y sus nietos, está cerca de la capilla de Holmenkollen, donde este domingo veíamos por primera vez al monarca tras salir del hospital.

Al encontrarse la prensa a las puertas del templo, quiso aprovechar para dar una pequeña actualización de su estado de salud y aseguró que se encuentra bastante bien, a pesar de estar tan reciente el ingreso, que en esta ocasión tuvo lugar por una infección, de la que tuvo que ser tratado mientras permanecía en el hospital. Eso sí, su salud no es la que era y son ya muchos los achaques que ha sufrido en los últimos años. De ahí que haya tomado una decisión trascendental: tal como él mismo anunció a la cadena de televisión estatal, se retira de la vela, el deporte que ha sido su gran pasión en los últimos años.

placeholder La reina Sonia, al termina la misa. (Gtres)
La reina Sonia, al termina la misa. (Gtres)

Los problemas de movilidad que tiene desde hace tiempo -de hecho, ya no puede caminar sin bastón, tal como vimos en la misa de Navidad- le han hecho tomar esta dolorosa decisión. La vela le ha llevado a viajar por un montón de países e incluso a participar en varias ediciones de los juegos olímpicos, concretamente en 1964, 1968 y 1972. Y en muchas de las competiciones internacionales ha tenido como rival directo a don Juan Carlos, otro de los royals con más amor por el deporte náutico, que además transmitió a sus tres hijos. Ahora, y poniendo por delante la salud, será imposible volver a verlos compitiendo, aunque en el caso del Rey emérito es posible que sí le volvamos a ver a bordo de un barco, puesto que, a diferencia de su amigo y antes homólogo, no ha renunciado a esta gran afición.

Las ausencias

Harald y Sonia asistieron a este servicio religioso acompañados de los príncipes Haakon y Mette-Marit, además de Ingrid Alexandra, futura heredera. La joven lució un abrigo de Zara en color gris con unos botines con tacón ancho. Su madre, en cambió, prefirió unos salones de Manolo Blahnik, bastante menos adecuados para andar sobre la nieve. El único que estuvo en la cena familia y prefirió no ir a esta misa fue Sverre Magnus, el hijo pequeño de los herederos.

placeholder Haakon, Mette-Marit e Ingrid Alexandra. (Gtres)
Haakon, Mette-Marit e Ingrid Alexandra. (Gtres)

Tampoco lo hizo esta vez Marta Luisa de Noruega, quizá por el doloroso recuerdo que supone el día de Navidad, que desde 2019, cuando tuvo lugar la muerte de Ari Behn, siempre celebra de forma muy privada. Precisamente, la hija de los reyes Harald y Sonia compartía hace unos días una denuncia en sus redes sociales, acusando a un periodista de haber intentado engañar a su pareja, el chamán Durek. Lo hacía con una dolorosa comparación y temiendo que, por la presión popular y mediática, el estadounidense tuviera el mismo final que su exmarido, cuyo recuerdo ha estado muy presente en esta misa de Navidad que la familia real de Noruega ha podido celebrar tres años después.

Es complicado no relacionar la tradicional misa de Navidad a la que cada año asiste la familia real de Noruega con la muerte del exmarido de la princesa Marta Luisa. Especialmente este año, cuando por fin la situación sanitaria ha facilitado que el servicio religioso en la capilla de Holmenkollen se celebrase. La última vez fue en 2019 y se hacía con una novedad importante: era la primera vez que veíamos a Durek Verret, el actual novio de la princesa, en un acto público y familiar. Nada hacía presagiar en ese momento que, escasas horas después, nos llegaría la noticia de la muerte del escritor.

Ingrid Alexandra de Noruega Harald de Noruega Haakon de Noruega
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