María Zurita, una madre soltera en la familia del Rey: "Gracias a don Juan Carlos seguí adelante"

María Zurita ha conseguido un reto prácticamente imposible: ser una mujer independiente al margen de su árbol genealógico. La hija de la infanta Margarita es prima del actual rey Felipe y, además, el emérito don Juan Carlos se convirtió en el padrino de su niño, Carlos, que acaba de cumplir cinco años. A pesar de que el parto se adelantó y casi le cuesta la vida al bebé y a ella, todo esto forma parte del pasado y la sobrina del antiguo monarca se queda con la parte positiva: cumplió su sueño. Esta experiencia la ha querido reflejar a través de un cuento que ha titulado 'Mi mamá y yo somos una familia feliz', donde relata su papel como madre soltera. Una frase extraída de la respuesta de su hijo cuando alguien le preguntaba reiteradamente por su papá.

Tu maternidad en solitario fue una sorpresa para mucha gente. Una hija de una infanta de España abriendo camino. ¿Eras consciente?

Si abrí un camino, me alegro, pero no era consciente en absoluto. Puede ser que las mujeres que no se atrevieran dieran el paso al verme a mí. Perseguí un sueño y lo cumplí. Cada uno es libre de hacer lo que quiera, siempre que no haga mal a nadie.

No resultó fácil y cada vez que los análisis daban negativo era volver a empezar…

Tuve siete intentos y pensé en dejarlo. No quería más desilusiones. Hubo un día en que un médico me dijo que conmigo no había nada que hacer. Estuve muy mal, superada por las circunstancias.

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Tuviste un apoyo importante de tu tío, el rey don Juan Carlos.

Gracias a don Juan Carlos seguí adelante, le conté que no estaba bien y fue muy claro al decirme: “Ahora que has llegado muy lejos, tienes que seguir adelante”. Cuando por fin me dieron los resultados positivos, fue el primero en saberlo.

En la familia no todos lo entendieron igual de bien; al menos, eso es lo que se filtró a la prensa. Por ejemplo, la reina doña Sofía...

Eso no es verdad. Recibí todo el apoyo y el cariño de todos los miembros de mi familia. La reina Sofía desde el principio, y fue la primera en visitar a mi hijo en el hospital.

¿Crees que deberían darse más facilidades para las mujeres que quieren ser madres, ya que el tratamiento es muy costoso?

Es caro. Tuve que pedir varios créditos para empezar y seguir con el tratamiento. Hay ciertas ayudas en algunas comunidades, pero hasta los 30 años. A partir de esa edad, que es cuando las mujeres nos planteamos ser madres con o sin pareja, no la hay o muy pocas.

Nunca tuviste dudas de ser madre en solitario.

Durante un año estuve estudiando los pros y los contras, porque es una decisión trascendental con una responsabilidad que dura para toda la vida. Una vez lo decidí, lo tenía muy claro. No tengo que tomar decisiones a medias y no hay acuerdos en cómo educar al hijo.

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¿Cómo se cuenta la decisión a la familia, que, además, forma parte de la jefatura del Estado?

Dije naturalmente que estaba en el proceso de ser madre soltera, que no lo sabía nadie y a partir de ese momento me apoyaron totalmente.

"Mi mamá y yo somos una familia feliz". Detrás de esa frase hay una historia que fue la clave para escribir el cuento…

Así fue. Íbamos en el coche y una niña empezó a preguntarle a Carlos: “¿Y dónde está tu papá? ¿Por qué no te viene a buscar? ¿Y cómo se apellida?”. Y el niño le dijo: "Tengo una mamá y punto".

Los niños repiten lo que escuchan en casa. Que no haya papá ya no importa.

No importa nada, él dice claramente: “No tengo papá”. Lo que importa es la naturalidad con la que se cuentan las cosas. Tampoco hay muchos niños que vivan con una madre ciega y en sillas de ruedas y que les parezca lo más natural.

El parto fue complicado. Tuviste una hemorragia que te llevó a urgencias, pero todo salió bien.

Bueno, fue muy complicado. Me despierta Zeta (la mascota), porque estaba sangrando, y me dio tiempo a llegar al hospital. A pesar de ser días de fiesta, estaban todos los médicos.

Recuerdas que estuviste a punto de morir…

No, lo único que escuché fue: “Vamos a intentar salvar a la madre y al hijo”. Después, ya no recuerdo nada.

Eres una especie de verso suelto. Tienes tu empresa, participas en programas de televisión, apareces en la prensa social… ¿A qué crees que se debe que la prensa te tenga tanto cariño?

Trato a la gente al igual que me gustaría que lo hicieran conmigo. Saco adelante mi empresa, a mi hijo y procuro llevarme bien con todo el mundo. Y eso lo he visto en casa y me lo han transmitido mis padres.

¿Cómo definirías a tu madre, la infanta Margarita?

Maravillosa, única. Mis padres fueron duros y estrictos con los estudios, pero siempre nos han dado alas y herramientas de vida.

¿Os castigaron muchas veces?

Sí, mil veces, éramos malísimos. Recuerdo que una vez nos castigaron mirando la cortina, nos entró la risa y la situación empeoró.

El rey don Juan Carlos es el padrino y habéis estado hace poco en Abu Dabi. ¿Cómo es la relación con tu hijo?

Muy buena. Es la de un señor de ochenta y tantos con un niño de cinco. Se hablan. Y Carlos es que no calla.

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Contaba la infanta Pilar que don Juan Carlos ha sido muy protector con tu madre y con ella. ¿Contigo también?

Sí, hay una gran protección y sigue siendo el jefe de nuestra familia y al que se le consulta todo. Él sigue tirando de nosotros y nos apoya siempre.

Tengo que preguntarte por su vuelta.

No tengo nada que decir. Me encantaría que volviera, pero no depende de él.

Por último, el rey Felipe es muy niñero. ¿Se ve a menudo con tu hijo?

Estamos hablando del jefe del Estado. Está muy ocupado, pero le tiene mucho cariño, también la reina Letizia. Cuando nos vemos en Navidad, es el juguete de la familia.