Desvelado el invitado más sorprendente a la coronación de Carlos III (y tiene mucho que ver con Camila)

Quedan menos de dos semanas para el nuevo monarca británico sea coronado de forma oficial. Así, la abadía de Westminster ya se está preparando para acoger a los 2.000 asistentes que presenciarán el histórico momento en primera persona y de los que se siguen desvelando datos. Y hay un nombre que acaba de conocerse y es, probablemente, el invitado más sorprendente de la coronación de Carlos III. Un nombre que tiene que ver mucho con la reina Camila y que tendrá su asiento vip en el templo, el mismo en el que ya presenció, hace 70 años, la coronación de Isabel II.

Hablamos de Andrew Parker-Bowles, el primer marido de Camila y el padre de sus dos hijos, Laura y Tom. La pareja se divorció en 1995 después de 22 años de matrimonio, durante el que ambos tuvieron, como se sabe, relaciones bastante estrechas con terceros. A pesar de su separación, Camila y Andrew han seguido siendo muy cercanos; tienen una amistad sincera y confían mucho el uno en el otro. Así que la esposa del rey Carlos no ha dudado en que su primer marido sea uno de los invitados que la vean ser coronada como reina, ya sin el 'consorte', y además en un asiento privilegiado, tal y como revela 'The Times'.

Andrew Parker-Bowles estará sentado en una de las filas delanteras y en el centro, una ubicación que indica lo importante que es su presencia para la reina Camila. Además, hay que recordar que sus nietos tendrán un papel principal durante la ceremonia. Y es que Freddy, el hijo de Tom, de 13 años, y Gus y Louis, los gemelos de su hija Laura, serán los pajes de honor en la coronación, encargándose, entre otras cosas, de llevar la capa que Camila lucirá ese día.

Lo curioso es que Camila no es la única ex de Andrew que estará en la abadía durante el histórico momento. Y es que Parker-Bowles fue el primer novio conocido de la princesa Ana, la única hija de Isabel II. La pareja salió a principios de los años 70, unidos por los caballos y por los ambientes elitistas en los que ambos se movían. Andrew pertenecía a la Armada británica y era por aquel entonces jugador de polo.

Viejo conocido de los Windsor

De buena familia y con un futuro prometedor, parecía ser el candidato perfecto para convertirse en yerno de la reina Isabel II. Salvo por un detalle. Y no eran los once años de edad que los separaban, sino las diferentes religiones que profesaban uno y otro. El exmarido de Camila es católico, mientras que la princesa Ana pertenece a la religión anglicana, por lo que su madre, cabeza de la Iglesia de Inglaterra, no le hubiera permitido casarse con una persona que no profesara esta fe. Eso sí, a pesar de su separación y de que el noviazgo no terminó de la forma que ellos hubieran querido, mantuvieron una buena amistad que dura hasta nuestros días. De hecho, la princesa Ana lo eligió como padrino de bautismo de su hija Zara.

Pero aún hay más curiosidades que se desprenden de la presencia de Andrew Parker-Bowles, el primer marido de Camila, en la coronación. Y es que será de los pocos presentes que también estuvieron en la coronación de Isabel II, en 1953. Contaba por aquel entonces con 13 años y sirvió como paje de Lord Simonds, que ostentaba el cargo de alto canciller. Precisamente, hace solo unos días, contaba al 'Daily Mail' cómo participó en aquel acontecimiento histórico: "Mi madre era una buena amiga del duque de Norfolk. El Lord Canciller no tenía hijos, así que Bernard Norfolk me sugirió a Lord Simonds. Tengo que decir que era el hombre más agradable del mundo".

Y aún hay más. Parece que la presencia de Andrew Parker-Bowles es habitual en los acontecimientos más señalados de la familia real británica. Curiosamente, también tuvo un papel importante en la boda del entonces príncipe Carlos y Lady Di, como oficial al mando del regimiento montado de caballería y acompañando a los recién casados tras la ceremonia en la catedral de San Pablo. Y tampoco faltó a la propia boda de Carlos y Camila, esta vez sin ninguna responsabilidad y acompañado de la que entonces era su esposa, Rosemary Pitman, que fallecería de cáncer unos años después.

Así, parece que ni Buckingham ni a los organizadores de la coronación tienen en cuenta los estados civiles de las personas a la hora de contar con ellos o no para el gran día. Decimos esto porque solo hace unos días, Sarah Ferguson, exesposa del príncipe Andrés, explicaba que no iba a ir a la coronación porque se trata de un acontecimiento de Estado y ella está divorciada. Algo que, como vemos, no ha preocupado en absoluto a la reina Camila para poder tener junto a ella y en un lugar privilegiado a su primer marido.