La reina Letizia y el documental de Netflix que rescata su pasado como periodista

Han pasado casi dos décadas desde que Letizia Ortiz presentara su último 'Telediario' en TVE, el 31 de octubre de 2003. Justo dos años después nacería su primera hija, Leonor, cuando ya llevaba un año y medio casada con el entonces todavía príncipe Felipe. Desde entonces, no han faltado las ocasiones en las que, por una razón u otra, hemos recordado la truncada carrera periodística de la Reina. Por ejemplo, con motivo de su precoz debut como locutora de radio en su Oviedo natal, cuando tenía tan solo once años.

Ahora, hemos vuelto a contemplar un flash de su pasado, esta vez como reportera, en el último documental del cada vez más popular genero 'true crime' que acaba de estrenar Netflix. Se trata de 'Baraja: la firma de un asesino', una docuserie que pretende retratar en tres episodios los crímenes de Alfredo Galán, el asesino de la baraja, un hombre que perpetró seis asesinatos en 2003 para demostrarse a sí mismo que matar era fácil. Al menos, eso es lo que declaró al entregarse en la comisaría de Puertollano (Ciudad Real) cinco meses y medio después de cometer su primer crimen.

Entre el recorrido por la difícil investigación de los asesinatos, destaca un pequeño fragmento en el que la reina Letizia es protagonista involuntaria. La docuserie recupera el momento en el que la entonces todavía periodista del ente público, micrófono en mano, informa en directo desde el lugar de los hechos sobre las dos últimas muertes que cometió el asesino de la baraja.

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En aquellas imágenes de archivo, la todavía joven asturiana se plantea si estas víctimas tendrían o no relación con el asesinato de un portero de la calle Alonso Cano o el que tuvo lugar en la parada de autobús donde Galán disparó a Juan Carlos Martín, un joven empleado del aeropuerto de Barajas.

Mientras se desataban las especulaciones, los periodistas, como se refleja en la serie con intervenciones como las de la Reina, se enfrentaban a la cobertura de un suceso que mantenía todas las incógnitas abiertas pese al paso de los días. A ellas se sumaban las presiones políticas ante la inminencia de las elecciones municipales y autonómicas de ese año.

El as de copas, el dos, el tres y el cuatro fueron los naipes que Alfredo Galán dejó junto a sus víctimas antes de que finalmente fuera apresado, pese a que tras entregarse trató de retractarse asegurando que un neonazi le había amenazado con hacer daño a sus hermanas.

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Galán fue condenado a 142 años de cárcel por seis asesinatos y tres intentos, aunque solo cumplirá 25, el máximo que fijó la sentencia, por lo que saldrá en libertad en 2028. Mientras tanto, su nombre figura en la infame lista de asesinos en serie de nuestro país junto a leyendas negras como el Arropiero o el Mataviejas.

En cuanto a los años como periodista de la reina Letizia, cuyo última etapa coincidió con estos crímenes, ella misma los recordaba recientemente con motivo de los 50 años que acaba de cumplir el legendario programa de TVE 'Informe semanal'. Lo hizo, además, con una confesión muy personal sobre por qué eligió aquella carrera siendo apenas una adolescente.

"Yo era una niña de Asturias y en la pantalla apareció otra niña de mi edad. Se llamaba Omayra y atrapada en el lodo tras la erupción del volcán del Nevado del Ruiz, en Colombia, hablaba con impactante lucidez. Ese reportaje me permitió descubrir el valor del periodismo serio y riguroso", aseguró durante su intervención.