La nueva infanta Cristina, al detalle: sus looks son protagonistas gracias a... ¿un estilista?
Sus 'outfits' llaman la atención por los detalles, cuidados al máximo. Empezó el proceso de separación con una imagen abatida que ha ido transformando en empoderada, alegre y feliz
Alicaída, sola en el aeropuerto, con vaqueros y chaqueta negra, mascarilla del mismo color, gafas de ver de cerca y coleta. Como la Chenoa del chándal, la primera imagen pública de la infanta Cristina tras la infidelidad de Iñaki Urdangarin dejaba en evidencia que no pasaba por su mejor momento. Superar una ruptura, en su caso especialmente dura, es un trabajo que puede costar años.
Y la hermana de Felipe VI lo ha conseguido a base de amigos, familia y mucha autoestima. Una autoestima que pasea ahora allá por donde va y la sitúa, en cada nueva aparición pública, como una de las mujeres más elegantes y bellas de cada sarao. Y de pronto surge la pregunta: ¿Ha contratado a alguien para que la ayude en sus estilismos? Veamos.
En la boda del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y Teresa Urquijo, su traje de blusa y pantalón marrón chocolate, firmado por Escada, la lanzó directa al top 3 de las mejor vestidas de una reunión en la que hubo mucho trapo. Lo curioso es que no es esta la única vez en la que doña Cristina ha llamado la atención por su estilismo.
“Ha sido una sorpresa para todos ver lo estupendísima que está la infanta Cristina en sus últimas apariciones públicas”, comenta la estilista Anitta Ruiz a Vanitatis. Aunque suene un poco coloquial es cierto que es el reflejo de ‘volver al mercado’; cuando te liberas de ciertas cargas, del tipo que sea, y de pronto vuelves a tener tiempo para ti misma y necesitas volver a sonreír ante el espejo, es importante que se haga conforme a esa imagen que te devuelva la sonrisa”.
"Ayuda profesional"
Hemos pasado de verla con looks de ‘working girl’, o de madre dedicada, a que nos deslumbre con una feliz sonrisa -¿será por algo?- y un porte que destaca entre la multitud. Este pasado lunes, sin ir más lejos, en el funeral en honor a su primo Fernando Gómez-Acebo volvía a acaparar los focos con un outfit sencillo y muy elegante. ¿Es la ropa o es ella? ¿Tiene ayuda la Infanta?
“Esa nueva situación de la Infanta hace que empiece una nueva vida y, sobre todo las mujeres en estos casos, solemos buscar una nueva imagen. Yo no descartaría que incluso haya recurrido a ayuda profesional, un estilista o una amiga que sepa, porque el tipo de peinado y de prendas que lleva son muy diferentes. Es que no es solo la sonrisa y el rictus de tranquilidad, incluso la postura corporal, erguida, orgullosa, con los hombros bien colocados y los pies firmes, son los que te enseña una profesional”.
En la graduación de su hija Irene, en junio de 2023, la nueva Infanta ya ‘enseñaba la patita’. Lució un pantalón ‘culotte’ de tipo vaquero azul marino, una camisa de seda blanca impoluta, el pelo semirrecogido y un bolso Hermès Grande Party, un clásico como pocos. Su imagen se elevaba a los titulares y su elegancia se convertía en noticia.
El "brillo" de la Infanta
La primera vez que los titulares hablaron claramente del “brillo” de la Infanta fue en la boda del hijo de Borja Prado. Celebrada en Medina-Sidona en octubre del año pasado, su vestido de Max Mara color malva, con flores aguamarina, en seda, amplio y sencillo le valieron el título de una de las mejor vestidas. Su sonrisa bien le podría haber valido el de la mejor actitud. Y eso que entonces estaba en el final de las negociaciones de su divorcio.
Cristina Reyes, estilista responsable de los looks de personajes como Isabel Preysler, tiene una opinión muy clara al respecto. “En la boda del hijo de Borja Prado llevaba un vestido bonito pero los complementos no eran los correctos. Ahí quizás empezaba a cambiar y se dio cuenta de que necesitaba ayuda porque después, todos los detalles están perfectos. Donde nunca falla un estilista es en los complementos y estoy segura de que tiene un estilista. Ole por ella, tiene un fachón impresionante y ha ganado muchísimo. Está guapísima”.
Poco después volvía a aparecer en España, de manera pública, en la celebración del 60 cumpleaños de su hermana, la infanta Elena, y volvía a arrasar. “Parece otra”, “su primer look de divorciada”, “el divorcio le va a sentar bien” son algunas de las frases que se pueden leer de aquella jornada. ¿Los motivos? La Infanta desterraba ese traje de chaqueta al que nos tenía acostumbrados, de colores y zapatos anodinos, habitualmente rematados con un foulard a juego, para mostrarse más sexy y lo que ahora se llama ‘empoderada’. Una falda midí de encaje y una chaqueta tweed, todo combinado con una botas contra el frío altas con taconazo. Aquel día dejó incluso atrás los comentarios sobre la reina Letizia y fue ella quien acaparó los focos.
"Hay un estilista detrás"
“No lo puedo asegurar, pero da la sensación de que hay un estilista detrás, el trabajo de un profesional”, comenta Cristina Reyes en conversación con Vanitatis. “Se nota muchísimo el cambio de la infanta Cristina, lo noté en el cumpleaños de la infanta Sofía. Ahí se nota el look con la bota, un toque muy actual, y definitivamente me doy cuenta del cambio total en el funeral de Constantino. La falda, el zapato bicolor, la chaqueta entallada… Y ya lo constatamos en la boda de Almeida: un look de estilista, actual, fresco, elegante, estiloso, el pendiente, el zapato”.
Hemos pasado de hablar de una mujer triste a hablar de una mujer que pisa fuerte. Sucedió de nuevo con las imágenes del cumpleaños de su padre, el rey Juan Carlos I, en Abu Dabi. Conscientes como pocos de la importancia de la ropa, los royals saben que los mensajes están en cada detalle. Así que la infanta Cristina escogió para la fiesta un vestido ‘boho’ de su madre, ausente en la celebració y presente en la memoria de todos a través de la ropa de su hija.
En febrero de este año tuvo lugar la misa en recuerdo de Constantino de Grecia en Londres, momento del que habla Cristina Reyes porque, de nuevo, el outfit de Cristina de Borbón acaparaba titulares. Vestía de gris, con falda plisada de vuelo y chaqueta de lana con hombreras y doble cremallera. El zapato negro y blanco, un clutch y guantes a conjunto le daban un aire monegasco propio de los mejores tiempos de Dior.
Y llegaba este sábado y la hermana de Felipe VI se convertía en una de las mujeres más elegantes de la boda del alcalde, compitiendo en el top 3 con Sofía Palazuelo -ahí es nada-. Su dos piezas color chocolate con tachuelas doradas, unos zapatos cómodos del mismo color, así como el clutch, también marrón, y un elaborado recogido ha sido de lo más comentado de la boda (con perdón de los novios, claro). El aire fresco ha entrado de sopetón en el armario de la infanta Cristina y eso se nota incluso cuando pisa.
Alicaída, sola en el aeropuerto, con vaqueros y chaqueta negra, mascarilla del mismo color, gafas de ver de cerca y coleta. Como la Chenoa del chándal, la primera imagen pública de la infanta Cristina tras la infidelidad de Iñaki Urdangarin dejaba en evidencia que no pasaba por su mejor momento. Superar una ruptura, en su caso especialmente dura, es un trabajo que puede costar años.
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