Segundo día de Harry y Meghan en Colombia: looks que suman 6.400 euros y unos pendientes muy especiales

En su segundo día de visita por Colombia, los duques de Sussex han cambiado el tono de su agenda. En su segundo día por Colombia, han querido mostrar su faceta más relajada y accesible. Tras haber atraído la atención mediática en su debut con una serie de apariciones públicas y discursos centrados en las causas promovidas por su Fundación Archewell, la pareja se adentró en uno de los distritos más humildes de Bogotá para visitar el colegio La Giralda, ubicado en el barrio de Las Cruces, Santa Fé.

Este colegio, reconocido como uno de los mejores del mundo, fue el escenario perfecto para que Harry y Meghan se mostraran en una faceta más informal y cercana. A su llegada, ambos fueron recibidos por la vicepresidenta de Colombia, Francia Márquez, y el director del centro educativo, Serafín Ordóñez.

Para esta ocasión, la exactriz eligió un atuendo sencillo y cómodo con unos pantalones pitillo tobilleros, zapatos planos y un moño bajo. El toque de color lo dio una blazer marrón de Loro Piana, una de las prendas favoritas de la duquesa que se vende por 3.400 euros. En los pies lució unas bailarinas clásicas de Chanel en color beige y negro que están en su web por 996 euros. En cuanto a las joyas, que casi todas eran de Cartier, destacaron sus pendientes: dos mariposas que pertenecieron a la princesa Diana.

Por su parte, el príncipe optó por unos pantalones beige y una camisa, sin corbata ni chaqueta, lo que contrastó con la formalidad de sus apariciones previas.

Durante la visita, los duques no se despegaron de los niños, que vestidos con sus uniformes les paraban en el recorrido por las instalaciones para hablar con ellos o simplemente acompañarles de la mano por su colegio. Uno de los momentos más emotivos del día fue cuando la pareja se detuvo en un memorial dedicado a los colombianos que han perdido la vida en los conflictos que han marcado la historia del país.

Este rincón era un gran parterre en el que los estudiantes muestran su respeto y solidaridad a través de la jardinería. La pareja no quiso irse sin hacer lo propio y ambos participaron plantando árboles en honor a las víctimas. Harry se encargó de trasplantar un pequeño guayacán, un árbol autóctono de América Central y del Sur; mientras que Meghan plantó un nogal.

La visita también tuvo momentos de alegría y espontaneidad. En un país como Colombia, donde el ritmo y la música son parte esencial de la cultura, el príncipe no pudo resistirse a unirse a un baile tradicional mientras caminaba entre los presentes. Sin embargo, la timidez lo llevó a detenerse y disfrutar del espectáculo como espectador, admirando las danzas y cánticos tradicionales interpretados por los estudiantes.

El recorrido por el colegio incluyó una parada especial en las aulas de los más pequeños, donde los duques de Sussex compartieron un tiempo valioso con los niños. Harry y Meghan se mostraron especialmente cariñosos, ayudando a los pequeños a montar puzles y participando en actividades lúdicas.

Meghan, que tiene conocimientos de español gracias a su estancia en Argentina, sorprendió al comunicarse en el idioma de Cervantes y se ganó el cariño de una niña a quien abrazó afectuosamente. Harry, por su parte, también se animó a hablar en español, preguntando los nombres y edades de los niños, lo que generó sonrisas y momentos entrañables.

Antes de despedirse, los estudiantes del colegio les hicieron entrega de varios regalos. Entre ellos, unos ponchos tradicionales para el matrimonio, así como muñecos para sus hijos, Archie y Lilibet, junto con cartas manuscritas llenas de mensajes de cariño. Este gesto reflejó el afecto y gratitud de la comunidad hacia los duques, quienes a pesar de su estatus, demostraron una humildad y calidez genuinas.

A pesar de la cercanía que transmitieron en su visita, no se descuidaron las medidas de seguridad. La pareja fue escoltada hasta Las Cruces por un imponente dispositivo de seguridad que incluía 16 vehículos policiales armados, según ha adelantado el 'Daily Mail'. Un despliegue que ya no repercute a la Corona británica y que ha servido al príncipe como parapeto a la hora de decidir sus visitas al Reino Unido.

Tras su paso por el colegio, la agenda de los duques continuó con un almuerzo privado con la vicepresidenta Márquez. Pero el plato fuerte se lo dejaron para la tarde. La pareja visitó al Equipo de Colombia de los Juegos Invictus, una competición internacional adaptada para veteranos y heridos en combate y el proyecto más querido por el príncipe Harry.

En este acto se ha visto más suelto al hijo de Carlos III, que incluso ha jugado al voleibol con los militares en sus mismas condiciones. Para ello, llevó un atuendo cómodo como son unos pantalones pitillo y un polo.

La que no pudo agacharse fue Meghan, que optó por una falda midi con abertura lateral del diseñador colombiano Juan De Dios. Se trata del modelo Martellato de seda Amaime y cuesta 407 euros. Complementándola llevó una camisa blanca abotonada de Giuliva Heritage en seda de color blanco por 865 euros. Para terminar con el look, la duquesa lució unos Jimmy Choo: la sandalia de cuero Etana Mule 50 con un precio de 792 euros.

La visita de los duques de Sussex a Colombia ha demostrado ser un éxito no solo en términos de relaciones diplomáticas, sino también en la manera en que han logrado conectar con la gente, mostrándose como una pareja accesible y comprometida con las causas sociales. Pero todavía quedan dos jornadas más y queda margen para que la pareja sorprenda con más actos.