La reina Camila, su look más informal con vaqueros, como protagonistas para una salida con sus nietos

Aunque es una mujer de campo, como ella misma se ha definido en numerosas ocasiones, estamos acostumbrados a ver a la reina Camila con trajes formales para sus eventos oficiales. De ahí que nos haya sorprendido tanto el look informal y con aires juveniles que eligió este lunes, para un encuentro con sus hijos algunos de sus nietos. Mientras Carlos III se instalaba de manera oficial en Balmoral, el castillo escocés en el que falleció Isabel II hace poco menos de dos años, su esposa decidió pasárselo bien con sus descendientes.

La reina salió a comer con sus dos vástagos, Tom Parker Bowles y Laura Lopes, a un restaurante de la localidad escocesa de Ballater, muy cerca de Balmoral. Camila fue fotografiada luciendo unos jeans, una prenda que no le hemos visto en demasiados ocasiones y que en esta ocasión combinó con un plumas en color verde y unos botines en azul marino con tacón cómodo. Perfecta para una salida familiar con sus hijos y nietos.

Mientras ella almorzaba con los suyos, el rey Carlos III cumplía con la ceremonia oficial antes de instalarse en Balmoral. De muy buen humor, y a pesar de que sigue su tratamiento contra el cáncer, el monarca pasó revista a las tropas escocesas y conoció a la mascota del Regimiento Real de Escocia, el cabo Cruachan VI. Es un poni se comportó muy bien frente a Carlos III, no como en otras ocasiones con Isabel II, en las que había intentado comerse su ramo de flores.

Normalmente, la llegada de los reyes a Balmoral se producía a principios de agosto, pero hay un motivo de peso para que se haya retrasado. Y es que Carlos III ha decidido abrir el castillo al público por primera vez y así facturar con ello. Las entradas cuestan 100 libras cada una y se agotaron en muy poco tiempo.

Se espera que Guillermo y Kate Middleton visiten a Carlos y Camila en Balmoral en los próximos días, acompañados por sus tres hijos, George, Charlotte y Louis. Por ahora han estado en Norfolk, como han revelado varios testigos presenciales.

Y es que los Gales se presentaron por sorpresa en una batalla tradicional en Norfolk que tiene lugar con pistolas Nerf. El príncipe George, de 11 años; la princesa Charlotte, de nueve años, y el príncipe Louis, de seis años, participaron como niños anónimos en el Festival Gone Wild en Holkham Hall, donde se enfrentaron en una batalla Nerf "de alta intensidad con pistolas de juguete y bombas de humo", Junto a ellos se encontraban Guillermo y Kate, a la que se la vio jugando también con una pistola Nerf.