La reaparición de Lalla Khadija, la hija del rey Mohamed de Marruecos, en una recepción a Macron
La princesa aparece en un acto oficial después de cinco años sin participar en las labores diplomáticas con su padre
La visita del presidente francés Emmanuel Macron a Rabat ha provocado un acontecimiento inesperado. El líder galo ha organizado una visita de Estado de tres días para fortalecer las relaciones entre Francia y Marruecos, después de cinco años de distanciamiento diplomático. El rey Mohammed VI ha recibido al mandatario en el aeropuerto de Rabat-Salé, acompañado de una gran representación de la familia real. Incluida la princesa Lalla Khadija, que ha aparecido en un acto oficial después de cinco años sin hacerlo.
Entre las personalidades presentes se encontraban el príncipe heredero Moulay Hassan, el príncipe Moulay Rachid y la princesa Lalla Meryem, quienes participaron en la bienvenida. Lalla Khadija, de 17 años, no había aparecido en un acto oficial desde hacía cinco años, lo que hizo que su reaparición captara la atención de la prensa y del público marroquí.
La familia real marroquí ha movilizado a sus miembros más prominentes, simbolizando la voluntad de acercamiento y de cordialidad diplomática. La presencia de Lalla Khadija, que en su juventud acompañó a su padre en varios eventos antes de desaparecer de la escena pública, es vista como un símbolo del compromiso del rey Mohammed VI con este gesto de reconciliación.
Lalla Khadija ha sido tradicionalmente una figura reservada en el ámbito público, y en los últimos años su escasa aparición junto a su madre, la princesa Lalla Salma, dio lugar a numerosas especulaciones. A lo largo de la pandemia, la familia real marroquí mantuvo un perfil bajo, y tras este periodo, la ausencia de Lalla Khadija solo alimentó las dudas y rumores.
La prensa nacional ha recibido la reaparición de Lalla Khadija con entusiasmo, destacando su elegancia y serenidad. Medios como ‘The 1’ han elogiado su “gracia juvenil” y la califican como una “sorpresa luminosa”. Este tipo de representaciones en la prensa alimenta la imagen de una princesa que, aunque discreta, podría asumir en el futuro un rol de mayor visibilidad junto a su padre y su hermano Moulay Hassan.
La princesa, que no es heredera al trono, comenzó su formación a los cuatro años en el colegio real, que se encuentra dentro del palacio, en Rabat. Allí aprendió español, inglés, francés, además de árabe, y ha recibido clases del Corán. Entre sus aficiones se ha publicado que toca algunos instrumentos, como el piano y la guitarra, además de que le gusta ir de compras, pasear o practicar deporte. Su primer acto oficial a solas fue a finales de 2019, en una visita al zoo de Rabat, cuando tenía 13 años y apareció vestida de rojo y con coleta.
La visita del presidente francés Emmanuel Macron a Rabat ha provocado un acontecimiento inesperado. El líder galo ha organizado una visita de Estado de tres días para fortalecer las relaciones entre Francia y Marruecos, después de cinco años de distanciamiento diplomático. El rey Mohammed VI ha recibido al mandatario en el aeropuerto de Rabat-Salé, acompañado de una gran representación de la familia real. Incluida la princesa Lalla Khadija, que ha aparecido en un acto oficial después de cinco años sin hacerlo.
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