El plan de Charlène de Mónaco tras el funeral del papa Francisco: con el príncipe Alberto y de riguroso luto

La vida sigue. Aunque muchos hayan lamentado, con escritos mediante, el deceso del papa Francisco, que falleció el pasado lunes a causa de un derrame cerebral, los miembros de la realeza europea tienen que seguir con sus compromisos institucionales. Por ello, unas horas después de acudir a su multitudinario funeral, Alberto y Charlène de Mónaco se han dejado ver en la final de la decimotercera edición del torneo Sainte Devote.

La presencia de la princesa era obligatoria porque dicha competición la organiza la federación de rubgy de Mónaco en colaboración con la fundación que lleva su nombre. La esposa del príncipe Alberto fue la encargada de entregar el trofeo a los jugadores del Montpellier Hérault Rugby -los vencedores del partido-. También estuvieron presentes para celebrar el éxito cosechado con esta edición, que ha conseguido reunir hasta 24 equipos de 21 países distintos.

Eso sí, lo hizo portando un dos piezas de color negro que acompañó de una blazer del mismo tono. Señalar que su decisión de aparecer con de oscuro refleja su respeto hacia el pontífice, pues, en cierto modo, siguió con el luto que llevó unas horas antes en la Plaza de San Pedro, en la Ciudad del Vaticano. Aunque lo hizo sin la mantilla negra que llevó durante el funeral -prenda que llevaron gran parte de las invitadas-.

Alberto y Charlène de Mónaco pertenecen a una de las monarquías que más relación ha tenido con el pontífice durante sus doce años de papado, pues tuvieron más de un encuentro con él. Es más, en uno de ellos, la princesa apareció vestida de blanco, algo que muy pocas royals pueden hacer. Históricamente, este privilegio se concedía a algunas reinas católicas y consortes de monarcas como un gesto de agradecimiento por su fidelidad con la Santa Sede.

Viaje exprés a Sevilla

Otro miembro de la realeza que tuvo que seguir con sus compromisos fue el rey Felipe VI. Tras el funeral, puso rumbo a Sevilla, donde tuvo lugar la final de la Copa del Rey, que enfrentaba al Real Madrid con el Barcelona. Junto a él se vio a María Jesús Montero, que era otra de las personas que formaron parte de la comitiva española en Roma. Apuntar que no fueron los únicos que viajaron hasta Italia. También lo hizo la reina Letizia, Yolanda Díaz, Félix Bolaños y Alberto Núñez Feijóo.