El polémico privilegio de la hermana de Sofía de Suecia: una residencia real a precio reducido gracias a su vínculo familiar
Lina Hellqvist, hermana de Sofía de Suecia, disfrutará de un privilegio único: mudarse a una residencia real a precio reducido gracias a su vínculo familiar
Carlos Felipe y Sofía de Suecia en una imagen de archivo. (Gtres)
Ser hermana de un miembro de la realeza no es algo fácil, pues tu vida también pasa a ser analizada por los medios de comunicación. Y si no, que se lo pregunten a Pippa Middleton o a Telma Ortiz. Sin embargo, también tiene sus ventajas, como le ha ocurrido a Lina Hellqvist, la hermana de Sofía de Suecia, quien está a punto de mudarse a una residencia propiedad de la Casa Real, gracias a su vínculo familiar con la nuera de Carlos XVI Gustavo y Silvia.
Según publica la revista sueca 'Hänt', Lina y su marido, Mattias Wikström, han decidido dejar la casa en la que vivían en Järfälla, al norte de Estocolmo, junto a sus dos hijas, Ellie Blue, de tres años, y Lily Rose, de uno. Hace unos meses, consiguieron venderla por 6,6 millones de coronas suecas, 544.482,79 euros, lo que supone 800.000 coronas más de lo que pagaron por ella en 2019, cuando compraron la casa de 142 metros cuadrados.
Lina Hellqvist y Mattias Wikström con sus dos hijas. (CP)
Ahora, fuentes cercanas al Palacio aseguran que la pareja ha recibido el beneplácito del gobernador real y se encuentra esperando para mudarse a una de las viviendas gestionadas por la Casa Real. El alquiler de residencias reales en Suecia se gestiona a través de un sistema exclusivo y discreto, reservado para miembros de la familia real, empleados del Palacio Real y personas con conexiones cercanas a la Casa Real.
Estas propiedades, que incluyen apartamentos y casas en ubicaciones privilegiadas como Gamla Stan, Östermalm, Djurgården y cerca de Drottningholm, forman parte de la llamada "disposición real" (kunglig dispositionsrätt). Este derecho histórico permite al monarca decidir quién puede residir en estas propiedades sin necesidad de un sistema público de listas de espera. La gestión de estas viviendas está a cargo del Gonernador Real (Ståthållare), quien supervisa la asignación de las residencias.
Las tarifas de alquiler en estas residencias son notablemente bajas en comparación con el mercado inmobiliario privado de Estocolmo. Por ejemplo, una vivienda de 132 metros cuadrados en Gamla Stan se alquila por 8.800 coronas al mes -798 euros-, mientras que propiedades similares en el mercado privado pueden superar los 20.000 coronas mensuales -1.814 euros-. Este sistema permite a los inquilinos disfrutar de viviendas de alto nivel a precios significativamente reducidos, siempre que cumplan con los criterios establecidos por la Casa Real.
Carlos Felipe de Suecia y Sofía Hellqvist junto a Lina y Sara Hellqvist. (Kungahuset)
En resumen, el alquiler de residencias reales en Suecia es un proceso altamente selectivo y privado, accesible principalmente para aquellos con vínculos directos con la familia real o el Palacio Real. Este sistema refleja el carácter exclusivo y privilegiado de estas propiedades, reservadas para una élite muy específica dentro de la sociedad sueca.
Mientras no se mudan a su nueva residencia, de la que se desconocen más detalles, Lina, su marido y sus dos hijas vivirán temporalmente junto a Sofía y Carlos Felipe, una situación que les permitirá integrarse poco a poco en el entorno más cercano de la familia real. Los príncipes residen junto a sus cuatro hijos, Alexander, Gabriel, Julian e Ines, en Villa Solbacken, una mansión ubicada en el este de Estocolmo, en el barrio de Djurgården, en la que residieron Bertil y Lilian, tíos abuelos de Carlos Felipe, hasta el fin de sus días.
Villa Solbacken
Se trata de una casa muy grande por lo que no tendrán problemas de espacio para cuatro adultos y seis niños. Será, además, algo temporal, hasta que Lina y Mattias puedan trasladarse a su nueva casa.
Este movimiento refleja cómo, aunque la vida cerca de la realeza está marcada por la atención mediática y la falta de privacidad, también puede abrir oportunidades únicas, como acceder a residencias exclusivas o formar parte de los círculos más cercanos a la corona. Para Lina, este cambio no solo supone un nuevo hogar para su familia, sino también un reconocimiento implícito de su vínculo con la princesa Sofía, algo que sin duda le brinda ventajas y visibilidad dentro del panorama social sueco.
Ser hermana de un miembro de la realeza no es algo fácil, pues tu vida también pasa a ser analizada por los medios de comunicación. Y si no, que se lo pregunten a Pippa Middleton o a Telma Ortiz. Sin embargo, también tiene sus ventajas, como le ha ocurrido a Lina Hellqvist, la hermana de Sofía de Suecia, quien está a punto de mudarse a una residencia propiedad de la Casa Real, gracias a su vínculo familiar con la nuera de Carlos XVI Gustavo y Silvia.