Hepburn y Tracy, Taylor y Burton... Los míticos (y no siempre idílicos) amores de Hollywood
Los amores que nacieron en un plató y, a menudo, acabaron en divorcio. Otros fueron lo suficientemente longevos que solo la muerte pudo con ellos. Repasamos las parejas de leyenda de la meca del cine
Decía Stendhal que "el amor es una maravillosa flor, pero es necesario tener el valor de ir a buscarla al borde de un horrible precipicio". El 14 de febrero es una buena fecha para recordar que, en el mundo del espectáculo, el amor es una montaña rusa de subidas y bajadas, un volcán en erupción fascinante pero que a veces es mejor mirarlo de lejos. Lo testimonian muchas de las parejas que surgieron en un plató y que, de una forma u otra, combinaron romance con celos, divorcio y angustias.
Hemos recopilado algunos de esos dúos para recordar qué significa el amor en el cine, las relaciones que nacieron al calor de los focos y dieron la vuelta al mundo. Del amor oculto de Katharine Hepburn y Spencer Tracy al mediático divorcio de Brad Pitt y Angelina Jolie. No están todos los que son pero sí son todos los que están...
Katharine Hepburn y Spencer Tracy
Los malpensados y revisionistas dicen que lo de Hepburn y Tracy fue una tapadera para ocultar la homosexualidad de ambos. Los que aún creemos en el amor tomamos la leyenda de la pareja al pie de la letra. El mito comenzó el día en el que la indómita Kate se topó con Tracy, poco antes de rodar juntos su primera película, 'La mujer del año', en los estudios de la Metro-Goldwyn-Mayer situados en Culver City. Osada como siempre, la actriz le dijo al protagonista de 'Capitanes intrépidos' que era más bajito en persona. "No te preocupes, te pondrá a su altura", le replicó John Huston, que iba acompañando a Spencer. Desde ese momento iniciaron una relación a escondidas para no torpedear el matrimonio de él. El actor estaba casado y para su mujer era importante ser la señora Tracy, puesto que presidía varias asociaciones dedicadas dedicadas a la infancia y estaba dedicada al hijo sordo de ambos.
A Kathy nunca le importó ser 'la otra' siempre que la prensa los dejase en paz, y así permanecieron juntos a lo largo de varias películas (entre las que se cuentan joyas como 'La costilla de Adán' o 'La impetuosa') y una vida en común que se vio ensombrecida por el alcoholismo de él. En 1966, Spencer Tracy murió varios días después de rodar 'Adivina quién viene esta noche' junto a Katharine Hepburn. Ella, que se lo encontró muerto tras un infarto fulminante que se sumó al cáncer que padecía, nunca pudo ver esa película. La gran Kate solo habló de su historia muchos años después, cuando el tiempo había amainado una pasión que, en los 40, 50 y 60, resultaba escandalosa.
Judy Garland y Vincente Minnelli
Mucha gente no recuerda que el origen de Liza Minnelli está en el amor que sus padres desarrollaron en el plató de 'Cita en San Louis'. En 1944, Judy Garland iba a ser dirigida por Vincente Minnelli, el genio traído directamente de Broadway, en un musical familiar y azucarazo que cambiaría la propia concepción del musical. La actriz ya era por entonces un personaje bastante difícil que llegaba tarde a los platós y causaba algún que otro problema. Garland odiaba tener que volver a encarnar a una adolescente y para entonces el estudio ya la había convertido en una adicta a las pastillas para soportar las largas horas de rodaje. Pero eso no impidió que ella y Minnelli se enamorasen y se casasen el 15 de junio de 1945.
La adicción de ella y la dedicación al trabajo de él fueron minando el matrimonio. Sin embargo, el punto de inflexión nada tuvo que ver con el trabajo. Fue narrado por Gerald Clarke años después de que ocurriese: “En una ocasión, Judy volvió de forma inesperada del estudio y descubrió a Minnelli en la cama con un hombre que trabajaba para ellos... El shock la llevó a intentar suicidarse". En 1949, mientras Minnelli intentaba reflotar su carrera tras el fracaso de 'El pirata' (que había rodado con Garland) y ella luchaba contra sus demonios internos, que la llevarían a ser despedida por la Metro-Goldwyn-Mayer un año más tarde, la pareja anunció su separación. En total, estuvieron cuatro años juntos, pero su amor dio lugar a varias de las películas más populares y perfectas de la década de los 40.
Clark Gable y Carole Lombard
Si hubo un amor dichoso, fue el de Clark Gable y Carole Lombard. Aunque el destino, shakesperiano y cruel, le pusiese punto y final con la trágica muerte de ella en un accidente de avión en 1942. Los dos se conocieron en el rodaje de 'No man of her own' (1932), que curiosamente fue la única película que rodaron juntos. Por entonces, ambos estaban casados. Carole, de hecho, había contraído matrimonio con otra gran estrella, William Powell.
Aunque ya tenían una química envidiable en pantalla, cuando rodaron juntos no hubo el más mínimo filtreo entre ella y Gable, que ya daba sus primeros pasos para hacer honor a su sobrenombre, el Rey. Cuando Gable obtuvo el divorcio, en 1939, se fugaron a Kingman, Arizona, para contraer matrimonio. Tal y como revelan las películas caseras que han llegado hasta nuestros días, Gable y Lombard eran el ideal de la pareja americana. Más que amantes, parecían los colegas de una juerga interminable. Pero todo acabó en enero de 1942, cuando ella, su madre y su agente murieron en un avión tras una gira para vender bonos de guerra. Aunque se casó más veces, el protagonista de 'Lo que el viento se llevó' jamás superó la tragedia que acabó con el gran amor de su vida.
Elizabeth Taylor y Richard Burton
La de Richard Burton y Elizabeth Taylor es, probablemente, la relación más tortuosa de esta lista. Amores reñidos son los más queridos, que diría cualquier canción. Se conocieron durante el interminable rodaje de 'Cleopatra', en 1963. Ambos estaban casados y se divorciaron para poder dar rienda suelta a la chispa que había surgido en aquella desastrosa superproducción que casi acaba con la salud de su director, Joseph Leo Mankiewicz.
Lo que vino después es digno de la mejor telenovela: se casaron dos veces y se divorciaron otras tantas y protagonizaron mil y un escándalos que hicieron que sus personajes en '¿Quién teme a Virginia Wolf?' fuesen ángeles a su lado. El adulterio público que prendió la llama de su amor protagonizó tantos titulares que hasta el Papa condenó la relación. Pero ni siquiera el 'pecado' que suponía ir a ver 'Cleopatra' al cine salvó del naufragio en taquilla.
Barbara Stanwyck y Robert Taylor
Más rumores sobre un matrimonio tapadera para esconder la homosexualidad de ambos (y parece que, al contrario que en el caso de Hepburn y Tracy, esta teoría sí tenía cierta solidez). Pese a todo, Barbara Stanwyck y Robert Taylor parecían formar una pareja pluscuamperfecta que repartió su felicidad adoptando a un niño, Dyon. Cuando se casaron, en 1939, ambos estaban en la cúspide de sus carreras.
Ella ya había trabajado con Capra, DeMille o Vidor y había sido nominada al Oscar por su abnegada madre de 'Stella Dallas'. Él había sido partenaire de la Garbo en 'Margarita Gautier' y estaba a punto de protagonizar uno de sus grandes éxitos, 'El puente de Waterloo', al lado de Vivien Leigh. A Stanwyck la criticaron por casarse con alguien cuatro años más joven que ella. La actriz tuvo una réplica perfecta: "El chico tiene mucho que aprender y yo tengo mucho que enseñar". El amor acabó en divorcio en 1952, pero ambos se esforzaron por mantener una buena relación e incluso volvieron a rodar juntos una película a mediados de los años 60.
Brad Pitt y Angelina Jolie
El 20 de septiembre de 2016 quedará, para la historia de la prensa rosa, como el día en el que Brangelina se acabó para siempre. Los Mary Pickford y Douglas Fairbanks del siglo XXI, Angelina Jolie y Brad Pitt, se separaron tras la petición de ella, que solicitó el divorcio y extremó cautelas en torno a sus hijos. Los tabloides se hicieron de oro recreándose en detalles escabrosos como el de las adicciones de Brad o el incidente del actor en un avión con su hijo Maddox. Ese episodio de gritos y violencia (parece que, finalmente, solo fue verbal) llevó al actor de 'Seven' a ser investigado por el departamento de policía de Los Ángeles. La razón: supuesto "abuso físico y verbal" hacia sus hijos.
Cinco años más tarde, ambos han batallado cordialmente por la custodia de sus hijos (Pitt pretende que sea compartida) y han hecho olvidar que, años atrás, fueron una de las parejas más fotografiadas (y odiadas por los fans de Jennifer Aniston en su, incómodo e injusto, papel de abandonada) del mundo.
Decía Stendhal que "el amor es una maravillosa flor, pero es necesario tener el valor de ir a buscarla al borde de un horrible precipicio". El 14 de febrero es una buena fecha para recordar que, en el mundo del espectáculo, el amor es una montaña rusa de subidas y bajadas, un volcán en erupción fascinante pero que a veces es mejor mirarlo de lejos. Lo testimonian muchas de las parejas que surgieron en un plató y que, de una forma u otra, combinaron romance con celos, divorcio y angustias.