Cabañas indias de lujo en un 'resort' canadiense

En una época en la que las marcas de lujo se venden en cualquier aeropuerto y las imitaciones son casi tan valoradas como los originales, el auténtico lujo no reside escondido ni en el fondo de algún bolso de marca ni dentro de una lata de beluga, sino en vivir experiencias únicas e irrepetibles que escapen al alcance de la mayoría de las personas. ¿Cuántas veces ha soñado con regresar a la naturaleza y disfrutar de su esplendor en el entorno más auténtico posible?

En el territorio del Yukón, la zona canadiense más próxima a Alaska, abrió el pasado mes de mayo el que posiblemente sea el único resort que ofrece a sus huéspedes pernoctar en unos tipis (las tradicionales cabañas de los nativos americanos) equipados con los lujos que se pueden esperar de cualquier hotel de categoría.

Sólo por el entorno que rodea al complejo la estancia merece la pena. El Yukon es una tierra de leyenda, el lugar de la fiebre del oro de Klondike que a tantas decenas de miles de personas atrajo a finales del siglo XIX, y también un lugar en el que la Tierra demuestra su esplendor a través de altos picos y furiosos ríos. La naturaleza hace en este sitio una llamada al hombre, pero alojarse en Perfect Earth no significa pasar el fin de semana tirado en un duro suelo con un saco de dormir, sino todo lo contrario.

Cada uno de los tipis tiene dos camas de lujo tamaño queen recubiertas con ropa de cama procedente de lino orgánico de la mayor calidad, una zona de lectura, una chimenea central, vestidor, dos reproductores DVD con auriculares inalámbricos, radio por satélite y acceso WiFi a Internet. Y aunque estemos en medio de la naturaleza, la higiene y comodidad de los servicios está perfectamente asegurada. Por supuesto, existe la opción de alojarnos en cabañas de maderas igual de bien equipadas, pero ¿para qué quedarse a medio camino cuando uno puede emprender el retorno a la naturaleza por completo?

Hay muchas cosas que hacer en el Yukón, y en verano sin duda alguna una de las más espectaculares es el sol de medianoche. Imagínese dando un paseo poco después de medianoche viendo el peculiar amanecer, o tomando el sol a las tres de la mañana. A lo mejor usted no quiere levantarse tan pronto, pero las actividades naturales no acaban durante la noche. La fauna del Yukón es una de las más espectaculares de toda América: aventúrese a avistar con sus prismáticos los osos, los renos o los carneros salvajes. Pero además los amantes del turismo más activo podrán realizar un descenso en canoa, caminatas por el bosque o un paseo en bicicleta.

El cuerpo también tiene su recompensa en este apartado escondite en el Yukón: una sauna, un jacuzzi al aire libre o baños de vapor desintoxicantes, además de masajes de aromaterapia, se encuentran en la lista de servicios de este resort. ¿Es o no un lujo?