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Las claves gastro para vivir San Fermín como un pamplonica más
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Las claves gastro para vivir San Fermín como un pamplonica más

Vamos a lanzar nuestro chupinazo y a elaborar un catálogo para encomendarnos al santo patrón que inaugura el verano como le gustaba a Hemingway.

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No sabe uno por dónde empezar, si entregándose en cuerpo y alma al 1 de enero, 2 de febrero, 3 de marzo… y llegar al 7 de julio, como se pueda, o directamente entonar el Pobre de mí haciendo patria para entrar en ambiente empezando por el final. Vamos a lanzarnuestro propio chupinazo y a elaborar un catálogo para encomendarnos al Santo Patrón que inaugura el verano como le gustaba a Hemingway, en blanco y rojo. Pamplona era y es una fiesta: a partir del domingo, el día previo aSan Fermín.

Nos hemos puesto en manos del náufrago mayor de todos los sanfermineros, superviviente de cada 15 de julio, para que nos diga dónde dan más por menos en cuestión de churros, cócteles,pintxos y potesen esta capital del jolgorio hispano que conoce el mundo entero. Mikel Urmeneta, el alma mater y pater de Kukuxumusu, una fábrica como la de Willy Wonka pero de dibujos (no de chocolate),coge al toro siempre por los cuernos, aunque sean los de sus camisetas. Con su ayuda, y la de algún otro pamplonés de pro, hemos elaborado esta guía para que te desenvuelvas en honor al santo como un pamplonica más.

Veamos pordónde pasa esta ruta que sale el 6 de julio con el famoso chupinazo a la hora del Ángelus (y que Dios nos coja confesados). "El día 15 es difícil no derrumbarse. Por eso siempre sienta bien lo de desayunar magras con tomate". Es palabra de Mikel.

PARA NO MORIR EN EL INTENTO HAY QUE LLENAR EL DEPÓSITO Y "SER UN DIESEL"

Lo dice también el director creativo de Kukuxumuxu: "Hay que ser un diesel" para aguantar el tipo.Albuen sanferminero, a ese individuo rojiblanco con el ánimo fiesteropor las nubes,hay que buscarle en el Casco Viejo: calle Comedias arriba, calle San Nicolás abajo, alrededores de la Plaza de Toros ymerodeandopor la Plaza del Castillo. Según Miguel Urmeneta, hay tres rituales indispensables que coinciden con tres lugares. "Primero, para el desayuno, churros de La Mañueta (churrería ya centenaria en la calle del mismo nombre) y las ya mencionadas magras en El Catachu (C/Lindachiquia, 16). En segundo lugar, merendar un buen bocata casero en los toros. Y por lo menos una noche, cena virtuosa en el Europao txuletón en El Zaldiko (típica sidrería)".

En plenos festejos ya no sabe uno si lo que se mete al cuerpo es el desayuno, la comida o la cena. En cualquier caso, Mikel recomienda "después del encierro, cubata anacrónico en el precioso Casino Principal y loschurros de La Mañueta". Pero vayamos por partes.

LA FIESTA ESTÁ EN LA CALLE: PINTXOS,POTES Y ALGÚN BOCADILLO

La fiesta está en la calle. En las sidrerías, tascas, mesones, bares,restaurantes, en los puestos callejeros. Pero no solo de bocadillos de urgencia vive el juerguista de San Fermín: los pintxos son la alta cocina para seguir en pie.Los bares de Pamplona se quedan pequeños mientras las colas crecen y las calles se abarrotan. Toda la paciencia que guardes te servirá. Déjate de exigencias y siéntate o quédate de pie pero a esperar tu turno.Es obligado probar esas delicatesen enminiatura del Gaucho, cerca de la Plaza del Castillo, lo mismo que los pinchos delCaballo Blanco, junto a la muralla y detrás de la catedral, pues fue hospedaje de peregrinos, y los de Casa Otano, con su menú dedicado al Patrón, como tantos,en la calle San Nicolás, por la que irás y volverássi quieres estar en el meollo.

No puedes perderte los fritos de pimiento, de receta herededa y secreta,del mítico Café Roch, último reducto de la bohemia, con tertulia que frecuentó Hemingway, claro, en la necesaria calle Comedias. Y algo más lejos, pero cerca de la Plaza de Toros, el restaurante El Burladero con su menú especial San Isidro para degustar en su concurrida terraza, si es que hay suerte. Gastronomía navarra al poder.Una vez allí, desembocarás casi sin darte cuenta tú tambiénen la calle Roncesvalles, que es peatonal. Allí te esperan La Olla(restaurante, bar y terraza), La Botería, un viejo almacén de botas de vino, frente a la plaza de toros, donde practican el noble arte del pintxo,y el Roncesvalles, famoso por su codillo.

LAS NUEVE NOCHES MÁS GOLFAS: PINTAN COPAS

Para las copas, Mikel no duda: "Desde luego en el Casco Viejo. Las primeras copas en el Yoldi, La Antigua Farmacia o el Pasaje de la Jacoba. Luego, para seguir la fiesta, las calles Jarauta, Tejería, Calderería o Navarrería. Siempre El Mesón, Bodegas Riojanas o Nicolette". Además, tienes laCuesta de Labrit, la mítica zona de copas de la parte vieja de Pamplona, donde están el Kabiya, el Katos, el Cavas o el Kayak. Muy cerca pero no tan agobiante, el Café Bar Niza, donde también puedes tomar pintxos. En la Plaza del Castillo, el Casino-Eslava, el Txoko y el Bar Sevilla. Y en plena Estafeta, el Don Hilarióny La Granja.

LO QUE TIENES QUE SABER Y NO OLVIDAR

Que Pamplona es una fiesta. Que hay un hotel que se llama La Perla que también es restaurante y deberías visitar, como lo hizo Hemingway, que tuvo y tiene su habitación, comoCharles Chaplin, Imperio Argentina o Manolete, con balcones a la Estafeta y la Plaza del Castillo. Que note puedes perder el sorbete de limón con cava sanferminero de la sociedad gastronómica Gazteluleku, ahora en la calle San Francisco. Ni las terrazas de la Plaza del Castillo, alrededor de la que gira si no todo sí mucho. Que tienes que llevar el traje blanco con sus dos toques rojos (pañuelo y fajín) hasta para comprar el pan.El buen pamplonica no se lo quita desde elchupinazo hasta el Pobre de mí. Quesi quieres ver los toros desde la barrera, ahora como buen turista, has de hacerte huecoa las cinco de la mañana, aunque los encierros empiecen a las ocho. En San Fermín, el toro es el rey.

Seguimos con los recordatorios. No olvidesque la hora de lascopas empieza después de comer. Que las corridas de toros no son a las cinco de la tarde como en el romancero de García Lorca sino a las seis y media. Que si quieres jarana tienesque pedir tendido de sol, tomado por las peñas,y si quieres toros, tendido de sombra;la distancia que va del desmadre a la afición. Que hay que haber visto los encierros, aunque sea en la tele, porque después no se habla de nada más en las barras de bar.Y que las chanclas y similares tendrás que guardarlas para otra ocasión. A San Fermín se viene con los pies puestos a cubierto. Por laque pueda caer.

No sabe uno por dónde empezar, si entregándose en cuerpo y alma al 1 de enero, 2 de febrero, 3 de marzo… y llegar al 7 de julio, como se pueda, o directamente entonar el Pobre de mí haciendo patria para entrar en ambiente empezando por el final. Vamos a lanzarnuestro propio chupinazo y a elaborar un catálogo para encomendarnos al Santo Patrón que inaugura el verano como le gustaba a Hemingway, en blanco y rojo. Pamplona era y es una fiesta: a partir del domingo, el día previo aSan Fermín.