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¿Por qué cuando te haces famoso (como Jeff y MacKenzie Bezos) pareces más guapo?
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¿Por qué cuando te haces famoso (como Jeff y MacKenzie Bezos) pareces más guapo?

Siempre hay un antes y un después en todas las mujeres que un día vivieron en el anonimato y de repente se hacen personaje público. Y no es el sex appeal del poder. Mira

Foto:  Jeff y MacKenzie Bezos. (Vanitatis)
Jeff y MacKenzie Bezos. (Vanitatis)

¿Has visto la imagen de Jeff Bezos y su mujer? ¿O el cambio de Victoria Beckham a lo largo de los años? ¿Qué se han hecho la duquesa de Sussex, Kate Middleton, la reina Letizia, Sara Carbonero, Juana Acosta, Úrsula Corbero…? Ves una imagen de cuando eran desconocidas y ahora y es como si hubiesen pasado por un filtro mágico que les hubiese transformado y multiplicado sus encantos. De repente, su piel ya no es como la de cualquier mujer, sino que reluce, su mirada impacta, sus labios sugieren, su cabello resulta de anuncio siempre que aparecen ante los flashes…

¿Se trata de Photoshop? ¿Es un algo especial o el sex appeal del poder lo que desprenden? ¿O es que ahora se cuidan más y antes lo justo? Hemos analizado el proceso y tenemos la respuesta. Sigue leyendo.

placeholder Siempre nos ha gustado, pero Juana Acosta ahora sí que se saca partido. (Getty)
Siempre nos ha gustado, pero Juana Acosta ahora sí que se saca partido. (Getty)

Una segunda opinión

La clave de ese cambio (que no siempre es radical, pero que siempre sucede) es que en el momento en el que una mujer se convierte en un personaje público, de repente entra en juego algún experto de la imagen, del maquillaje y de peluquería que empieza a opinar. Es decir, hasta entonces las decisiones estéticas corrían a cargo de una misma y claramente, ante el espejo, nadie es objetivo, ni tiene por qué saber sacarse partido a la hora de arreglarse. Conclusión: como las famosas, todo se debe poner en manos de un experto, la autoestima te la puede jugar, una mirada objetiva o un consejo ajeno es fundamental para sacarte el máximo partido.

placeholder ¿Y Clara Lago? Es la misma pero con sus encantos multiplicados por diez. (Getty)
¿Y Clara Lago? Es la misma pero con sus encantos multiplicados por diez. (Getty)

Retoque a retoque

¿Las famosas se convierten en esclavas de su imagen? Creemos que no, sino que como cualquier mujer evolucionan con los años, aprenden también a sacarse partido y cuando notan que algo se puede mejorar, acuden sin complejos a un especialista para retocarse, ya que su profesión, de algún modo, les obliga a cuidarse algo más. De hecho, ya lo decía la modelo Carla Bruni hace años: “Mi cuerpo y mi rostro son mis herramientas de trabajo, así que procuro que siempre estén en perfecto estado”. Así que ya sabes, ¿flacidez, celulitis, vientre plano, bolsas en los ojos, párpados caídos, varices? Todo se puede trabajar en manos de un especialista; eso sí, recuerda que los milagros son cosa de Lourdes (y la cirugía)

placeholder Se habla mucho de lo que se hace y deja de hacer, pero está guapa. (Getty)
Se habla mucho de lo que se hace y deja de hacer, pero está guapa. (Getty)

Cuidados diarios

Y, por supuesto, cuando eres famosa, desde que te levantas hasta que te acuestas, tienes más de un evento a la semana y encima sabes que te miran hasta por la calle, sin duda te esfuerzas en los cuidados diarios algo más que el resto de los mortales. ¿Cómo? Con la mejor cosmética que existe. Es decir, limpiando a diario la piel con productos tipo la leche micelar de Christian Dior, procurando que la piel esté perfectamente hidratada y mimada con la crema en gel Hydra Beauty de Chanel y maquillando con una combinación de tratamiento estilo las fórmula CC Cream de Erborian.

placeholder Ahí está la clave: cuidarse todos los días.
Ahí está la clave: cuidarse todos los días.

¿Has visto la imagen de Jeff Bezos y su mujer? ¿O el cambio de Victoria Beckham a lo largo de los años? ¿Qué se han hecho la duquesa de Sussex, Kate Middleton, la reina Letizia, Sara Carbonero, Juana Acosta, Úrsula Corbero…? Ves una imagen de cuando eran desconocidas y ahora y es como si hubiesen pasado por un filtro mágico que les hubiese transformado y multiplicado sus encantos. De repente, su piel ya no es como la de cualquier mujer, sino que reluce, su mirada impacta, sus labios sugieren, su cabello resulta de anuncio siempre que aparecen ante los flashes…

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