El pelo ultracuidado de Kate Middleton, a examen: del color al corte

Se han escrito inmensos tratados acerca del cabello de Kate Middleton. Es grueso, es abundante, está sano y la duquesa de Cambridge no duda en decolorarlo según las tendencias, pero siempre de la forma más natural. Incluso durante el confinamiento nos ha demostrado que es una diestra peluquera. Kate acudía a cada una de sus reuniones por Zoom con un peinado distinto, desde semirrecogidos hasta sus característicos bucles, todo sin salir de casa y con el manejo royal de las tenacillas.

Kate a todo color

Pero la historia de Kate con el cabello comienza mucho antes, cuando los flashes de los paparazzi comenzaron a dirigirse hacia ella. En su etapa universitaria, su melena era mucho más larga y su cabello, aunque mantenía su base natural castaño oscuro, comenzaba a atreverse con las mechas doradas. La juventud y la falta de un equipo de asesores y estilistas hacían que su coloración resultara algo más artificial.

Pero, poco a poco, Kate Middleton fue modificando su coloración. El primer paso fue oscurecer su melena, consiguiendo un tono muy similar al que lucía Carlota Casiraghi por aquel entonces. Un castaño oscuro pero muy luminoso, juvenil y emulando a un cabello virgen. Kate encontró en este color un aliado para sofisticar su look en sus primeros años en la realeza. El cambio en la coloración es fácil de apreciar al observar, por ejemplo, las fotografías de su boda. Sin embargo, tras años de esta versión más morena de Kate, la duquesa empezó a aclarar su cabello.

Primero fueron finos reflejos un par de tonos más claros que su cabello, pero conforme el tono homogéneo se iba apoderando de su melena, adaptó sus mechas a su nuevo color. Así es como hemos asistido al paso de la Kate morena a la Kate bronde (brunette + blonde: castaño-rubio). “El tono es más luminoso y juvenil: aunque mantiene un tono profundo y sostenido que se mantiene fiel a su castaño original, le ha dado reflejos más claros mediante mechas baby lights, muy finas, que consiguen un efecto de aclarado general”, señalaba el estilista Eduardo Sánchez, que explicaba que el bronde es la coloración perfecta cabellos con un color de base castaño claro o rubio oscuro. “Favorece mucho a todas las morenas que quieran lucir un color más claro sin un gran compromiso y evitando un efecto raíz muy marcado”, añadía.

En el último año, y como consecuencia de la crisis por el covid y la cuarentena, el cabello de Kate Middleton se radicalizó. Pasamos del castaño luminoso a un tono mucho más oxigenado. En su día, preguntamos al experto en color Moncho Moreno para saber cómo se había podido conseguir ese tono más pelirrojo en el que, según le diera la luz, podíamos ver destellos naranjas.

Según apuntaba, durante el confinamiento, Kate no se pudo dar su coloración habitual, el cabello se le aclaró y el tono se degradó en ese peculiar tono con el que aguantó meses y sobre el que trabajó. “Ha habido momentos en los que se ha aclarado su propio castaño y no le ha quedado así”, señalaba el peluquero. Esta coloración más clara y pelirroja duró en el cabello de Kate los meses del verano y del otoño, pero la duquesa ha vuelto a oscurecer su tono hasta adquirir un color más natural, no sin olvidarse de incluir las mechas del momento en su look.

El face framing -decolorar los mechones más próximos al rostro en un tono más claro que el resto del cabello- busca crear un degradado natural que imite al comportamiento del pelo natural que se aclara por incidencia del sol. Kate luce desde hace meses esta técnica de coloración, pero siempre en su versión más sutil, lejos de la coloración más marcada que arrasa entre el público juvenil y que podemos ver en Dua Lipa o Danna Paola. “Cuando más le favorece es cuando esas mechas sutiles y naturales se trabajan realizando un contouring que le proporciona luz al rostro y dulcifica sus rasgos”, señala el director de Maison Eduardo Sánchez.

El corte Kate, toda una institución

Si hay una royal con un pelazo, esa es la duquesa de Cambridge. Su cabello es fuerte, grueso y abundante, pero su corte de pelo juega un papel fundamental en la creación de esa imagen de melena sana y frondosa. Del mismo modo que la reina Letizia, Kate ha ido recortando el largo de su cabello hasta alcanzar una media melena que le permita crear todos sus peinados habituales pero que aporte algo de madurez a su look.

La relación de Kate con el cabello largo está protagonizada por idas y venidas. En sus años de universidad apostaba por una melena larga con capas marcadas y desfilada en torno al rostro. Con este corte y con su forma de peinar el cabello, peinando concienzudamente la mitad de la melena hacia atrás, generaba mucho volumen. Eso sí, su largo jamás superaba el pecho, lo que le permitía mantener las puntas siempre bajo control.

“Su larga melena de aspecto muy sano y luminoso es una de sus señas de identidad. Ha variado su longitud discretamente pero siempre se trata de cortes de base recta, con todo el contorno trabajado con sutiles capas al nivel de la nariz y la boca para lograr esa sensación de movimiento y vitalidad. Y aunque nunca se ha atrevido con el flequillo, sí lleva la parte frontal más corta y fundida en los laterales con el resto de la melena”, así describía Eduardo Sánchez el característico corte de pelo de la duquesa.

Si bien es cierto que Kate ha dejado crecer su cabello más de lo habitual últimamente, sigue manteniendo un largo protocolario con el que poder recogerlo. Parte de la explicación de esta nueva Kate de cabello luminoso y más largo está precisamente en un cambio en su estructura capilar. El peso del cabello y las sucesivas coloraciones han hecho que el cabello padezca un ligero frizz. La humedad también le ha jugado una mala pasada y, en sus últimas apariciones, el peso del cabello ha hecho que sus bucles se caigan y el encrespamiento aparezca, dejando a la vista un cabello más seco de lo habitual.

La duquesa del pelazo

Hablar de la imagen de Kate Middleton siempre merece una mención especial a su cabello. No solo su calidad, cuidados y color le han granjeado su popularidad como ‘pelazo’, la maestría con la que sus estilistas lo han utilizado para crear todo tipo de peinados es clave. Moños trenzados, semirrecogidos esponjosos, coletas con volumen o sus características ondas compiten con sus outfits por su acabado pulido y por ser el perfecto sustento para sus protocolarios tocados y tiaras.

El pelo de Kate Middleton es todo un arma de seducción y el resultado de un cuidado diario, tanto desde casa como desde el salón de belleza. Las expertas manos de Rosanno Ferretti, Amanda Cook Tucker o Richard Ward han tenido en sus manos el pelazo de la duquesa y también han contribuido a cuidar el cabello royal, pero viendo la voluminosa media melena de Carole Middleton, su madre, nos queda claro que la genética también tiene mucho que decir.