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El "rostro inquietantemente inexpresivo" de Carla Bruni, bajo el ojo de un médico estético
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Too much, too soon

El "rostro inquietantemente inexpresivo" de Carla Bruni, bajo el ojo de un médico estético

La modelo y cantante, que cumple 55 años, ha sido criticada por sus decisiones estéticas. Ahora, con un rostro más natural, conserva la huella de "haberse sometido a todo tipo de tratamientos estéticos" demasiado pronto, según el criterio médico

Foto: Carla Bruni, en 2022 durante el desfile de Saint Laurent. (Cordon Press/Laurent Vu)
Carla Bruni, en 2022 durante el desfile de Saint Laurent. (Cordon Press/Laurent Vu)

Su voz melosa, su charm francés, a pesar de haber nacido en Italia, o sus rasgados ojos azules hacen a Carla Bruni un rostro fácilmente reconocible por todo el mundo. Sin embargo, el temor por permanecer congelada en el tiempo habría hecho que la italiana comenzara muy pronto a recurrir a retoques estéticos, quizá no demasiado recomendados para su edad. Un error, potenciado por el inhóspito sector de la moda de los años 90… Aún recordamos el rostro de Linda Evangelista, que se definió como “brutalmente desfigurada” por un tratamiento para reducir la grasa localizada.

El caso de Carla Bruni es distinto pues la modelo ha ido sometiéndose a diferentes retoques estéticos a lo largo de los últimos años, tal y como apunta el médico estético Leo Cerrud, que nos ha ayudado a hacer un repaso por las últimas décadas de Bruni, descubriendo que su actual expresión facial es reflejo del concepto ‘huella estética’, es decir, todo lo que se ha hecho ha dejado marca.

“El resultado no está mal. Frente, ojos, cejas, pómulos, óvalo, nariz, labios, todo está impecable. La cantante no parece de 55 años, pero su piel nos cuenta una historia de años de lucha contra los signos de la edad y del universal miedo a envejecer (en lugar de hacerlo, pero bien) llevada al extremo, de un modo un tanto artificial”, apunta el doctor.

placeholder Carla Bruni, sobre la pasarela en 2022. (Imaxtree)
Carla Bruni, sobre la pasarela en 2022. (Imaxtree)

Es precisamente gracias al análisis del doctor que descubrimos que Bruni comenzó hace mucho tiempo a realizarse tratamientos más o menos invasivos, un camino largo del que ahora vemos resultados en sus alteradas, o mejor dicho inalteradas por el paso del tiempo, facciones.

Foto: Carla Bruni, en una de sus últimas actuaciones. (Cordon Press/Jacques Benaroch)

El médico estético apunta a un rostro "inquietantemente inexpresivo": todo en él evidencia lo que se conoce ahora como la ‘huella estética’, que no es más que el resultado de haberse sometido a todo tipo de tratamientos estéticos, diferentes calidades y cantidades de productos, cirugías varias e intervenciones múltiples. De haber empezado demasiado pronto y haberse aplicado cantidades demasiado elevadas de producto, de haberse realizado demasiados retoques al mismo tiempo”, incide el doctor Leo Cerrud.

placeholder Evolución de Carla Bruni: 2007, 2010, 2016, 2018. (Getty/Peter Kramer/Julien M. Hekimian/Pascal Le Segretain/Andreas Rentz)
Evolución de Carla Bruni: 2007, 2010, 2016, 2018. (Getty/Peter Kramer/Julien M. Hekimian/Pascal Le Segretain/Andreas Rentz)

Analizando al detalle tanto el rostro de Bruni ahora, recién cumplidos los 55, como en la década de los 90, cuando su carrera se encontraba en su punto álgido, el ojo del experto apunta a una posible blefaroplastia en la que podrían haberle retirado las bolsas de grasa, “lo que le otorgaría esos ojos tan hundidos”.

Foto: El rostro de Bella Hadid es un ejemplo de la tersura que los neuromoduladores, es decir, toxina botulínica o bótox, pueden lograr si se utilizan para prevenir la aparición de arrugas en la frente. (Imaxtree)

La intención de sus retoques estéticos está orientada a mantener intactas sus facciones más destacadas, como sus ojos almendrados o sus pómulos altos. “El caso es que lo ha conseguido con más o menos éxito y, por supuesto, con la inefable ayuda de la toxina botulínica, rellenos faciales, inductores de colágeno, hilos tensores, aparatología basada en la energía (RF, HIFU, ultrasonidos, láser, etc) y alguna intervención quirúrgica incluida, como la mencionada blefaroplastia”, son algunos de los tratamientos que el médico estético identifica en el rostro de Carla Bruni.

placeholder Carla Bruni, en el Festival de Cine de Cannes de 2022. (Getty/Vittorio Zunino Celotto)
Carla Bruni, en el Festival de Cine de Cannes de 2022. (Getty/Vittorio Zunino Celotto)

En 2008 quizá asistimos al momento más artificial de la cantante -y coincidiendo también con su momento de mayor foco mediático al iniciar su relación sentimental con su actual marido, el político Nicolas Sarkozy, por aquel entonces presidente de la República Francesa-, cuando sus facciones resultaban tan pletóricas que apenas se apreciaba expresividad en su rostro. Desde entonces, los retoques se han ido espaciando o midiendo para lograr un pacto con el tiempo, si no del todo natural, menos llamativo.

placeholder Carla Bruni, en 2022. (Getty/Pascal Le Segretain)
Carla Bruni, en 2022. (Getty/Pascal Le Segretain)

Así, llegamos hasta sus 55 años, que si bien el doctor no califica como espléndidos, sí apunta que no sean catastróficos por ese mal uso -por cantidad y tiempos- de la medicina estética. “Mal no está, pero refleja una tristeza estética difícil de ignorar”, concluye el doctor Leo Cerrud.

La imagen de la italiana en los últimos años nos ha ofrecido, sin embargo, a una Carla mucho más natural mostrándose sin maquillaje en sus redes sociales, cortándose el pelo y compartiendo sus trucos de belleza, como si hubiera encontrado el equilibrio estético entre el paso del tiempo, los retoques y la naturalidad, a los 55 años.

Su voz melosa, su charm francés, a pesar de haber nacido en Italia, o sus rasgados ojos azules hacen a Carla Bruni un rostro fácilmente reconocible por todo el mundo. Sin embargo, el temor por permanecer congelada en el tiempo habría hecho que la italiana comenzara muy pronto a recurrir a retoques estéticos, quizá no demasiado recomendados para su edad. Un error, potenciado por el inhóspito sector de la moda de los años 90… Aún recordamos el rostro de Linda Evangelista, que se definió como “brutalmente desfigurada” por un tratamiento para reducir la grasa localizada.

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