Toma nota de los ingredientes que no debería llevar tu champú
Puede que ya conozcas los sulfatos y los evites, pero hay algunos otros componentes que no le hacen ningún bien a tu pelo. Te los descubrimos
Para cabellos coloreados, especial para puntas abiertas, anticaspa, para cuero cabelludo sensible… En el mercado encontramos todo tipo de champús que, a veces, hacen que nos volvamos locos al elegir uno. Sin embargo, más allá de que un champú te funcione o no, resulta básico que no provoque efectos indeseados. Para ello hay algo fundamental: evitar los sulfatos. “Actúan como detergente y son los responsables, entre otras cosas, de la aparición de espuma en el lavado. De hecho, también se encuentran en más productos de higiene”, apunta la doctora Patricia Abajo, especialista en dermatología y tricología de Clinique La Prairie (Madrid). En concreto hay un sulfato que deberíamos desterrar de nuestros baños: el Sodium Lauryl Sulfate o SLS.
El problema de este componente, que tiene la capacidad de eliminar la grasa y suciedad que se acumula en el cuero cabelludo, es que “puede alterar la capa lipídica natural ocasionando irritación en la piel de esa zona si se usa de forma continuada, apareciendo sequedad, picor y descamación. Así mismo puede producir un efecto rebote y aumentar la producción de grasa en el cuero cabelludo, ya que el organismo detecta que esta está desapareciendo”, advierte la doctora Abajo. Pero, como en todo, algunos cabellos se verán más afectados que otros. Los muy estropeados sufren de forma especial con los champús que contienen este tipo de tensoactivos fuertes. “El pelo se ve más seco y pajizo, puesto que se retira su protección natural, esa grasita que recubre la fibra capilar -se llama ácido metil eicosanoico- y la mantiene impermeable, sana, brillante y suave”, explica Clara Fernández, farmacéutica y divulgadora en @holisticmango.
Efectos indeseados
La experta también señala que este activo está igualmente desaconsejado “en cueros cabelludos sensibles, ya que puede sensibilizarlo aún más, lo que se manifestaría con picor, irritación, rojez e, incluso, descamación”. Los cabellos teñidos o con mechas también deberían tener cuidado con el SLS, ya que, como afirma la doctora Abajo, “su presencia también se relaciona con una pérdida más rápida del color”. Además, quienes se sometan a un tratamiento en el salón de peluquería de hidratación o alisado deben preguntar bien, ya que la mayoría requiere productos libres de sulfatos para su mantenimiento.
Aunque muy conocido, el Sodium Lauryl Sulfate no es el único ingrediente que evitar en el champú. Clara Fernández, que es experta en diseñar rutinas capilares y faciales, subraya que, en realidad, “no existen activos prohibidos, sino que, en función del cuero cabelludo que se tenga y el objetivo, hay ingredientes que pueden trabajar en una dirección contraria a la esperada”. Es el caso de las siliconas. “En concreto de las no solubles en agua, como la dimeticona (dimethicone, en la etiqueta)”, especifica. Al depositarse en la fibra y ser muy difíciles de eliminar -de hecho, sin sulfatos es casi misión imposible- no sientan nada bien a los cabellos finos o grasos. Si bien dejan el pelo supersuave o, incluso, con un efecto alisado, pueden aportar mucho peso y provocar el temido efecto 'build up' o apelmazado.
Mientras que quienes tienen tendencia al encrespamiento “deben huir de los ingredientes higroscópicos, es decir, que capten agua”, afirma la farmacéutica. Entre ellos, el aloe vera o la glicerina, que, además en ambientes muy húmedos o muy secos, absorberá la humedad ambiental y puede provocar más frizz.
Di sí a estos otros ingredientes
Una vez que tenemos claro lo que no conviene encontrarnos en el champú, no está de más repasar lo que sí tiene interés capilar. “Los activos secuestrantes, como el EDTA, o alfa-hidroxiácidos como el ácido fítico dan estabilidad a la fórmula y ayudan a retirar de la fibra capilar los minerales procedentes de las aguas duras”, indica Clara Fernández. La experta añade otros ingredientes a la lista del sí: las proteínas hidrolizadas, sobre todo para cabellos largos o dañados, y la amodimeticona. “En realidad es un tipo de silicona de última generación que tiene un gran carácter antiestático, por lo que es ideal para reducir y evitar el encrespamiento”, concluye.
- Para cabellos coloreados
Bain Chroma Respect, de Kérastase, protege, suaviza e hidrata los cabellos teñidos o con mechas. Al ser una fórmula ligera, también se puede aplicar en pelo fino. (29,30 euros)
2. Vegano
Con un 94% de ingredientes de origen natural, el champú
3. Con cáñamo
Formulado con semillas de cáñamo y extracto de aloe vera, el champú Extra Aloe+Hemp, de Herbal Essences, ayuda a reparar el cabello estropeado. Además, aporta una gran cantidad de nutrientes a tu melena. (4,99 euros)
4. Con proteínas hidrolizadas
My.Luxe de My.Organics es un champú enriquecido con proteínas hidrolizadas y extracto glicérico de linaza, con acción calmante, nutritiva y fortalecedora. Sus ingredientes garantizan un efecto antiestático inmediato. (39 euros)
5. Para las canas
La fórmula de este champú de Valquer Laboratorios ha sido diseñada para matizar y potenciar el reflejo plateado de los cabellos grises o blancos. Entre sus ingredientes, pantenol, vitamina E y oligosacáridos. (17,94 euros)
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