Iván Pol, el otro facialista de las famosas que tienes que conocer

Ben Affleck no es el único hombre que Ana de Armas y Jennifer Lopez tienen en común. Ambas son dos de las clientas más celebradas de Iván Pol, el facialista que se ha convertido en el mago detrás de las superpieles de Hollywood. El ‘beauty sandwich’, del que tanto hemos oído hablar y que se describe como la alternativa no invasiva al bótox, es creación de Pol; “skin so yummy” (piel rica) la llama él entre amigas como Lily James.

Cuando se acerca la temporada de premios, en la agenda del facialista se superponen nombre de actrices, modelos y cantantes, abarrotándola hasta no dejar ni un espacio libre. Su éxito son sus dos máximas: salud y belleza no invasivas y sin tóxicos.

Repitiendo a modo de mantra “soy amor, soy belleza, soy energía”, Pol masajea los rostros de sus célebres clientas. Su dominio de la estructura facial, adaptándose a las facciones de cada persona, es fruto de sus años como maquillador, décadas pasajeras en las que aplicaba los productos directamente con sus dedos.

El facialista ha confesado en varias entrevistas que él mismo fue el primero en abusar de la toxina botulínica, pero que al recapacitar de que estaba inyectando un tóxico en su cuerpo y que era algo que no era natural, dejó inmediatamente de hacerlo.

En lugar de los neuromoduladores, Iván Pol se apoyó en la cosmética, el masaje y la aparatología, más concretamente en la radiofrecuencia y luz infrarroja. En temporada de alfombras rojas, el perfil de Instagram del facialista se llena de vídeos en los que Lily James, Paris Hilton, Kourtney Kardashian o Elsa Hosk graban en primera persona cómo Pol masajea sus rostros con aparatología.

Uno de los más populares en sus sesiones es el Skin Tightening Laser Elos Plus de Sublime, el responsable de los volúmenes y la calidad de piel de Ana de Armas en la última edición de los Premios Oscar. Al combinar radiofrecuencia y luz infrarroja estimula la producción de colágeno de la piel y se puede utilizar sobre áreas del rostro como contorno de los ojos, cejas -siendo esto uno de los efectos más destacados por el facialista en sus clientas- o el óvalo facial.

El láser se suma así a una de las tendencias más extendidas entre las celebrities, los tratamientos no invasivos. Lo vimos en Patricia Conde con el Ultherapy en Felicidad Carrera, pero también en Irina Shayk o Emily Ratajkowski, cuyo facialista, Fabricio Ormonde, también aboga por el lifting no invasivo al combinar luces LED, ultrasonidos, radiofrecuencia o microcorrientes con cosmética y una dieta rica en líquidos para reforzar la hidratación desde dentro.

Pero no solo los resultados efecto lifting de Iván Pol se apoyan en la aparatología, la cosmética es el otro pilar, concretamente, lo que él mismo ha denominado como el ‘skin sandwich’. Capa a capa, a través de productos hidratantes y adaptados a las necesidades que en cada momento tenga la piel, el facialista la acondiciona, no sin antes aplicar su “secret sauce”, la salsa secreta que en realidad es su sérum oleoso de secreta formulación. Como toda buena salsa de autor.

A 300 dólares el bote, The Beauty Sandwich Secret Sauce está elaborado con rosas silvestres, jazmín, ácidos grasos esenciales, vitaminas, minerales, ceramidas y fitocolesterol, para crear un bálsamo ligero que proteja, repare, ilumine, suavice y fortalezca la piel no solo durante los tratamientos de Pol, sino también en su uso diario. El efecto escultor, hidratante, repulpante y luminoso que las visitas a Iván Pol tienen sobre sus clientas es habitualmente descrito como un rostro recién despertado después de más de 8 regeneradoras horas de sueño.

Estos resultados se intensifican de cara a las alfombras rojas con la versión intensiva del 'skin sandwich', que consiste en realizar sesiones durante cuatro días seguidos. Esos rostros pletóricos, redensificados, con pieles tersas, pómulos altos, mandíbulas marcadas y un resplandor saludable que vemos en las entregas de premios en la cara de, por ejemplo, Jennifer Lopez, Salma Hayek o Ana de Armas es resultado del buen hacer del facialista.

“¿Quién quiere rellenos cuando tienes esto? Sea lo que sea”, sentenciaba la actriz Hassie Harrison desde la camilla de Iván Pol.