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¿El bótox influye emocionalmente? Sí, se ha demostrado
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ESTÉTICA & EMOCIONES

¿El bótox influye emocionalmente? Sí, se ha demostrado

Una de las grandes críticas que tiene la toxina botulínica es que paraliza la expresión. Los críticos ante su utilización relacionan este remedio antiarrugas con todo tipo de males

Foto: El bótox puede reducir tu mal humor. (Maya Lysenko para Unsplash)
El bótox puede reducir tu mal humor. (Maya Lysenko para Unsplash)

Una de las grandes críticas que tiene la toxina botulínica es que paraliza la expresión. Los críticos relacionan este remedio antiarrugas con todo tipo de males. Pero en los últimos tiempos se ha demostrado que su uso puede tener también un enfoque positivo en las emociones. Hemos hablado con expertos en la materia para que nos cuenten si esto es cierto.

La médico especialista en cirugía maxilofacial Dra. Mancha de la Plata nos habla de un estudio en el que se tratan dos consecuencias fundamentales de la utilización de este remedio antiedad en la frente. "Nuestras emociones, cuando estamos enfadadas o felices, reflejan movimientos de forma automática. Si nosotros relajamos ese músculo le vamos a mandar menos información al cerebro sobre nuestro estado de ánimo. Los artículos científicos demuestran que cuando utilizamos la toxina botulínica para relajar los músculos corrugadores o el músculo depresor, el que hace el movimiento de la ceja hacia abajo, las personas se enfadan menos. Incluso han llegado a detectar que los depresivos mayores que no mejoran con tratamientos antidepresivos, al ponerles la toxina calmaban los síntomas de la depresión".

placeholder Cuando sonríes de verdad es con la mirada. (Kate Kozyrka para Unsplash)
Cuando sonríes de verdad es con la mirada. (Kate Kozyrka para Unsplash)

"Se han hecho estudios acerca de que cuando estamos contentos existe una sonrisa que es la sonrisa falsa, solo la hacemos con la boca. En cambio, cuando sonreímos de verdad, con el corazón, siempre intervienen los ojos. Los artículos clínicos demostraban que los pacientes a los que se les inyectaba toxina en el músculo orbicular para tratar las patas de gallo pasaban a estar más tristes y que incluso afectaba al sexo, que era menos placentero". Por ello, la doctora dejó de inyectar esta zona para que sus pacientes se rieran y pudieran emplear ese músculo: "No debemos utilizar la toxina para hacer desaparecer o paralizar todo lo que nos marca, porque estaremos paralizando también nuestras emociones".

Paraliza los enfados

La doctora nos explica que "las emociones de enfado se transmiten en la zona de la mitad inferior de la frente. Cuando estamos enfadados o tensos, dos tipos diferentes de músculos se contraen y provocan la aparición de líneas de expresión o de preocupación por encima de la raíz de la nariz. Cuando se inyecta toxina botulínica en la región, se paralizan estos músculos del entrecejo, con lo que evita que se reproduzca con mayor asiduidad el rostro de enfado". Este estudio demuestra que la expresión del rostro está íntimamente ligado al estado de ánimo. Y no es solo lo que se transmite con la cara, también es que reduce la intensidad de las emociones. "Una frente relajada transmite una sensación más positiva, por así decirlo", explicaba el profesor Krüger en una entrevista.

Foto: Los expertos recomiendan comenzar a tratar la calidad de la piel, las patas de gallo o las arrugas dinámicas al final de la veintena. (Imaxtree)

El experto añadía que los síntomas de depresión mejoraban significativamente. "El tratamiento tiene varias ventajas a la vez: como el efecto paralizante dura tres o más meses, solo es necesario aplicar una inyección en esos intervalos. Las inyecciones poco frecuentes también son menos costosas que otras opciones terapéuticas y tienen una muy buena tolerancia y aceptación entre los pacientes", detallaba el científico. Este es el resultado de un estudio de base de datos en el que participaron el profesor Krüger y su colega el profesor Wollmer y que ya fue publicado en la revista 'Scientific Reports' a finales de 2021. En colaboración con la Universidad de California en San Diego, descubrieron que la toxina botulínica también puede aliviar los trastornos de ansiedad cuando se inyecta en los músculos de la cabeza, los músculos de las extremidades superiores e inferiores y los músculos del cuello.

placeholder El bótox solo se nota si está mal puesto.  (Diana Polekhina para Unsplash)
El bótox solo se nota si está mal puesto. (Diana Polekhina para Unsplash)

El profesor Dr. Tillmann Krüger, médico titular y jefe del grupo de investigación de la Clínica de Psiquiatría, Psiquiatría Social y Psicoterapia de la Facultad de Medicina de Hannover (MHH), lo demostró hace años, junto con su colega el Dr. Marc Axel Wollmer, del Campus Asklepios de Hamburgo de la Universidad Semmelweis. El resultado: la toxina botulínica influye en la llamada amígdala o núcleo de la almendra en el lóbulo temporal del cerebro, donde surgen y se procesan los miedos. También amortigua las emociones negativas en personas con trastorno límite de la personalidad, que sufren cambios de humor extremos. El trabajo se ha publicado recientemente en la revista científica 'Scientific Reports'.

Una de las grandes críticas que tiene la toxina botulínica es que paraliza la expresión. Los críticos relacionan este remedio antiarrugas con todo tipo de males. Pero en los últimos tiempos se ha demostrado que su uso puede tener también un enfoque positivo en las emociones. Hemos hablado con expertos en la materia para que nos cuenten si esto es cierto.

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