El silky bob de Jenna Ortega: de Miércoles a ser bautizada Dora la Exploradora por las redes sociales

Poca gente vio venir que Jenna Ortega se convertiría en uno de los iconos de belleza de la generación Z más sólidos. Imagen de Dior Perfums y diosa de la estética soft goth, su otra enorme influencia en el terreno de la belleza es, sin ningún tipo de duda, el cabello.

En cuanto a la coloración, por ejemplo, Ortega trajo de vuelta los castaños oscuros muy naturales, prácticamente chocolate, además, por supuesto, de ser la gran embajadora del castaño cherry coke. Su setentera melena shaggy, repleta de capas de diferentes longitudes, sacudió las redes sociales, convirtiéndose en uno de los cortes de pelo más versionados, del octopus al butterfly. Su última aportación al sector de la peluquería ha sido, precisamente, la evolución de aquella media melena en lo que la prensa británica ha denominado como un silky bob.

Para entender este nuevo estilismo con el que Jenna Ortega aparecía en su última campaña con Adidas, primero hay que descifrar el anterior, el mullet que se convirtió en un shaggy. “Se basa en capas y degradados con un flequillo en forma de cortina”, describe Merary, artist de G.Bar. Su flequillo bottleneck, que recorta la silueta del cuello de una botella, se ha convertido en una de las señas de identidad que acompaña todos los cortes de pelo de la actriz y resulta fundamental para resaltar sus facciones.

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En este nuevo bob, el flequillo bottleneck tampoco desaparece, aunque sí ve reducido su volumen. Esto se debe a que la magia del silky bob de Jenna está, precisamente, en el peinado. Como vimos en el box bob, en el malt shop bob o en el bubble bob, está en la forma que se da al cabello, moldeando sus capas, puntas y flequillo para transformarlo por completo. Al dar una forma, en este caso ultralisa, a su melena entre mullet y shaggy, el efecto es el de que su melena es un bob algo más largo de lo habitual y muy despuntado.

Al alisar el cabello, cada una de las capas de su melena de inspiración años 2000 (Y2K) son mucho más visibles y aportan un aire más rockero y desigual, pero el más curioso y efecto secundario de este peinado es el acabado recto. Como si de una moderna Cleopatra se tratara, la melena de la actriz se esquematiza en dos cortes muy marcados: la longitud a la altura de la clavícula (como un corte clavicut) y el flequillo recto. Este efecto óptico de melena esquemática y escalonada no ha pasado por alto para los seguidores de Ortega que no tardaban en compararla con el personaje infantil de ‘Dora, la exploradora’.

Eran varios los comentarios que no solo mencionaban a la entrañable niña, sino que comentaban la publicación con gifs de Dora. El top rosa de cuello separado, sumado al corte de pelo y el tono de este, algo más oscuro que el cherry coke de Jenna Ortega en los últimos meses, en efecto parecían imitar al estilismo del personaje infantil.

Lo cierto es que, más allá de que Jenna Ortega se haya alisado su capeada melena, el bob con flequillo degradado se ha convertido en una inesperada tendencia capilar, repetida hasta la saciedad sobre la pasarela. ¿El french bob de toda la vida? No, este nuevo bob es algo más largo y no busca una perfección parisina, sino una estética algo más grunge, dosmilera y alborotada.

Si tomamos como referencia el box bob de Aitana -que ella denominaba como alpha-, la clave de este nuevo corte está en incorporar capas, a medida, eso sí. Ya no toca recortar una melena según un patrón establecido, sino adaptar el corte a cada cabello y forma de rostro. De este modo se pueden incorporar capas más o menos cortas y flequillos gruesos o finos. No hay una regla.

Así, con un sencillo alisado, Jenna Ortega ha pasado de ser Miércoles Addams (el personaje que le ha dado la fama internacional) a ser Dora la Exploradora, protagonizando titulares de revistas de moda y belleza. Pero la lección real es solo una: el bob con flequillo es el corte de pelo más fashionista del momento. Tú decides cómo lo peinas.