El pelo corto de moda se llama 'french pixie' y, sí, tiene flequillo
En Inglaterra han acuñado la expresión 'french pixie' para referirse a un nuevo corte de pelo de nuca apuradísima y con mucho mucho rollo
¿Has oído eso de que los años 90 están de moda? Pues la corriente no se queda solo en la moda, los accesorios o los maquillajes. El cabello inspirado en la década también se cuela en el radar de las tendencias en cortes de pelo.
Sin embargo, toca hacer una apreciación: sí, el pelo corto ha vuelto con mucha fuerza, pero la pasarela y la alfombra roja cambian la referencia noventera por el charm francés. Nace así el french pixie, la versión con flequillo, capas y toneladas de estilo que te puede recordar al corte de pelo que Sabrina probaba en París.
Una de las mejores embajadoras de este pixie afrancesado es, sin lugar a dudas, la modelo estadounidense Elizabeth Grace. Desde que cortara su cabello y lo oscureciera, sus angulosas facciones se han visto embellecidas, en parte por la estructura del corte de pelo, personalizado al máximo, pero también por algunos detalles intrínsecos del french pixie. Antes de ella, otra top internacional, Isabeli Fontana, también tomó la decisión de cortar y oscurecer.
Si recuerdas cuando Cara Delevingne se rapó el pelo y luego lo dejó crecer, aquellas capas en la parte superior de la cabeza que daban paso a un cortísimo flequillo tipo choppy podrían ser la antesala del actual french pixie. El corte de pelo comparte con el pixie clásico que vimos en Sienna Miller o Michelle Williams hace ya una década elementos como la nuca más apurada y el volumen en la parte superior.
Pero mientras aquel corte de pelo optaba por mechones muy largos, enmarcando el rostro, jugando a ser una falsa melena bob y creando un contraste de longitudes, el pixie francés es mucho más ‘coherente’, no busca los excesos. Es como si fuera la evolución del mítico pelo corto de Mia Farrow del Twiggy.
Hace unos meses, el wixie cut de Emma Corrin ya recuperaba las vibes noventeras del cabello corto y nos adelantaba que el pelo corto volvería con fuerza. Ha sido, sin embargo, la pasarela donde hemos comenzado a ver el sofisticado estilismo.
Sus elementos clave son una nuca más pulida, pero sin llegar a un apurado muy corto como en los pixies de antaño, ni el largo de un bob o un mullet. Las capas en la parte superior del cabello son fundamentales para crear un volumen con mucha textura -estamos ante un corte de pelo apto para cabellos lisos y ondulados-, además de ser fundamentales para crear un sinfín de peinados en los que cada mechón puede tomar una dirección.
Quizá la parte de la estructura del corte de pelo que resulta más fácil de identificar al french pixie sea el flequillo. Otras formas de llevar el cabello corto eluden el flequillo, dejándolo largo para no sentir que se lleva el pelo corto o peinándolo hacia atrás como si no hubiera mechones cortos. El french pixie, igual que el french bob, incorpora el flequillo, ofreciendo un amplio abanico de grosores y longitudes.
Vemos, por ejemplo, la versión más retro años 50 en el corte de Elizabeth Grace, que con un flequillo a media altura, lo moldeaba creando los baby hairs de Betty Boop que vimos en la alta costura de Dior. En Cannes, el suyo era un peinado muy parecido al de Audrey Hepburn en ‘Vacaciones en Roma’. Cada mechón se curvaba y moldeaba en una dirección y buscando un volumen vintage, tanto en la raíz como en la onda. El flequillo enmarcaba la frente, haciéndola parecer más pequeña.
Este es precisamente uno de los efectos secundarios más celebrados del pixie francés, pues el flequillo no solo encuadra la mirada o resalta los pómulos como otros degradados frontales, también crea la sensación de una frente más pequeña. Es habitual encontrar french pixies con flequillos curtain (más largos y finos), pero sobre todo la mejor combinación es la de los choppy bangs (desfilados) o incluso los baby bangs (los flequillos más cortos y complicados de llevar).
En la prensa británica encontrábamos como referencia el estilismo de la actriz Jean Seberg. Su corte de pelo a lo garçon a menudo incorporaba capas e incluso lució cortísimos flequillos, cercanos al half moon, estrechando su frente y dotando a su look de un halo infantil. El french pixie juega con mechones más largos, logrando un look más 'casual', pero, sobre todo, ofreciendo muchísimas más opciones de peinados.
La generación Z se ha convertido en uno de los máximos exponentes del corte de pelo, precisamente por su versatilidad. Además de poder moverse entre flequillos de diferentes longitudes, el french pixie puede aportar volumen y, a la vez, crear peinados ultralisos, cualidades apreciadas por todo peluquero. Esta combinación permite crear estilismos que van desde las texturas wet y los cabellos pulidos, aliados de las horquillas fantasía, hasta los cardados retro, sin tener que pasar por la peluquería.
Iris Law, la modelo hija de Jude Law, ha encontrado en el french pixie la mejor forma de despejar su rostro, pulir sus facciones y lucir todo tipo de pasadores. Otra de las opciones de peinado más repetidas es el messy hair, el despeinado selectivo; es decir, moldear las diferentes capas de cabello para lograr un frígido desorden. El resultado es un peinado muy parecido al wixie cut de Lady Di.
Pero, en un corte de pelo tan cincelado, no todo podían ser beneficios. El gran ‘pero’, si puede considerarse como tal, es que para que cada mechón esté en su longitud y forma idóneos, es recomendable acudir a la peluquería a retocarlo cada 3-4 semanas, además, por supuesto, de no olvidar que se trata de un corte de pelo que debe realizar un profesional, ya que es necesario adaptarlo a cada rostro. No todos los french pixies pueden llevar el mismo flequillo ni orientar sus capas de la misma forma. ¿Estamos ante el corte de pelo del verano 2023?
¿Has oído eso de que los años 90 están de moda? Pues la corriente no se queda solo en la moda, los accesorios o los maquillajes. El cabello inspirado en la década también se cuela en el radar de las tendencias en cortes de pelo.